La Facultad de Físicas de la Universidad de Salamanca (USAL) presentó ayer un láser de titanio-zafiro que se convierte en el más potente de España y se sitúa entre los 100 más avanzados del mundo. Este proyecto ha costado 2 millones de euros y está financiado por la Unión Europea (UE) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Las aplicaciones de este láser pasan por la microelectrónica y los responsables ya tienen contactos con empresas de aerosoles y aeronáuticas. Luis Roso, catedrático de Óptica de dicha universidad, destacó su uso en cirugía oftalmológica y también se refirió a la ayuda que podría proporcionar en el campo de la odontología o en el de los implantes biomédicos.
Entre las características técnicas del láser se encuentra que emite pulsos de 100 femtosegundos. El femtosegundo, según Roso, «es al segundo lo que un segundo es al tiempo transcurrido desde que desaparecieron los dinosaurios de la tierra». Su modo de funcionamiento es el equivalente a estar un segundo encendido y 30.000 años apagado.
La longitud de onda del láser se sitúa en 0,8 micras y la anchura de banda en 20 nanómetros. Necesita una energía de 50 milijulios por pulso y lleva una cadencia de 10 pulsos por segundo. La potencia pico asciende a 0,5 teravatios. Hay que significar que la potencia generada en todo el mundo son unos pocos teravatios.