Para las aulas digitales, contenidos digitales. Miles de estudiantes españoles disponen ya en sus clases de ordenadores, tablet PC o pizarras interactivas. Las editoriales de libros de texto ya se han puesto en marcha para que estos alumnos cuenten con materiales curriculares diseñados de forma específica para usarse con estas herramientas. No son una mera transposición del formato papel al digital, sino que combinan los textos e imágenes tradicionales con recursos multimedia e interactivos que amenizan y hacen más atractivo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Una nueva forma de aprender
“Hacer clic en la página 32”. Esta frase se puede oír hoy en día en muchas aulas de nuestro país en las que los libros de texto digitales son un material curricular más para ejercer la práctica docente con los alumnos. Frente a la pantalla de su portátil, o delante de una pizarra digital, el estudiante accede a los contenidos de la materia del mismo modo que si observara las páginas de su manual tradicional. Imágenes y textos se combinan en este nuevo formato, pero sus posibilidades son más amplias.
Los libros de texto digitales cuentan con nuevos elementos diseñados para potenciar las posibilidades que aportan las nuevas tecnologías a la enseñanza. Desde la misma página, el alumno accede a material multimedia como vídeos, audio, infografías o simulaciones que facilitan y hacen más dinámico el aprendizaje. Puede obtener enlaces a material complementario de la asignatura disponible en Internet o realizar de modo interactivo los ejercicios correspondientes a la lección en la que trabaja. Este nuevo material escolar está diseñado para que el estudiante acceda a él a través de una página web. Para utilizarlo, tan sólo es necesario contar con un ordenador y conexión a Internet.
El objetivo es no limitarse a volcar los contenidos tradicionales al formato electrónico
El esfuerzo de las editoriales se centra, en la actualidad, en explotar todas las ventajas que este nuevo entorno digital aporta a la enseñanza. El objetivo es no limitarse a volcar los contenidos tradicionales al formato electrónico, sino crear plataformas educativas que contengan, además de los recursos pedagógicos tradicionales adaptados al nuevo formato, herramientas tecnológicas que faciliten la labor del profesorado y el aprendizaje de los alumnos.
Herramientas digitales
Las plataformas que actúan como contenedores de los materiales digitales permiten el acceso a diferentes recursos interactivos de utilidad para docentes y estudiantes. En la mayoría de los casos, cuentan con un amplio repertorio de ejercicios que el alumno puede realizar desde su ordenador. El material digital creado por Digital-Text, una de las compañías pioneras en la creación de libros de texto digitales en nuestro país, consiste en un cuaderno con más de 3.000 ejercicios, que el estudiante puede enviar a través de Internet al profesor y que se corrigen y autoevalúan de forma automática. El docente puede hacer un seguimiento personalizado exhaustivo del trabajo y el resultado de sus pupilos, gracias a esta herramienta fundada por investigadores y profesorado de la Universidad de Barcelona.
Este tipo de plataformas permiten también al profesorado adoptar criterios de atención a la diversidad en las aulas, puesto que puede organizar los contenidos curriculares y los ejercicios según el nivel de dificultad de sus alumnos y aprovechar al máximo las capacidades individuales. En algunos casos, es posible que el docente cree sus propios ejercicios o amplíe la materia con contenidos diseñados por él.
Permite realizar las modificaciones necesarias para adaptar los contenidos de forma automática
Otra de las grandes ventajas de este formato es que los contenidos pueden actualizarse de forma permanente. Al estar diseñados en un entorno web, se realizan las modificaciones necesarias para adaptarlos de forma automática cuando se registren cambios o alteraciones en un aspecto curricular, sin tener que esperar a la reedición del siguiente año, como sucede con los libros de texto tradicionales.
Edición digital
El mercado editorial está en evolución. Sólo en el año 2009 se editaron en España más de 12.500 obras en formato electrónico, casi tres veces más que en 2006. En este sector, uno de los ámbitos que experimenta mayores cambios es la edición de libros de texto. Según los datos de la Asociación Nacional de Editores de libros y materiales de enseñanza (ANELE), los recursos digitales alcanzan más del 30% del total de la actividad editorial en este campo. De los más de 27.800 títulos publicados para el curso 2009-2010, un total de 9.127 corresponden a esta categoría.
La producción editorial digital responde a la creciente demanda de recursos y materiales que permitan la aplicación de un nuevo modelo pedagógico basado en las TIC
Esta producción editorial responde a la creciente demanda, tanto del profesorado y alumnado como de las administraciones educativas, de recursos y materiales que permitan la aplicación de un nuevo modelo pedagógico basado en las TIC. Si tal como marca el objetivo del programa Escuela 2.0 del Ministerio de Educación durante el presente curso se digitalizan 14.400 aulas y se dota de un portátil a 400.000 alumnos y 20.000 profesores, es necesario que este avance se acompañe de material curricular adecuado para utilizar con estos soportes en la práctica didáctica diaria.
¿Significa esto la desaparición de los libros de texto tradicionales? Las conclusiones del informe ‘El libro de texto ante la incorporación de las TIC a la enseñanza’, publicado por ANELE, apuntan que “el libro de texto en su tradicional soporte papel es y será durante muchos años la columna vertebral de la planificación docente, a pesar de su inevitable y necesaria convivencia con las nuevas tecnologías”. Desde esta asociación, afirman que las TIC deben adaptarse a las aulas, profesores y alumnos y no al contrario: “Ni todo el futuro es para los nuevos soportes, ni todo el presente es para los libros”. Sin embargo, también aseveran que en la actualidad faltan contenidos adaptados al nuevo contexto escolar de nuestro país.
Uno de los objetivos principales del Plan Avanza para el desarrollo de la Sociedad de la Información y de Convergencia con Europa es incrementar la oferta de servicios y contenidos educativos digitales de calidad y utilidad de modo que, este año, el 100% del currículo oficial no universitario se soporte en estos contenidos. El reto aún no está conseguido.