María Pilar Besumán, experta en grafología – ciencia que estudia las relaciones entre la escritura y la psicología- se especializó en la Escuela de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de Universidad Complutense de Madrid, y desde 1980 ejerce como grafoterapeuta.
Besumán es, además, pionera en la aplicación de la grafología en el campo infantil y juvenil. Su experiencia le ha conducido a la autoría de la Cartilla Escolar Grafológica de Letras Inteligentes. Un método dirigido a enseñar una escritura que desarrolla las facultades intelectuales del niño y le ayuda a moldear el carácter respetando su personalidad. Este sistema se utiliza también con el fin de resolver problemas cognitivos y afectivos detectados en la escritura y que se pueden solventar con técnicas de grafoterapia.
Dentro de la grafología, es la disciplina que comprende el tratamiento terapéutico con el fin de superar las dificultades del carácter a través de la escritura. El psiquiatra francés Bertillon la comenzó a aplicar en el año 1908 en la Academia de Medicina de París. Años más tarde, dos científicos franceses, el doctor Janet y el doctor Charles-Henry, de la Sorbona, emplearon los protocolos clínicos en niños con fuertes traumas de tipo afectivo devenidos de la Primera Guerra Mundial. Obtuvieron un 80% de éxito.
la repetición disciplinada de un gesto gráfico incide en la actitud mental de quien lo recibeLa clave está en la reversibilidad del gesto mecánico y cerebral. El cerebro manda un mensaje a la mano para escribir y la mano envía un mensaje al cerebro cuando escribe. Admitido esto, aceptamos que la repetición disciplinada de un gesto gráfico incide en la actitud mental de quien lo recibe. De este modo, si nosotros reconocemos signos negativos en la letra de un niño, signos que comunican falta de atención, inseguridad, complejos, angustia e introversión, y trabajamos para convertirlos en signos gráficos positivos que signifiquen concentración mental, seguridad, autoestima, alegría, extroversión, logramos modificar la actitud mental del niño.
Primero se realiza un análisis grafológico de la letra del niño, de este modo nos acercamos a su personalidad y somos capaces de diagnosticar el momento psicológico en que vive. A partir de ahí le cambiamos los signos negativos que encontramos en su escritura por otros positivos. Estos signos varían según la problemática del niño. Por ejemplo, si un niño se muestra perezoso, le proponemos letras de voluntad y empuje; si está angustiado acometemos las letras que traducen su angustia y perseguimos letras alegres.
Denotan su dificultad en la escritura de manera muy evidente: su letra es ilegible y desordenada, consecuencia de falta de atención y otras alteraciones del carácter que, en muchas ocasiones, desembocan en fracaso escolar.
Reconducir la escritura y aprender una grafía compuesta por letras inteligentes y rápidas mejora el rendimiento escolar.
El doctor Vallejo Nájera afirmaba que la dislexia no es ninguna enfermedad, ni una minusvalía, sino un problema específico del aprendizaje de la lectura y la escritura
Por supuesto. El doctor Vallejo Nájera afirmaba que la dislexia no es ninguna enfermedad, ni una minusvalía, sino un problema especifico del aprendizaje de la lectura y la escritura. Con una letra madura, evolucionada e inteligente, podemos superar este problema. También niños superdotados que encuentran dificultades en su aprendizaje y en el desarrollo de sus capacidades se aprovechan de las letras inteligentes.
Es la letra que utilizan los adultos inteligentes. Hablo de los grandes genios del mundo de las artes y de las ciencias. El conjunto de las letras inteligentes conforma una caligrafía concreta y diseñada para desarrollar al máximo las facultades intelectuales del niño. Son letras con las que el niño adquiere una base sólida para enfrentarse a los nuevos retos de su aprendizaje, asimila mejor los conceptos y reduce las horas de estudio. Se trata de una letra armónica, madura y equilibrada que por su agilidad y rapidez no caduca. Desde el principio el niño aprende a escribir con una grafía que puede mantener el resto de su vida, enriqueciéndola con sus conocimientos y su personalidad.
Ha sido el resultado de muchos años de investigación y experiencia en mi gabinete. La Cartilla Escolar Grafológica con Letras Inteligentes está compuesta de varios cuadernos de caligrafía y de un Manual Grafológico Infantil. En él se analiza el significado de las letras tradicionales que se enseñan al niño de forma habitual y se enfrentan al significado de las letras de la Cartilla Escolar Grafológica. Se evidencia que es necesario cambiar el sistema de enseñanza de la escritura en las caligrafías infantiles.
Las caligrafías infantiles son las mismas desde hace más 60 años. Por su lentitud y falta de agilidad no son las más adecuadas para los retos a los que tiene que enfrentarse el niño actual. La vida ha evolucionado y con ella nuestras costumbres, nuestro entorno y también las exigencias intelectuales. Un niño de ocho años no puede mantener el mismo modelo caligráfico que a los cinco años porque la escritura no acompañaría a su desarrollo intelectual y sus conocimientos. No tiene sentido enseñarles letras lentas que restan agilidad a la mente. De ahí se deriva que con una letra no evolucionada ni rápida le es imposible seguir un dictado. Enseñar a escribir al niño desde el comienzo (4 ó 5 años) con letras inteligentes, rápidas, de capacidad de síntesis, es mejorar su rendimiento. Las metas son prevenir y combatir el fracaso escolar y los futuros problemas que surjan en el niño.
