La Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ESARQ) de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) impartirá la asignatura «Accesibilidad y proyectos», una materia que pretende acercar las necesidades y problemas de las personas con discapacidad a los diversos profesionales que intervienen en el diseño y construcción de un edificio. Con ese propósito, la UIC firmó ayer un acuerdo con la Fundación Adecco, que se encargará de apoyar esta iniciativa.
Dirigido por el profesor Ignasi Pérez Arnal y coordinado por el arquitecto Enrique Rovira-Beleta Cuyás, la asignatura incluye clases teóricas con profesores especialistas y ponencias de diferentes arquitectos, técnicos o usuarios con discapacidad. Además, abarca distintos ejercicios y visitas a diferentes entornos en los que se analizarán las diversas soluciones propuestas para solventar el problema de la accesibilidad.
La creación de esta materia tiene como objetivo que las personas responsables de proyectar, diseñar y construir espacios lo hagan «integrando los principios de accesibilidad, no sólo como una obligación normativa, sino como parte del concepto proyectual», explicaron fuentes de la UIC y Adecco. «Pretendemos que el alumno descubra las capacidades de las personas con discapacidad y que entienda que la accesibilidad no es solamente una necesidad para las personas con discapacidades, sino una ventaja para todos los ciudadanos», señaló Rovira-Beleta.
Esta iniciativa, que según sus promotores es «pionera en España», abordará todos los aspectos de la accesibilidad, comenzando con una primera «toma de contacto» con algunos de los problemas más habituales (silla de rueda, bastones, sordera, etc.). También se analizará la normativa vigente y las nuevas tendencias, el diseño del espacio urbano, la accesibilidad en el transporte, las comunicaciones, etc. El ciclo formativo, de 50 horas lectivas repartidas en clases teóricas, talleres y visitas, hará hincapié en los espacios privados, ya que «una vivienda debería de ser accesible y poderse utilizar durante toda la vida», apuntó Rovira-Beleta.