Centenares de biólogos de diez laboratorios de todo el mundo han unido sus esfuerzos en una tarea de cinco años conocida como Proyecto Genográfico, cuya finalidad es determinar cómo el hombre moderno pobló la Tierra hace cerca de 100.000 años. Entonces, un único grupo de seres humanos, los primeros en ser como nosotros, abandonaron las lejanas tierras centroafricanas para extenderse, en pocos miles de generaciones, por el resto del mundo, y los descendientes de aquel grupo poblaron el planeta con múltiples razas.
Los científicos responsables del proyecto han dividido el planeta en diez grandes regiones. En cada una de ellas se realizarán, a partir del próximo mes de enero, cerca de 10.000 análisis genéticos, cuyos resultados se compararán después minuciosamente en busca de los rasgos y mutaciones comunes que, según su antigüedad y localización, irán haciendo posible elaborar un mapa genético.
Los diez laboratorios usarán los mismos tipos de análisis moleculares y estadísticos, lo que permitirá que los datos conseguidos en Asia, África, Europa o América sean comparables. «Cada uno de esos laboratorios podrá crear su propia historia continental, que luego se unirá a las demás para remontarse hasta el ancestro común», indica Lluis Quintana-Murci, el único científico español implicado en el proyecto.
A diferencia de otras investigaciones, que se basan en ADN mitocondrial, una parte de nuestra herencia que se transmite sólo por vía femenina, de madres a hijas, el Proyecto Genográfico ha elegido el cromosoma «Y», que es el masculino. «Otros estudios se han centrado en el ADN mitocondrial de las mujeres. Pero nosotros no pretendemos establecer líneas genealógicas familiares. Nosotros queremos establecer líneas genealógicas poblacionales», explica Quintana-Murci.
Al final del proyecto, los investigadores esperan obtener nuevos datos sobre la historia y la evolución de la humanidad, así como nuevas claves para conocer el proceso que llevó a un grupo aislado de humanos a poblar el planeta entero y determinar cómo pudo ser nuestro primer antepasado.