Deben prestar atención a su escritura y detectar si el niño desorganiza la letra, la empequeñece y la hace ilegible. Si un niño que normalmente escribe con una letra vertical o inclinada a la derecha, de pronto cambia la inclinación de su escritura hacia la izquierda, está utilizando un mecanismo de defensa ante un conflicto. Es una señal que conviene indagar para prestarle la ayuda necesaria de manera inmediata.
Desde los primeros garabatos. Entre los 18 y 20 meses ya se puede detectar parte de la personalidad del niño. Su grafía revela la introversión o la extroversión, la agresividad o el buen carácter. Incluso se puede saber si hay problemas psicomotrices. La escritura como tal se comienza a analizar a partir de los cinco o seis años.
El lápiz negro tiene muchos inconvenientes: si es blando emborrona la escritura y si es duro el niño tiene que hacer una fuerte presiónEl lápiz negro tiene muchos inconvenientes: si es blando emborrona la escritura y si es duro el niño tiene que hacer una fuerte presión sobre el papel, por lo que aumenta su cansancio y es menos rápido. Otro inconveniente del lápiz es que se puede borrar. Si el niño no está contento con el trazo realizado, puede caer en la tentación de borrar una y otra vez lo escrito. Esta práctica en grafología muestra inseguridad, angustia y, en ocasiones, obsesiones.
Es el instrumento más apropiado para enseñar a escribir al niño. Con el rotulador, el menor apenas tiene que hacer presión sobre el papel, lo que evita el cansancio de la mano, haciendo que ésta se deslice sobre la cuartilla con rapidez y espontaneidad. También el bolígrafo presenta estas ventajas, con la diferencia de que el trazo es más fino y se obtienen rasgos más precisos.
En el papel liso un niño no es capaz de escribir con orden, y la cuadricula también tiene numerosos inconvenientes: si el niño no tiene sentido del espacio no deja ningún cuadro entre renglón y renglón, con lo que las letras se amontonan, se confunden y se hacen ilegibles. El aprendizaje de la escritura inteligente se desarrolla en una pauta compuesta por cuatro líneas no equidistantes. Para obtener una letra equilibrada grafológicamente es necesario que la parte alta y baja de las letras midan el doble que la zona central. Con esto conseguimos más dinámica intelectual, menos pereza, más seguridad en uno mismo, más voluntad y más perseverancia en el trabajo.
El niño diestro debe inclinar la cuartilla hacia el lado izquierdo para lograr un campo de visión más amplio, mientras el zurdo debe hacerlo hacia el lado derechoMi método está preparado tanto para niños diestros como zurdos, lo que cambia es la posición de la cuartilla en el pupitre. El niño diestro debe inclinar la cuartilla al lado izquierdo para lograr un campo de visión más amplio para realizar su escritura. Por su parte, el niño zurdo debe inclinar la cuartilla ligeramente al lado derecho, lo que le permite colocar la mano por debajo del renglón, al igual que lo hace el niño diestro. Con esta sencilla operación no se verá obligado a flexionar la muñeca y forzar la mano.
Atendemos a centros escolares de ciudades de toda España con resultados satisfactorios. En algunos centros formamos al profesorado y le capacitamos para hacer de la cartilla escolar grafológica su herramienta de enseñaza. Además atendemos casos particulares, que presentan mayores dificultades y precisan de un tratamiento más especializado.
Reconocida y abordada científicamente, la grafología se ocupa del estudio e interpretación de los grafismos: todo símbolo que sea dibujado o trazado a mano. El grafismo más comúnmente utilizado en el estudio grafológico es la letra, aunque también se analizan la firma y rúbrica, los números, los dibujos y los garabatos. A través de su análisis, la escritura revela la personalidad del autor, el carácter, las emociones y otros diversos factores de distinta relevancia. Es un espejo completo del consciente y del inconsciente, de las ambiciones y los potenciales personales, y de todas aquellas cualidades y características propias que hacen a cada ser humano único.
En el ámbito escolar, la grafología se emplea para detectar trastornos de aprendizaje y capacidades específicas. Esta evidencia condujo a María Pilar Besumán a conformar el Método Besman de Letras Inteligentes compuesto por una Cartilla Escolar Grafológica y un Manual Grafológico Infantil. El método, conocido como Método Besman, ha sido definido por Mauricio Xandró, presidente de la Sociedad Española de Grafología, como una revelación en el campo de la escritura infantil. Según el profesor de referencia internacional, la aplicación de las ‘Letras Inteligentes’ y sus ligaduras originales y rápidas hacen del Método una herramienta única y personal.