Unos 110.000 gatos y perros son abandonados cada año en España. Pero, ¿qué hacer cuando se decide adoptar a un gato de la calle? En este artículo se explican cinco pautas para tener éxito: cómo recoger a un felino de la calle, cómo debe ser su llegada a casa y los primeros días de convivencia, los pasos para lograr que el gato tome confianza y cómo actuar si ya hay otros animales en casa.
Adoptar un gato de la calle
Los abandonos de gatos no son extraños en España: más de 110.000 perros y felinos son recogidos cada año de la calle, según el ‘Estudio de abandono de animales de compañía‘, de la Fundación Affinity. Estos datos, sin embargo, se olvidan de muchos de los miles de cachorros felinos que cada año nacen en las calles españolas.Pero, ¿qué hacer cuándo encontramos un gato sin hogar y decidimos adoptarlo? A continuación se ofrece una guía básica para tener éxito.
1. Recoger a un gato de la calle
Adoptar a un gato de la calle debe ser una decisión responsable y meditadaUn gato abandonado o que ha nacido en la calle necesita ayuda. Una posibilidad cuando se localiza a un felino en apuros en la calle es adoptarlo. En este caso, la primera pregunta que hay que hacerse es si se está preparado para adoptar a un animal. La decisión ha de ser tomada con responsabilidad: el gato adoptado pasará a formar parte de la familia.
Otra alternativa consiste en acoger al animal de forma provisional, mientras que se le encuentra un hogar en adopción y una familia definitiva.
En ambos casos, lo primero que hay que tener en cuenta es que un gato que vive en la calle es normal que esté asustado y desconfíe de las personas. Un felino callejero puede haber sufrido malos tratos y tener traumas que expliquen un comportamiento agresivo.
Por eso, la primera pauta para recoger a un gato de la calle es tener precaución: no es extraño que el felino trate de mordernos. Un tono sosegado y algo de comida ayudarán a tranquilizarle. Además, pedir ayuda a un veterinario o especialista en gatos servirá de apoyo.
Un transportín para animales será un buen aliado en esta tarea: una vez que se logra recoger al gato, este artilugio servirá para desplazarse con él a casa sin peligro.
2. Adoptar a un gato de la calle: la llegada a casa
El primer contacto del gato rescatado con su nuevo hogar es muy importante. «Hay que abrir todas las puertas de la casa y dejar al gato que deambule a sus anchas por las habitaciones», explica Jordi Ferres, educador de gatos, y autor del portal Educador de gats.Los gatos necesitan descubrir el territorio con libertad, por lo que conviene no frenar su comportamiento exploratorio natural. Hay que dejarle que olisquee e investigue cuanto desee.
Un felino recogido de la calle, sin embargo, puede sentir miedo en su nuevo hogar. El gato temeroso suele esconderse debajo de un sofá o mueble que le sirva como refugio. «Nunca hay que forzar al animal a que salga de su escondite, es más útil dejarle que se sienta a salvo allí y solo pasar a saludarle o hablarle», añade Ferres.
Nuestras palabras de cariño reconfortarán al gato, que cada vez se sentirá más confiado. También hay que visitar al felino -sin forzarle- con frecuencia: estos encuentros ayudarán a que se familiarice con nosotros.
3. Adoptar un gato de la calle: los primeros días
El gato recogido de la calle habrá elegido su habitación preferida dentro de su nueva casa, donde se sentirá a salvo y protegido. Este cuarto será donde pase la mayor parte del tiempo o el sitio que haya seleccionado para esconderse.El gato suele elegir una habitación segura los primeros días, allí hay que colocar la comida, agua y arenero
Los dos o tres primeros días del felino adoptado en casa resultan cruciales. Por eso, conviene que durante este periodo tenga todo lo que necesita a su alcance, dentro del espacio elegido por él. La comida, bebida y arenero del gato hay que colocarlos en esta habitación seleccionada por el animal, que siempre debe permanecer abierta.
Los juguetes, pelotas, ratones y otros peluches para felinos también resultan de utilidad para que el gato supere, poco a poco, su temor.
4. Gato nuevo en casa, toma de confianza
Los dos o tres primeros días del gato en casa sirven al felino para relajarse y constatar que no hay peligro en su nuevo hogar. Sin embargo, no es extraño que el felino se niegue a salir de la habitación escogida como refugio, en la que siente a tranquilo y a salvo del resto de habitantes de la casa.
Por ello, transcurrido este primer periodo de adaptación, hay que sacar el arenero, la comida y la bebida de la habitación que sirve de refugio al gato, y colocarlos en la localización definitiva que se haya elegido para ellos.
Este cambio de ubicación impulsará al gato temeroso a salir de su escondrijo y a explorar, poco a poco, su nuevo hogar.
Pero no todo será tan sencillo: el animal aprovechará las horas más tranquilas para satisfacer sus necesidades y dar rienda suelta a su afán exploratorio. Los momentos en los que el resto de la familia duerma o no se encuentre en casa serán los elegidos por el gato para estas primeras salidas.
4. Gato recogido de la calle con más felinos en casa
La llegada de un gato recogido de la calle puede complicarse si ya existen otros peludos habitantes en casa. El carácter de los gatos, además, puede ser determinante para que la convivencia sea exitosa.
¿Cómo realizar este primer contacto? El transportín, de nuevo, será un valioso aliado durante este encuentro felino inicial. El gato recogido de la calle debe permanecer dentro de este artilugio, que se colocará en el salón u otra habitación central de la casa.
Durante diez minutos, hay que dejar que los animales se olisqueen y se descubran, con la protección del transportín. El comportamiento de los gatos durante este tiempo ofrecerá valiosas pistas acerca de cómo será la convivencia entre los gatos.
Si la aceptación es positiva, se puede soltar al felino y dejar que se inspeccionen sin más barreras, con atención de vigilar siempre estos primeros encuentros. Si no hay tanta suerte, será mejor separar a los animales. Y repetir estas aproximaciones varias veces al día, sin estresarles, para que se acepten.
Recoger a un gato abandonado o nacido en la calle no siempre es sencillo: pida ayuda a un experto, una asociación protectora o veterinario.
Cuando se recoge un gato de la calle y se piensa en adoptarlo hay que asegurarse de que el felino no tiene dueño.
Un gato recogido de la calle puede padecer alguna enfermedad o tener pulgas: una visita al veterinario para realizar una revisión en profundidad es el primer paso para adoptar al felino sin peligro.
El gato recogido de la calle debe sentirse libre en casa: por eso hay que abrir todas las puertas del hogar, y permitirle deambular y explorar a sus anchas.
Cuando ya existe otro gato en casa, existe la posibilidad de que el nuevo animal le transmita alguna enfermedad. La pauta suele ser tenerles separados, hasta que el peligro haya pasado.