Adoptar a un perro que se ha maltratado puede ser una experiencia muy gratificante. Un animal que ha padecido abusos psíquicos o físicos, pero que también ha experimentado la terrible experiencia de ser abandonado, puede ser una mascota temerosa en un principio. Sin embargo, con tiempo, cariño y ciertos consejos, un perro maltratado se transformará en un amigo fiel que agradecerá siempre la ayuda recibida de su nueva familia.
Un perro que ha sufrido abusos tiene más dificultades para encontrar un nuevo hogar donde le quieran y cuiden como merece. No obstante, puede ser un aliciente al plantearse adoptar un animal.
Las agresiones físicas, los gritos o verse obligado a pasar calamidades, como frío por tener que dormir a la intemperie en condiciones extremas poco confortables, son situaciones traumáticas (además de crueles y penadas por la ley) para un animal tan social y cariñoso como el perro.
En 2011, la Guardia Civil cursó un total de 13.004 denuncias relacionadas con el maltrato a animales y cerca de un centenar de personas (97) fueron detenidas o imputadas en nuestro país por comportamientos crueles contra los animales.
Saber que un perro maltratado tiene más dificultades para encontrar un nuevo hogar puede ser un aliciente para adoptarlo
El Código Penal protege a los perros frente al maltrato y tipifica como delito las conductas abusivas contra los «animales domésticos y amansados». Quienes abusen de un perro pueden ser castigados con entre tres meses y un año de cárcel.
El abandono es sin duda una forma de maltrato animal, una práctica que castiga la legislación española y que documenta cada año la Fundación Affinity, una entidad que vela por la protección de las mascotas en nuestro país. Según esta Fundación, durante 2010 se abandonaron en España unos 100.000 perros.
«Estos perros son animales que esperan una segunda oportunidad después de haber sido injusta y cruelmente abandonados. Son muy especiales, buscan cariño y se entregan más aún a su nuevo dueño que un perro que no haya superado esta dura prueba», explica la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) .
Claves para ayudar a un perro maltratado
Un perro que ha sufrido maltrato, a menudo, se muestra nervioso y temeroso. El daño sufrido explicará que el animal pueda experimentar, en un principio, recelo hacia las personas. Reeducar a un perro que ha padecido abusos físicos o psicológicos por parte de su anterior dueño precisa tiempo, cariño y ciertos esfuerzos para lograr que la mascota confíe en su nueva familia y que pueda ser, al final, feliz.
Conozca la historia del perro maltratado
Cada perro maltratado o abandonado tiene su propia historia. Algunos centros de adopción de canes cuentan con terapeutas y adiestradores caninos, que vigilan la estancia del perro en el centro y le preparan para su próxima adopción. Estos profesionales que han trabajado con su mascota pueden servirle de gran ayuda para saber más sobre la personalidad y la experiencia traumática del animal.
«Estos perros que esperan una segunda oportunidad son muy especiales y cariñosos», explica una asociación protectora
Conocer el tipo de abuso que ha padecido la mascota adoptada es de gran utilidad para ayudar a que se adapte a su nueva familia. Educar a un perro adoptado puede ser una experiencia gratificante y cansada a partes iguales. Por ello, hay que cargarse de paciencia y no agobiar al animal con demasiadas enseñanzas desde primera hora. La asociación protectora Gracias Por Adoptar (GPA) aconseja «tratarlo con cariño, pero con firmeza», para no confundir a nuestro nuevo compañero.
Palabras amables y tiempo para ayudar a su mascota
Utilizar un tono de voz suave al dirigirse al perro maltratado ayuda a que el can comience a confiar en nosotros. Evitar los ruidos fuertes, andar suave a su alrededor y proporcionarle un lugar cálido con comida y agua fresca siempre disponible son otras claves que ayudarán a educar al perro maltratado.
La Asociación Nacional de Amigos de los Animales, que gestiona un centro de adopción de animales en Madrid, explica que, pasada esta primera etapa de toma de contacto, el perro no tarda en adaptarse a su nueva familia. «Nuestra experiencia es que, salvo raras excepciones, el perro adulto adoptado se adapta sin dificultad a su nuevo entorno», afirman.
Tenga en cuenta que un perro que ha sido injusta y cruelmente maltratado se entrega más aún a su nuevo dueño que un perro que no haya superado esta dura prueba.
Recuerde que es posible que un animal que ha sufrido abusos sea nervioso y temeroso en un principio: con tiempo y cariño, el miedo desaparecerá.
Conocer el tipo de abuso que ha padecido su mascota adoptada es de gran utilidad para ayudar a que se adapte a su nueva familia.
Los profesionales caninos del centro de acogida pueden servirle de gran ayuda para conocer la personalidad y la experiencia traumática del animal.
Conviene cargarse de paciencia y no agobiar al animal con demasiadas enseñanzas desde primera hora.
El perro adulto adoptado, a menudo, se adapta sin dificultad a su nuevo entorno.