Una investigación sobre los hábitos de aprendizaje de segundas lenguas refleja que los españoles invierten dos veces más que el resto del mundo en aprender idiomas. El «Barómetro de Idiomas 2011», que han publicado el Instituto de Empresa y el portal gratuito para aprender idiomas busuu.com, indica que un 36% de los españoles ha invertido más de 1.000 euros en cursos de idiomas a lo largo de su vida y que el promedio gasta 1.500 euros, frente a los 750 euros del resto de habitantes de diferentes países del mundo. Por lo tanto, constata que los españoles invierten dos veces más que el resto para aprender idiomas.
En este estudio se recoge también que el 45% de los españoles considera el inglés como el idioma del futuro, mientras que un 36% cree que será el mandarín. Esto explica que el 49% de los españoles que aprenden idiomas se decante por el inglés, seguido del alemán (18%) y el francés (14%). En este sentido, destaca la elevada cifra de estudiantes de alemán (18%) en España, en comparación con el 11% del resto de los países.
En cuanto a la elección de las herramientas para el aprendizaje, el informe señala que los cursos en el extranjero se consideran como el método más eficaz para aprender idiomas (21%), mientras que los métodos tradicionales de enseñanza han perdido fuerza. Los libros se utilizan por un 1%, las clases tradicionales por un 4% y los CD-ROM por otro 1%. Sin embargo, las herramientas web 2.0, utilizadas por el 21%, han experimentado un notable crecimiento.
El «Barómetro de Idiomas 2011» explica que las principales dificultades en el aprendizaje de idiomas son la falta de tiempo (27%) y la falta de motivación (16%). Además, el 14% de los españoles afirma «sentir vergüenza al hablar un idioma extranjero» y un 12% se lamenta de «la imposibilidad de practicar con nativos».
La investigación destaca que el 82% de los encuestados considera «el saber idiomas una potencia para su desarrollo profesional» y un 77% cree que los idiomas «pueden mejorar su situación económica». Además, el 65% de ellos con trabajo denuncia que sus empresas no facilitan el aprendizaje de otros idiomas.