Un estudio de la Universidad Macquarie, en Sidney (Australia), y de la Universidad de California, en Santa Bárbara (Estados Unidos), que se publica esta semana en la revista «Nature» mantiene que la forma de vida más antigua del planeta podría estar en unos fósiles con 3.430 millones de años.
Así, según estos investigadores, unas formaciones rocosas con extrañas formas que se encuentran en la región llamada Pilbara, en el oeste de Australia, podrían ser la evidencia fósil más antigua de la vida sobre la Tierra. Según un estudio integral de las capas de sedimentos llamados estromatolitos, los microbios se encontraban vivos y en buenas condiciones en arrecifes marinos de hace unos 3.430 millones de años.
Descritos por primera vez hace casi tres décadas, los estromatolitos australianos son un continuo tema de debate. Mientras que algunos especialistas creen que fueron formados por microbios primitivos, otros consideran que se originaron químicamente debido a respiraderos hidrotermales. Los investigadores que han desarrollado este trabajo intentaron resolver esta controversia estudiando una franja de roca rica en estromatolitos de unos 10 kilómetros de largo e identificaron siete tipos de estromatolitos con formas diferentes.
Los científicos señalaron que su complejidad los convierte en demasiado elaborados para ser elementos químicos de la naturaleza. Vistos en conjunto, los estromatolitos parecen una formación de arrecife, lo que sugiere la existencia de un ecosistema complejo, agregaron los autores de esta investigación.