El municipio de Yebes (Guadalajara) acoge el nuevo radiotelescopio del Centro Astronómico Nacional, un aparato de enormes dimensiones que permitirá estudiar el cielo con mayor nitidez y también el subsuelo del planeta, ya que, entre otras funciones, analizará cualquier movimiento sísmico.
Este ingenio, de 300 toneladas de peso y 40 metros de diámetro para ondas centimétricas y milimétricas, ha tardado cuatro años en ser construido y estará plenamente operativo y a disposición de la comunidad científica a finales de este año.
Se destinará a observaciones de interferometría de muy larga base y de antena única, «y se utilizará para aplicaciones en astronomía, geodesia y geofísica, lo que nos va a permitir obtener resultados no solamente del cielo, sino también de la Tierra, como los movimientos de las placas tectónicas o la rotación del planeta», explicó el director del Centro Astronómico, José Antonio López.
El radiotelescopio capta las ondas de radiometría de los objetos celestes y es capaz de hacer visibles objetos cósmicos merced a sus receptores congelados a unos 250 grados bajo cero. Otras de sus utilidades serán estudiar el movimiento de los polos y tratar de prevenir terremotos.
Un total de 10 millones de euros ha costado la construcción de este elemento, que se sumará a los dos telescopios ópticos que ya existen en Yebes.