Los sistemas educativos europeos actuales apuestan por la competitividad, la competencia económica y la excelencia científica. Lo dice un estudio comparativo de varios modelos de enseñanza del continente, que destaca la integración de los inmigrantes, el refuerzo de los estudios de Formación Profesional y la lucha contra el fracaso y el abandono escolar como los principales retos del sistema educativo español.
El estudio pone de manifiesto el alto nivel de formación, democratización y de posibilidades de acceso que ofrecen los sistemas educativos europeos, cuyo éxito se ha basado en la cohesión social, los sistemas de formación del profesorado y el buen funcionamiento de los centros escolares. Actualmente, se encuentran a la cabeza de los resultados educativos países como Finlandia, Holanda, Bélgica y Suecia; mientras que con peores notas están Portugal, Grecia, Italia y España.
«Hasta ahora, en España hemos logrado una educación de mínimos para todos; ahora hay que lograrla de óptimos», indica Joaquim Prats, coautor de «Los sistemas educativos europeos ¿Crisis o transformación?», auspiciado por la Fundación La Caixa. Un momento malo a tenor de los indicadores sobre fracaso escolar, rendimiento académico y niveles de calidad en general, «pero no catastrófico», si se analiza en términos históricos y comparativos con otros países europeos.
Las estadísticas colocan a España «en la franja baja» de los países de la UE y la OCDE; entre un 27% y un 33% del alumnado no consigue graduarse en Educación Secundaria; un 23% no alcanza los umbrales mínimos de conocimientos en Matemáticas y Lengua, y apenas un 10% entra dentro de los niveles de excelencia, frente al 16% de Francia o las tasas superiores al 20% en países como Finlandia y otros nórdicos.
Sin embargo, España tiene el porcentaje más alto de Europa en población estudiante universitaria, y en tres décadas ha escolarizado al 65% de jóvenes de 15 y 16 años que en 1975 no cursaban estudios en centros reglados, y salvo en las personas de más edad, ha erradicado el analfabetismo en la mayoría de los segmentos de la población.
En cuanto al gasto público en educación, la media por alumno está unos 1.400 euros anuales por debajo de la media de la OCDE. No obstante, el informe cita como excepciones las comunidades de Asturias, Navarra y País Vasco, donde es superior.
Problemas comunes
«Los sistemas educativos europeos ¿Crisis o transformación?» repasa varios de los modelos académicos que coexisten en el continente: inglés, francés, alemán, belga-flamenco, holandés y español. De este trabajo se puede extraer que los problemas son en gran medida comunes.
En todos ellos, la Educación Secundaria, que va de los 12 a los 16 años, es la franja académica más conflictiva; tanto en los modelos comprensivos (todos los niños estudian con iguales objetivos, en las mismas aulas y con igual titulación al final de cada ciclo), caso del español, como en los de itinerarios o competitivos, caso del sistema inglés.
Y todos ellos tienen enfrente el reto inaplazable de integrar al alumnado inmigrante. En España el fenómeno es muy reciente, pero en menos de una década, cuando los escolares inmigrantes lleguen masivamente a la Secundaria, pueden empezar los problemas, advierten los autores del estudio.