El Ministerio de Educación y varias comunidades autónomas han implantado ya en su ámbito de gestión las pruebas libres de bachillerato, una nueva vía para que los mayores de veinte años puedan obtener el título de bachiller sin necesidad de cursar las enseñanzas académicas. Esta modalidad aporta mayor flexibilidad al sistema educativo y permite retomar los estudios a los jóvenes que los abandonaron de forma prematura.
Una de las principales preocupaciones de los responsables del ámbito educativo en nuestro país es la elevada tasa de abandono escolar temprano. Según los últimos datos registrados por el Ministerio de Educación, se sitúa en un 31,2%. Estos son jóvenes que, por determinadas causas y circunstancias, aparcan sus estudios antes de tiempo sin conseguir una titulación que les permita acceder a niveles educativos superiores o a un mercado de trabajo más amplio, que exige una formación académica mínima a sus aspirantes.
Son vías alternativas a las enseñanzas regladas para validar los aprendizajes de los adultos
Para atender a este grupo, la Ley Orgánica de Educación (2006) reconoce la necesidad de incrementar la flexibilidad del sistema educativo, de modo que se permita que todas las personas tengan la posibilidad de formarse y continuar su aprendizaje, a pesar de haberlo abandonado de forma prematura. Una de las medidas efectivas que propone esta Ley es el establecimiento de vías alternativas a las enseñanzas regladas para validar los aprendizajes de los adultos y permitirles que obtengan un título con los mismos efectos laborales y académicos que si hubieran cursado estudios regulares.
De este modo, la LOE insta a las administraciones educativas autonómicas, en el ámbito de sus competencias, a que organicen de forma periódica pruebas para que las personas mayores de 20 años puedan obtener el título de bachiller sin necesidad de cursar las enseñanzas de esta etapa educativa en cualquiera de sus modalidades, ya sea presencial o a distancia. En la actualidad, además del Ministerio de Educación en su correspondiente ámbito de gestión (centros en el extranjero, Ceuta y Melilla), las comunidades de Andalucía, Asturias y Aragón han puesto ya en marcha esta prueba libre en sus territorios.
Quién puede hacer la prueba
Las pruebas libres de bachillerato se dirigen a personas mayores de 20 años
Las pruebas libres de bachillerato se dirigen a personas mayores de 20 años o que cumplan esta edad en el año natural en el que se realiza el examen. Deben carecer del título de bachiller y no cursar en ese momento un nivel académico de enseñanzas de bachillerato en cualquiera de sus modalidades.
Respecto a los requisitos académicos, no se exige ninguna titulación previa al aspirante, excepto en el ámbito de gestión del Principado de Asturias, donde se requiere tener el título de Graduado en ESO. Esta misma comunidad establece también que a la prueba tan sólo pueden presentarse los ciudadanos empadronados en cualquier municipio de la autonomía, mientras que en el resto de comunidades el acceso es libre para todos los aspirantes que cumplan los requisitos mencionados con anterioridad.
Objetivo y estructura
El objetivo es valorar la madurez intelectual y humana del aspirante y su formación general en las principales competencias
La finalidad de la prueba libre del título de bachiller es verificar que quien la realiza ha alcanzado los objetivos marcados en el currículo oficial de esta etapa académica. En definitiva, valorar la madurez intelectual y humana del aspirante y su formación general en las principales competencias que favorecen la continuación de su aprendizaje en alguna de las enseñanzas regladas del sistema educativo.
La prueba se estructura en dos partes principales. La primera evalúa las materias comunes de bachillerato y los examinados tienen que realizar distintos ejercicios referentes a estas asignaturas. La segunda parte es diferenciada, según las distintas modalidades del bachillerato actual. Cada comunidad autónoma establece el número de materias o ejercicios que deben cumplimentar los aspirantes en esta segunda fase.
Convalidaciones y título
Una de las principales ventajas de esta prueba es que si los aspirantes han aprobado de forma previa en las enseñanzas regladas una o varias materias de bachillerato que forman parte del examen, estarán exentos de realizar los ejercicios correspondientes a éstas. La nota global se calcula con la calificación de la materia correspondiente ya superada.
Los candidatos pueden mantener para sucesivas convocatorias la calificación obtenida en las materias
La prueba se considera superada cuando se aprueban todos los ejercicios que la componen. Si es así, el aspirante recibe el título de bachiller, que tendrá efectos laborales y académicos en todo el territorio español. En caso de no aprobar todos los ejercicios, los candidatos pueden mantener para sucesivas convocatorias la calificación de la materia o las partes superadas, que se considerarán aprobadas si decide continuar las enseñanzas de bachillerato en las modalidades nocturna o a distancia.