Los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) son contundentes. Más del 90% de la población adulta española considera que saber idiomas es muy importante, pero tan sólo el 8,3% admite estudiar otra lengua en la actualidad. El 91,8% de los encuestados piensa que para aprender bien un idioma extranjero hay que empezar desde muy joven. Paula Bosworth, directora de programas de idiomas de la Escuela de Alta Dirección y Administración (EADA) y coautora de ‘Triunfar con el inglés: cuando uno ya no es tan joven’, cree, sin embargo, que “con los profesionales adecuados, motivación y buen humor se aprende bien y rápido”. Esta profesional, después de 25 años de docencia, aconseja a los adultos que quieran iniciarse en el aprendizaje de idiomas que sean realistas y “no crean que se puede aprender todo en dos meses”.
Cuanto más joven es el alumno, más fácil es aprender una lengua, pero esto también se aplica a la informática, los deportes y la música y no por ello se desiste de hacer el esfuerzo. Los adultos, sin embargo, tienen otras ventajas para aprender un idioma, como la experiencia y las oportunidades de viajar.
A menudo, los mayores están más motivados que los jóvenes. Si quieren aprender un idioma es por razones de peso: motivos profesionales, de ocio o inquietudes culturales. Saben qué quieren y esto les ayuda a conseguir sus objetivos.
“Hace falta dar a la enseñanza un enfoque comunicativo y utilizar una metodología práctica”
Hace falta dar un enfoque comunicativo y utilizar una metodología práctica, con ejemplos y situaciones reales que el alumno puede aplicar a su vida profesional o personal en un breve periodo de tiempo. De este modo, se consigue una mayor y mejor automotivación del estudiante.
En absoluto. Hay tantas oportunidades y herramientas para aprender y practicar un idioma, que la típica estancia de dos semanas en el extranjero no es imprescindible. Si el estudiante se involucra de lleno en el aprendizaje, puede obtener los mismos resultados. En las grandes ciudades hay muchísimas actividades, conferencias, teatro y grupos de ocio en otras lenguas. Hay libros, recursos multimedia y personas de diversas nacionalidades por toda la geografía española. Hay que aprovechar esta gran riqueza cultural.
Puede ser un tópico, pero los mercados emergentes de Asia indican que el chino mandarín o el árabe son buenas opciones. Aunque sean muy difíciles de aprender, causan impresión en un currículo por la visión de futuro y seriedad que aportan al candidato.
“En educación primaria y secundaria todavía se hace demasiado énfasis en la gramática”
Ha mejorado mucho en los últimos años y la formación de los profesores ha alcanzado niveles aceptables. Sin embargo, en educación primaria y secundaria todavía se hace demasiado énfasis en la gramática, se repiten los mismos contenidos cada año y no se da la suficiente libertad ni creatividad a los alumnos. Esto conduce a la desmotivación y a que no entiendan la utilidad de aprender una lengua extranjera. Hay otros aspectos extraescolares que también influyen en el aprendizaje, como que los jóvenes no consideren normal ver una serie o una película en inglés. El doblaje ha hecho mucho daño al aprendizaje del inglés en España.
Internet es una herramienta idónea para aprender y practicar idiomas. Un usuario tiene acceso a miles de recursos con un solo clic: artículos, actividades, audio, lecturas y posibilidad de comunicarse con personas en todos los idiomas. Hoy en día, el aprendizaje on line está muy consolidado y su nivel pedagógico es muy alto. La eficacia de estos métodos está comprobada, sobre todo, en la formación mixta “blended learning”, cuando el usuario aprende con las dos metodologías: presencial y on line.
“Hay que ser realista, no creer que se puede aprender todo en dos meses”
Lo más importante es tener paciencia y ser positivo. Sólo con constancia se consiguen los resultados deseados. Hay que ser realista, no creer que se puede aprender todo en dos meses. Con los profesionales adecuados, motivación y buen humor, se aprende bien y rápido.
A estas alturas nadie se engaña con los métodos rapidísimos ni con las dietas milagrosas. No es que haya algo malo en “aprender inglés en dos semanas”, pero puede llevar a la desilusión. La persona que quiere y necesita aprender una lengua extranjera sólo lo conseguirá si pone las ganas, el tiempo y el esfuerzo necesarios.
En un mundo ideal cada persona del planeta hablaría cinco o seis idiomas, pero ni vivimos en un mundo ideal ni creo que éste sería un objetivo muy realista en los próximos 50 años. El inglés es el idioma más útil para la empleabilidad y su dominio debería ser un objetivo a medio plazo de todo profesional. Luego, cada uno debe analizar sus necesidades y capacidades para elegir una tercera lengua.
“Hay que ser positivo, proactivo y disfrutar de la experiencia”
Debe ponerse en manos de profesionales y comprobar que hay buena sintonía con el profesor. Es necesario que explique bien y se entiendan cuáles son sus objetivos. En función de estos, la escuela o el docente deben ser capaces de diseñar un itinerario formativo coherente, con materiales acordes con su nivel y necesidades y con un plan de seguimiento del progreso del alumno que le indique dónde y cómo mejorar. Por último, debe tener en cuenta que el aprendizaje de idiomas es cuestión de actitud, tanto del profesor como del alumno: ser positivo, proactivo y disfrutar de la experiencia es el mejor consejo.
El 25,5% de la población adulta española se ha sentido perjudicado en algún momento de su vida laboral o durante los estudios por no hablar un idioma extranjero. Éste es uno de los datos que se desprenden del barómetro de opinión elaborado el pasado mes de febrero por el Centro de Investigaciones Sociológicas. El estudio apunta que sólo el 22,9% de los encuestados es capaz de hablar y escribir en inglés, mientras que otros porcentajes menores pueden hacerlo en otras lenguas como francés (8,8%), italiano (1,4%) o alemán (1,6%).
Del 8,3% de los adultos que en la actualidad aprenden otra lengua extranjera, la mayoría (68,4%) se decanta por el inglés, un 7,8% por el francés y un 5,3% por el alemán. Los motivos principales que aducen para seguir estas enseñanzas son la necesidad para su trabajo (45,1%) y el interés personal por aprender idiomas (33,5%)