Se resiste a levantarse, llora, grita, discute, en definitiva, se niega a ir al colegio. No es extraño vivir esta situación en los hogares con niños en edad escolar. Sin embargo, en ocasiones, se prolonga en el tiempo y se convierte en un comportamiento reiterado. En estos casos, las familias deben adoptar determinadas estrategias de intervención para descubrir las razones del rechazo del estudiante al colegio e intentar fomentar su interés y atracción por ir a la escuela.
Motivos de alarma de rechazo a la escuela
Suena el despertador y comienza la lucha. La negativa de un escolar a acudir al centro educativo para asistir a clase es una situación que se repite con frecuencia en muchos hogares. En el caso de los alumnos más pequeños que inician la escolaridad, este rechazo a la escuela es, en general, temporal y está asociado a los miedos infantiles a la separación y a enfrentarse a nuevas situaciones, por lo que los progenitores no deben preocuparse en exceso.
Es precisa una intervención consensuada entre el centro y la familia
Sin embargo, cuando el rechazo se convierte en una actitud reiterada, se manifiesta de forma inesperada después de una buena adaptación del alumno o se detecta en edades más avanzadas, es precisa una intervención consensuada entre el centro y la familia para determinar las causas que han llevado a esa situación y tratar de elaborar una estrategia para superarla.
Posibles causas del rechazo al colegio
Los motivos que llevan a un estudiante a rechazar de forma reiterada la asistencia al colegio pueden estar relacionados tanto con el ámbito escolar y académico, como con el personal y familiar. Los especialistas apuntan los siguientes factores como los principales causantes de esta situación:
Problemas académicos o dificultades de aprendizaje que causan ansiedad en el alumno y le impiden avanzar en el currículum.
Situaciones de rechazo social entre compañeros o de acoso o intimidación en el entorno de la escuela.
Cambios significativos en el hogar (separación o divorcio, nuevos nacimientos o movilidad, entre otros), que generan miedo a que pueda ocurrir algo en el entorno familiar mientras asisten al colegio.
Transición entre etapas educativas, que implican enfrentarse a nuevos compañeros, nuevos docentes y a un centro diferente en algunos casos.
Actitud de los padres
Estos factores se pueden dar de forma independiente o es posible que el rechazo esté provocado por la combinación de varios de ellos. Por este motivo, el primer paso que deben dar los padres ante una situación de negativa al colegio es intentar averiguar cuáles son las circunstancias concretas que provocan en el estudiante esta actitud. Estas son algunas de las estrategias para conseguirlo:
Pautas para intervenir
Una vez descubiertas las razones que angustian o crean ansiedad en el escolar, es preciso intervenir para intentar cambiar la situación. La intervención diferirá en función de las causas específicas que hayan provocado el rechazo y los padres deberán definirla de forma conjunta con los responsables académicos del alumno.
Los especialistas apuntan también algunas pautas genéricas que se pueden adoptar para favorecer un cambio de actitud en el alumno:
Comentar en casa las actividades escolares programadas para manifestar al estudiante el interés familiar por su vida académica.
Acompañarle al colegio, que sienta que es un «terreno» conocido por la familia, donde se puede sentir seguro.