Los rayos X, una prueba sencilla e indolora, podrían convertirse en una buena herramienta para detectar precozmente el cáncer de pulmón. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos ha demostrado en un estudio con más de 150.000 personas que las radiografías detectan los tumores en sus fases iniciales, cuando es más fácil de tratar y se pueden salvar vidas.
En los resultados preliminares de este trabajo también se ha visto que los rayos X ofrecen falsas alarmas y, por tanto, preocupaciones y gastos sanitarios innecesarios.
Por otro lado, las radiaciones de las radiografías no son inofensivas y las biopsias para confirmar o descartar el cáncer tampoco están exentas de riesgo. Los médicos detectaron 5.991 casos sospechosos, casi un 9%. A 206 se les hicieron biopsias y finalmente 126 fueron diagnosticados con cáncer de pulmón, el 2% de las personas cuya radiografía presentaba alguna anomalía.
Un dato importante es que el 44% de los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón sufrían del mal en sus etapas iniciales. Para Christine Berg, una de las especialistas del Instituto del Cáncer, las radiografías y las biopsias innecesarias son un riesgo que merece la pena correr si se puede detectar el tumor en una fase que permita salvar vidas. Berg recordó que el cáncer de pulmón es una enfermedad sumamente agresiva, por eso es necesario comprobar si las campañas de detección precoz con radiografía pueden tener un impacto en la mortalidad