Investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann en, Rehovot (Israel), han observado por primera vez un tipo de supernova que pudo ser clave en los inicios del Universo, según publican en la revista «Nature». Esta estrella, cuya explosión se divisó en 2007, es con probabilidad la más grande y masiva jamás observada.
Las estrellas con masas iniciales de entre 10 y 100 veces la del Sol (10-100 MSun) finalizan sus vidas en supernovas de colapso nuclear. Cuando la fusión nuclear cesa, el corazón de hierro de la estrella colapsa para formar una estrella de neutrones o un agujero negro, con la repentina liberación de energía gravitacional que conduce a la explosión de la supernova.
Sin embargo, se cree que las estrellas de más de 140 MSun desarrollan núcleos de oxígeno de baja densidad en los que los fotones energéticos interactúan con núcleos atómicos para formar pares de electrones-positrones. La pérdida de fotones, y por ello de presión de radiación, conduce a una contracción violenta y después a una explosión nuclear descontrolada conocida como supernova de inestabilidad pareja.
Bajo la dirección de Avishay Gal-Yam, los científicos explican las observaciones de SN 2007bi por su vinculación con una supernova de inestabilidad pareja. En particular, la luminosidad extrema de la explosión y su evolución en el tiempo parecen requerir una estrella progenitora con una masa nuclear de alrededor de 100 MSun, que implica una masa total de al menos 200 MSun.
Se cree que este tipo de estrellas masivas, que pueden sobrevivir sólo en un ambiente pobre de metales como la galaxia que alberga SN 2007bi, eran comunes en los inicios del Universo. Por ello, las supernovas de inestabilidad pareja podrían haber sido importantes en la evolución del Universo primitivo.