Los gatos necesitan arañar, y los rascadores caseros les ayudan en esta importante tarea, mientras se consigue que no arreglen sus uñas en otros muebles de la casa. Los felinos liman sus uñas no solo como parte de su importante aseo. Rascar les sirve para comunicarse con otros gatos y con las personas, marcar su territorio y sentirse confiados, así como para liberar estrés. Este artículo explica por qué los felinos arañan y recoge cómo hacer 13 rascadores de un modo sencillo y sin gastar dinero, con cartón, cuerdas de pita y viejos felpudos. ¿Un truco para que tu felino use el rascador? Utiliza el catnip, una hierba que enloquece a los gatos.
¿Por qué arañan los gatos? Así se comunican
Los gatos arañan objetos no solo para afilar sus uñas, también como medio de comunicación, marcar su territorio y de liberar estrés
Los gatos necesitan tener en casa rascadores para sus uñas. Este objeto les permite mantener sus uñas fuertes, pero también les ofrece la posibilidad de dejar potentes señales al resto de los habitantes de la casa: felinos, perros y personas. «Los gatos arañan objetos, sobre todo, como medio de comunicación: la superficie rayada supone una señal muy visible para el resto de felinos y humanos, que no tardarán en verla», explica el veterinario Daniel Estep, de la Sociedad Americana de Comportamiento Animal.
El afilado de sus uñas posibilita al felino, por lo tanto, dejar mensajes visibles que queden grabados en la superficie u objeto utilizado para esta tarea. Pero esta información pulida con las uñas no solo es visual. «Además, los gatos tienen glándulas olorosas en las almohadillas de sus patas, unas células que dejan señales olfativas al resto de los habitantes de casa en las superficies que arañan», dice Estep. Este marcaje les permite orientarse, reconocer su territorio y sentirse así confiados y relajados.
Y no solo eso. El lijado de uñas también es para el peludo amigo de cuatro patas un ejercicio con el que ahuyentar el estrés. «Los gatos necesitan usar los rascadores para limar sus uñas, pero también porque les ayuda a liberar mucha ansiedad«, añade la veterinaria Patricia González.
El lijado de uñas del felino en casa, en consecuencia, no es solo un hábito de aseo imprescindible. También funciona como potente herramienta de comunicación -aunque pase desapercibida por la mayoría de los humanos- y resulta una vía de escape para su estrés.
Rascadores para gatos, ¡importantes contra otros destrozos!
Los gatos sin un rascador adecuado elegirán de forma natural un pequeño número de objetos para el lijado de sus uñas. Estas superficies pueden incluir los bajos del sofá, las patas de una silla, cestas de mimbre y alfombras de casa no pensadas -al menos en principio- para el uso del amigo de cuatro patas.
Un rascador que sea del agrado del felino impedirá algunos estropicios en la vivienda. Y es que estos accesorios son la mejor forma de prevenir que los peludos animales lijen sus afiladas uñas en los muebles.
Los rascadores para gatos pueden adquirirse en las tiendas especializadas en felinos pero, en función de su tamaño y características, costarán entre 15 y 60 euros (incluso más) sin que nadie sea capaz de asegurar que serán del total agrado del exigente felino. Además, los rascadores no son eternos, pues su uso implica un desgaste que obliga a sustituirlos cada cierto tiempo.
Un modo divertido de ahorrar consiste en construir en casa el rascador para gatos. Esta opción permite no solo economizar gastos de forma segura sino, también, conocer un poco más al adorable felino que vive en el hogar.
Cuatro rascadores para gatos caseros con cartones
Las cajas de cartón que acaban en el cubo del reciclado pueden tener una segunda vida y, además, enamorar a los felinos. Los gatos adoran las cajas porque les sirve de refugio, para dejar su olor y jugar, entre otros usos. «Un día comprobé lo que disfrutaba mi gato destrozando unos cartones de los que pensaba deshacerme», afirma Shelly Jefferson, autora del blog Kamiak Creek.
Esta debilidad felina es la que aprovechó para crear este original rascador para gatos solo con cartones. Las láminas se recortan en tiras de unos 10 centímetros y se colocan de canto en el interior de otra caja. La presión entre los trozos de cartón impedirá que el felino desmonte este original, muy sencillo y gratuito rascador.
Una segunda propuesta consiste en poner un marco, con ayuda de unos simples listones, en el rascador para gatos con cartones. Esta alternativa proporciona algo más de consistencia y lo hará más resistente para aguantar los arañazos del felino.
