Recientes análisis genéticos cuyos resultados acaban de conocerse demuestran que la Tierra se colonizó lentamente hace miles de años a partir de breves pero sucesivas oleadas migratorias que partieron desde África con destino al resto del mundo. Si bien esta teoría ha sido defendida desde hace tiempo por investigadores de todo el mundo, hasta ahora no se había conseguido probar de una manera científica.
Según los datos de un estudio científico publicado en el último número de la revista «Proceedings of the Nacional Academy of Sciences» (PNAS), quedaría claro que esos movimientos migratorios no se habrían producido mediante un flujo único de salidas a otros continentes sino de manera intermitente.
Dirigido por Sohini Ramachandra, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Stanford, de California (EE.UU.), el equipo científico que ha llevado a cabo este trabajo estudió información genética detallada de más de un millar de individuos de 53 poblaciones distintas del mundo. Los investigadores encontraron una fuerte relación entre los genes de la población y su proximidad. Así, cuanto menor era la distancia geográfica entre dos individuos cualesquiera, su ADN resultaba mucho más parecido.
Además, la diversidad genética de poblaciones es mucho mayor en África, y considerablemente menor en América, que fue el último lugar colonizado por los humanos. Según los científicos, el descubrimiento permite ampliar el conocimiento sobre la variación genética en los individuos, teniendo en cuenta que el factor de selección natural probablemente no supone apenas el 25%.