Cuando los dueños no pueden educar a su perro y se crean conflictos y tensiones por la actitud del can, hay que pensar en acudir a un centro de adiestramiento. Una educación adecuada es esencial para que el perro pueda vivir en comunidad sin problemas. Hay perros más difíciles de controlar que otros. Los hay con más carácter y más obedientes. Las claves para lograr resultados satisfactorios en el adiestramiento del perro pasan por: la elección de un profesional adecuado y la participación de los dueños en el proceso.
Elección del adiestrador adecuado
La elección adecuada de un adiestrador canino que sea un buen profesional es fundamental para obtener buenos resultados. «Un buen educador canino puede hacer maravillas, pero uno que no sea un buen profesional puede crear graves problemas de conducta en el animal», advierte Miguel Velasco, adiestrador canino.
Los dueños deben explicar al adiestrador cuál es el problema que quieren resolver o los objetivos que pretenden
Para acertar, se pueden tener en cuenta las referencias de personas conocidas que hayan quedado satisfechas con el centro de adiestramiento. También se debe comprobar que el centro tenga en regla la licencia de apertura del establecimiento, que expide el ayuntamiento correspondiente.
Adiestramiento canino con los dueños
Los canes que agreden a sus dueños o destrozan la casa visitan de manera más habitual que el resto los centros de adiestramiento canino. En estos casos, el adiestrador aporta a los dueños herramientas para conseguir que el perro acate las normas que ayudan a regular la convivencia diaria en casa.
El proceso de aprendizaje en el centro de adiestramiento se alarga durante dos meses. En este tiempo, es recomendable que los dueños participen de manera activa en la educación del animal. Los dueños necesitan saber cómo educar y tratar a su perro. Por este motivo, conviene que estén presentes durante el proceso de aprendizaje del perro con el educador canino. Al fin y al cabo, son ellos quienes vivirán el día a día con el perro en casa y deberán saber cómo educarle y tratarle.
En ocasiones, los problemas de convivencia con el perro se derivan de un mal entendimiento del animal por parte de las personas. El educador debe detectar esos errores con la ayuda de los dueños, para solventarlos. Es posible que los dueños no sepan interpretar cuándo el perro está nervioso o no entiendan qué posición jerárquica ocupa en la familia. Otras veces, el perro recibe órdenes de manera inadecuada o incoherente. Es en estas situaciones cuando el adiestrador o educador canino tendrá que hacer hincapié para corregir cuanto antes errores de los dueños al educar o tratar a su animal.
Adiestramiento canino para prevenir problemas
El adiestramiento del perro no es obligatorio, pero sí recomendable, asegura Miguel Velasco. En su opinión, «no hay que acudir al adiestrador canino solo cuando hay un problema, sino cuando el perro es un cachorro de seis meses, para sentar unas bases adecuadas en cuanto a su comportamiento». Lo habitual es que se acuda cuando hay problemas que no se pueden solucionar en casa, pero cuanto más se tarde en tomar medidas con un profesional, más complicado será reconducir la situación.
El adiestramiento de un perro dura alrededor de 15 días, mientras que se tardan otros 15 días para adaptarse a las órdenes de los dueños. Entonces se comienzan a obtener resultados.
Educar al perro para lograr una convivencia adecuada
Los dueños deben explicar al adiestrador cuál es el problema que quieren resolver o los objetivos que pretenden. El fin es adiestrar para lograr una convivencia satisfactoria y los medios para lograrlo son dos: un educador particular o una escuela de adiestramiento. Cualquiera de las dos opciones es válida porque los factores que más influyen en los resultados de la educación del perro son los citados: la suficiente profesionalidad del adiestrador,como para que tenga la habilidad de contactar con el perro y variar su conducta inadecuada, y contar con la implicación de los dueños en el proceso de adiestramiento.
El precio por adiestrar un perro ronda los 700 euros
Respecto a este aspecto, Miguel Velasco reconoce que no siempre es posible contar con los dueños. «Cuando se trata de problemas graves, primero, el adiestrador tiene que llevar a cabo un trabajo más específico con el perro», detalla. En cuanto a la profesionalidad del adiestrador, subraya que en la actualidad en España «no hay ninguna titulación oficial para quienes se dedican a esta actividad, por lo que hay mucho intrusismo».
En otros países europeos sí se exige un título específico para ejercer como adiestrador. De esta manera, la actividad del sector está más controlada, se evitan fraudes y se unifican tarifas. El precio por adiestrar un perro ronda los 700 euros.
Utilizar las referencias de personas conocidas sobre centros de adiestramiento donde hayan obtenido buenos resultados.
No siempre es necesario acudir a un adiestrador.
Procurar formar parte del proceso de aprendizaje del perro. Él no es el único que tiene que aprender, también los dueños necesitan saber cómo educarles y tratarles.
El centro de adiestramiento debe contar con la licencia de apertura del ayuntamiento correspondiente.