El nivel de desempleo entre los jóvenes aumenta, pero también su iniciativa para buscar una salida a la elevada tasa de paro. Cada vez son más quienes, al terminar la universidad, deciden montar su propio negocio, opositar para ser funcionarios o buscar trabajo fuera de nuestras fronteras. En este artículo se explican seis salidas profesionales elegidas por los jóvenes después de la universidad y cómo estudiar en el extranjero es ya una opción en alza para mejorar la formación, a la vez que se perfecciona un idioma.
Seis alternativas después de la universidad
Aumentan los universitarios que piensan en montar su propio negocio y descienden quienes prevén opositar
El nivel educativo se relaciona con las posibilidades de encontrar o mantener un empleo. Sobre todo en tiempos de crisis, como el actual, se estima que los profesionales más formados tienen menos probabilidad de perder su puesto de trabajo. Casi un 40% de los empleados en nuestro país ha cursado estudios superiores.
Entre las alternativas para trabajar, la crisis actual ha aumentado el interés por algunas de ellas, ya tradicionales, a la vez que ha revelado otras propuestas cada vez más atractivas para los jóvenes.
Buscar un empleo. Es la salida tradicional, pero encontrar un trabajo por cuenta ajena es en la actualidad más complicado. Los estudiantes de determinadas carreras que terminen sus estudios a lo largo de este año lo tendrán más fácil. Se espera que en 2013 los sectores con mayores posibilidades de empleo sean la automoción, la industria tecnológica y la informática.
Autoempleo. Uno de cada cuatro estudiantes de bachillerato ya baraja esta posibilidad y, de hecho, cree que montará su propio negocio al terminar la universidad. Una encuesta realizada por la consultora Círculo Formación en la anterior edición de la feria Unitour, de noviembre de 2011 a marzo de 2012, precisa que un 26% emprenderán nuevas actividades por cuenta propia. Los más emprendedores son los jóvenes de Sevilla (33%), Málaga (29%), Tenerife, Gran Canaria, Mallorca y Valencia (28% en cada provincia).
Opositar. En la misma proporción que quienes optan por el autoempleo, un 26% de los estudiantes que están a punto de iniciar la universidad creen que opositarán al terminarla. El porcentaje ha descendido un punto con respecto a 2010, probablemente influido por las últimas medidas relacionadas con los trabajadores públicos.
La decisión de opositar requiere tiempo y tesón, puesto que implica estudiar la materia correspondiente a la oposición, pero hay claves para salir airoso de una oposición. Quienes se decidan por esta salida deben obtener toda la información relativa a la oposición para cumplir los plazos y los requisitos exigidos. Es importante conseguir el temario para prepararse de manera adecuada para el examen, revisar pruebas realizadas otros años para conocer el modelo o el tipo de preguntas y cumplir los requisitos de formación, es decir, contar con los títulos que se soliciten.
Trabajar en el extranjero. Alemania, China, Brasil… estos y otros destinos se promocionan cada vez más para los licenciados, junto con otros tradicionales que mantienen interés, como Inglaterra. «Si en España no encuentran ninguna opción que les satisfaga», detalla el informe de Círculo Formación, un 24% de los estudiantes no tendría problema en probar suerte en el extranjero.
Trabajar en otra ciudad. No obstante, en caso de ser necesario, la mayoría de los estudiantes intentan encontrar un empleo en una ciudad diferente a la suya, antes que cambiar de país. Apenas tres de cada diez estudiantes no contemplan la idea del traslado (quieren trabajar en su ciudad de origen), mientras que el resto está abierto a esta posibilidad. Prima el trabajo por encima del lugar.
Hacer un máster. Después del estudio, más estudio. Cursar un máster al terminar la universidad es una opción para quienes no encuentran un empleo y optan, siempre que sea posible, por continuar su formación. De este modo, se mejora la preparación y las posibilidades de hallar un trabajo remunerado, al especializarse en un área concreta.
Una opción cada vez más demandada, aunque menos económica, es estudiar un máster en el extranjero. Además de la formación, permite perfeccionar un idioma, muy valorado en el momento de buscar un empleo.
Estudiar en el extranjero: una opción en alza
Viajar al extranjero es una de las alternativas que más relevancia ha ganado en los últimos años. Cuando en nuestro país se carece de opciones, se buscan en otros lugares de alrededor e incluso se cruzan océanos para lograr una oportunidad. La tendencia apuesta ya por atravesar las fronteras antes de terminar los estudios de grado, siempre que sea posible, ya que el principal inconveniente es económico, ya sea por carecer del dinero suficiente o de una beca con la que afrontar el coste.
A un 54% de los estudiantes les gustaría cursar un año de carrera en el extranjero, mientras que el 25% se decanta por dos
La formación en otro país, pero sobre todo la posibilidad de aprender o mejorar un idioma extranjero, se contempla como un factor más a favor de un mejor empleo. Todas estas tendencias se recogen en la feria Unitour, dirigida a alumnos de último curso de bachillerato y que hasta el 1 de marzo recorre el país para mostrarles las diferentes titulaciones y universidades a las que pueden acceder, así como las alternativas una vez concluidos estos estudios.
El informe realizado en la pasada edición refleja que a un 54% de los estudiantes les gustaría cursar un año de la carrera en el extranjero, mientras que el 25% se decanta por dos. De hecho, los acuerdos internacionales de la universidad con otros centros es uno de los aspectos que tienen en cuenta el 10% de los estudiantes en el momento de elegir lugar de estudios.