La tercera opción supone crear unos agujeros en el extremo de las tiras de cartón. Estos orificios permitirán hacer pasar una cuerda de pita y colgar este rascador para las uñas del gato del sitio que se desee. Un poco de hierba gatera repartida por los cartones animará al felino a utilizar su nuevo rascador con mayor entusiasmo.
¿Una cuarta posibilidad? Crear un original rascacielos gatuno solo con cartones, que servirá además como rascador en altura. La idea es apilar las láminas, una sobre otra, hasta alcanzar la envergadura deseada. La consistencia se obtiene con ayuda de una vara de madera -por la que se hacen pasar los cartones agujereados con anterioridad- y de una plataforma del mismo material colocada en el suelo. Las formas recortadas en el cartón determinarán el modelo de torre rascadora para felinos. Un rasca-gatos al más estilo neoyorquino.
Tres rascadores para gatos con felpudos
El felpudo áspero utilizado para limpiar el calzado antes de entrar en casa es una de las superficies preferidas por los felinos para limar sus uñas. Basta con abrir la puerta del descansillo de la vivienda y advertir como los peludos inquilinos salen disparados en busca de la alfombrilla del vecino, cuando tiene estas características.
La idea más sencilla de hacerse con un rascador para gatos es por tanto esa: agenciarse un felpudo que pase el listón de las exigencias felinas y colocarlo en un sitio que sea de su agrado.
Una segunda propuesta algo más elaborada -no mucho más- para hacer un rascador de gatos en casa con un felpudo es enmarcarlo con listones de madera. Si uno recuerda dejar un agujero en medio, este accesorio puede incluso colgarse del pomo de la puerta.
El más difícil todavía queda para el final. La idea es fabricar esta torre-rascadora para felinos con ayuda de distintas plataformas o planchas de madera contrachapada. El conjunto se forra una vez armado con un felpudo que facilite el arañado del gato. Este rascador permite no solo el acicalamiento de las uñas al peludo amigo, sino que también le ofrece unas vistas privilegiadas en altura y un escondite formidable -es hueco- durante sus juegos con su amigo de dos piernas.
Tres rascadores-cama para gatos caseros, ¡y gratis!
Los perezosos encontrarán este rascador para las uñas del felino hecho en casa irresistible. Su construcción no obliga a cortar tantas tiras de cartón y tan finas. Basta con enrollarlas sobre sí mismas hasta conseguir el diámetro que se desee para este accesorio. Los más coquetos pueden darle aún un toque de color: unas acuarelas o unos trozos de tela servirán para forrarlo y dar rienda suelta a la imaginación. Este modelo horizontal de rascador no solo sirve para el lijado del gato, sino también como cama, alfombra o zona de descanso.
Una segunda alternativa para fabricar un rascador casero para felinos consiste en recortar las tiras de cartón con dos anchuras diferentes -las más anchas se colocarán fuera-. Esta propuesta permite al gato utilizarlo como cama y acomodarse en su interior durante sus horas de descanso.
Pero si la desidia aún golpea con más fuerza, este tercer modelo de rascador felino de cartón dejará sin excusas incluso al más desganado. Basta con enrollar el cartón y utilizar un trozo de cinta aislante al final para fijarlo.
Tres rascadores para gatos caseros con cuerdas
La rugosa (y muy económica) cuerda de pita también sirve para fabricar rascadores.
La primera idea es del blog La Loca de los Gatos, que propone hacer un rascador para las uñas del felino con una madera cubierta con un paño de cocina y una tela decorativa. Este conjunto se enrolla a su vez con la cuerda de pita, que servirá de superficie rascadora para los peludos habitantes de la casa.
La cuerda de pita también permite crear llamativos rascadores para gatos con forma de cilindro en altura. La idea es enrollar el rugoso cordel con la suficiente tensión alrededor de un cilindro o poste que ya haya en casa y no importe compartir con el felino.
La tercera propuesta implica dedicar algo más de tiempo, pero el resultado lo merece. Con ayuda de dos plataformas de madera -una de mayor tamaño en el suelo y otra más pequeña encima del todo, sobre la que podrá subirse el felino- es posible fabricar una torre rascadora para gatos también con cuerdas. La idea es de blog Instructables. ¿Por qué este rascador hará las delicias del felino? El accesorio no solo permitirá al amigo de cuatro patas mantener sus uñas aseadas sino que, además, le proporcionará unas vistas en alturas desde las que inspeccionar todo su territorio -en este caso, la casa- casi de un único vistazo.
- Sigue a Eva San Martín en Twitter.