Una proteína que protege las terminaciones de los cromosomas, y cuya activación sin control es la causa de la inmortalidad de las células cancerosas, desempeña un papel inesperado en el crecimiento de los folículos capilares. Este descubrimiento, descrito hoy en la revista científica «Nature» por investigadores de California, abre nuevas posibilidades terapéuticas contra la calvicie, la regeneración de tejidos dañados por el envejecimiento y el cáncer.
La proteína TERT es un componente clave de las telomerasa, enzima que protege la integridad de las terminaciones de los cromosomas después de cada división de las células. En el estudio dirigido por el profesor Steven Artandi, de la Universidad de Stanford, en California, se descubrió una aplicación hasta ahora desconocida de la proteína: en la epidermis puede activar células madre de folículos capilares adormecidos.
El nuevo descubrimiento sobre la proteína TERT «abre la puerta para experimentar con nuevos usos terapéuticos para tratar las enfermedades relacionadas con tejidos dañados y con el envejecimiento», comentó Artandi.
Respecto a la calvicie, los expertos tienen sus dudas. La doctora Elizabeth Blackburn advierte de que la telomerasa «no es la panacea para devolver el pelo a los calvos, pero sabemos que esta enzima es clave para el mantenimiento de los tejidos en la salud y en la enfermedad, así que debemos buscar más allá de su función convencional para llegar a entender todo su potencial».