Una empresa de biotecnología de California ha clonado por primera vez una mascota que falleció en 2003. Se trata del clon de un gato que murió tras cumplir 17 años y que ha costado a su propietaria nada menos que 50.000 dólares. «Little Nicky» es el clon de «Nicky», un gato con facilidad para aprender y afectuoso. Antes de proceder a la clonación, su propietaria había almacenado ADN de su animal de compañía, lo que ha permitido realizar este experimento. «No veo ninguna diferencia entre uno y otro», declaró la propietaria.
La empresa Genetic Savings and Clone, con sede en Sausalito, cerca de San Francisco, es la primera en todo el mundo que clona gatos. En 2005 tiene previsto también realizar copias genéticamente idénticas de perros a cambio de 100.000 dólares. «Little Nicky», que ya tiene nueve meses, fue clonado con un método modificado del aplicado a la oveja «Dolly». Con este procedimiento, conocido con el nombre de transferencia de cromatina, se busca descartar problemas como malformaciones, mal funcionamiento de órganos o muerte prematura, que se presentaron en «Dolly» y otros animales clónicos.
El caso de «Little Nicky» ha causado reacciones dispares en EE.UU. «Nosotros debemos matar cada año millones de gatos porque nadie se quiere hacer cargo de ellos», dijo el presidente de la asociación Best Friends Animal Society, Michael Mountain. «No hay escasez de gatitos. Entonces, ¿por qué debemos clonarlos?», se preguntó. Sin embargo, la propietaria del gato clonado, la cliente de Genetic Savings and Clone, afirmó que «Nicky» era «particularmente bello, inusualmente inteligente y capaz de cumplir once órdenes».