Los estudiantes que deseen ingresar el próximo curso en alguna de las titulaciones universitarias españolas cuya demanda es superior a la oferta de plazas deben pasar de forma obligatoria por el proceso de preinscripción. Algunos conseguirán acceder en el primer intento, pero otros deberán acogerse a las listas de espera para ingresar si quedase una vacante tras finalizar los plazos de matriculación.
Cada año, al terminar las pruebas de selectividad en las comunidades autónomas, los distritos universitarios abren los plazos de preinscripción en las universidades que lo conforman. Es un procedimiento necesario para regular la asignación de plazas en las titulaciones superiores con límite de cupo. En estas carreras, las vacantes se adjudican en función de la nota de admisión de cada estudiante, que es el resultado de la media ponderada de la puntuación obtenida en este examen de acceso y la nota media de bachillerato.
No todos los alumnos alcanzan la nota de corte necesaria para acceder a la titulación que eligen. Por este motivo, el proceso de preinscripción permite que los solicitantes marquen en sus impresos más de una opción de estudios preferentes, entre los ofertados por los centros de un mismo distrito universitario. Cada comunidad autónoma determina una cantidad, en virtud de sus atribuciones en materia de educación. En Cantabria, los estudiantes se pueden preinscribir hasta en 14 titulaciones, mientras que en la Comunidad Valenciana el límite es de 10 carreras.
La solicitud queda vinculada de forma automática a las prioridades marcadas por el alumno
El orden asignado a las titulaciones en la preinscripción es determinante, ya que la solicitud se vincula de forma automática a las prioridades marcadas por el alumno y la universidad le otorgará una vacante en función de estos criterios. Aunque el estudiante sea consciente de que su nota de admisión (por la referencia que puede tener de la nota de corte del curso anterior) es insuficiente para acceder a los estudios deseados, no debe descartar marcarlos como primera opción en la solicitud.
Si no forma parte de la primera lista de admitidos, al estar el título en el primer lugar de sus preferencias, tiene la posibilidad de inscribirse en las listas de espera y conseguir una plaza si, al final del proceso, queda alguna vacante. Por el contrario, si marca la carrera deseada en un nivel más bajo de la lista de preferencias en la preinscripción y se le admite en una titulación marcada por encima, pierde todas las opciones de entrar en las listas de reserva.
Listas de admitidos
Una vez finalizado el periodo de preinscripción, las universidades publican las primeras listas de adjudicación de plazas y abren los plazos de matriculación. En función de la titulación en la que se admita al estudiante, puede optar por diferentes vías:
Quienes consiguen una plaza en la carrera que marcaron como primera opción: tan sólo deben formalizar la matrícula en el plazo establecido para comenzar la carrera al inicio del curso. Si no realizan este trámite en el periodo marcado, perderán de forma automática la plaza asignada.
Los alumnos deben estar muy atentos a la publicación de las sucesivas asignaciones de las listas de espera para no perder la plaza
Estudiantes admitidos en segundas o posteriores opciones: cuando los solicitantes no obtienen plaza en la titulación preferente y se les asigna una vacante en otra de las opciones, pueden optar por permanecer en las listas de espera de todas las titulaciones que figuren en su lista de preferencia en un orden previo a la carrera asignada. En algunos distritos, se pasa a estas listas de forma automática, pero en otros es necesario solicitar la permanencia en ellas. Estos alumnos deben estar muy atentos a la publicación de las sucesivas asignaciones de las listas de espera de cada universidad y a los plazos de matriculación que marcan para cada una (en muchos casos de un único día), porque tienen el riesgo de perder la plaza si no formalizan la matrícula en el momento estipulado.
Algunas universidades permiten que los estudiantes en esta situación se matriculen de forma provisional o reserven una plaza en la titulación en la que se les ha admitido, para que no pierdan el derecho a optar al ingreso en esos estudios si al final no consiguen obtener una vacante en las listas de espera. Otras obligan a que se realice una matrícula formal en los plazos indicados, aunque mantengan su puesto en las listas de espera de las opciones marcadas como preferentes.
Estos alumnos pueden optar por volver a formalizar la preinscripción en la segunda fase
No se logra la admisión en ninguna de las titulaciones: estos estudiantes conforman, de manera automática, las listas de espera hasta las siguientes adjudicaciones. Si a pesar de todo no consiguen la admisión, pueden optar por formalizar de nuevo la preinscripción en la segunda fase (en septiembre) y solicitar otros estudios con vacantes disponibles o intentar subir la nota tras realizar otra vez la prueba de acceso a la universidad.
Los alumnos que al no haberles admitido en el primer plazo de inscripción en la universidad o en la titulación elegida en primera opción optan por matricularse en otros estudios, ya sea mediante una matrícula provisional o una matrícula ordinaria, pueden anularla. Deben solicitarlo en la universidad en la que ya están matriculados y justificar su admisión en otro centro.
En general, si la solicitud se realiza antes del inicio del curso académico o hasta el 31 de octubre del año en curso, la universidad procede a la devolución del importe de las tasas académicas (nunca de los gastos de secretaría). Si se efectúa en un periodo posterior (siempre en el primer trimestre), aunque depende de la normativa de cada centro, es muy difícil que recuperen las tasas ya abonadas.