El sentido del olfato canino
De todos los sentidos, el del olfato es el más desarrollado en los perros. El olfato les permite obtener información del entorno y comunicarse con otros iguales. Su capacidad olfativa es realmente abrumadora: poseen entre 200 y 300 millones de receptores frente a los cinco millones con los que cuenta el ser humano. Además, y con el objetivo de aumentar ese volumen olfativo, los canes inhalan y exhalan con rapidez.
Los perros no huelen como nosotros, lo hacen más profundamente y con todo lujo de detalles. En esto tiene mucho que ver el órgano de Jacobson (o vomeronasal), que se encuentra localizado en la cavidad nasal, sobre el techo de la boca. Sirve para detectar las feromonas, lo que les ayuda a identificar a animales y personas. El órgano de Jacobsen también está presente en otros mamíferos, reptiles, anfibios e insectos.
La importancia de estimular el olfato en el perro
Avivar el sentido del olfato en los canes es vital para que se desenvuelvan con soltura en el entorno y puedan interactuar de forma adecuada con otros individuos. Es, en definitiva, necesario para que el animal sea feliz, tanto física como cognitivamente.
Los paseos, sobre todo si son en el campo, son la mejor manera de que nuestro compañero peludo entrene las capacidades olfativas. Dar libertad al perro para hundir su hocico en diferentes lugares, aun a riesgo de que ingiera algo no deseado, le supondrá una experiencia muy enriquecedora.
Asimismo, debemos dejar que el can interactúe con otros colegas. ¿Sabías que pueden reconocer a otros congéneres, aunque no los hayan visto en años?
Alfombras olfativas para trabajar el olfato canino en casa
Otra forma de potenciar el sentido del olfato del perro, pero esta vez sin salir de casa, es utilizar una alfombra olfativa. Son tapices realizados con flecos o trozos de tela entretejidos de distintos tamaños, texturas, colores y formas. Su fin es esconder pequeñas recompensas o premios en su interior, que deben ser localizadas por el animal a través del olfato.
Las alfombras olfativas se han puesto muy de moda en los últimos años. Tanto los veterinarios como los educadores caninos las recomiendan. No solo por sus beneficios para estimular el sentido del olfato de los perros, también por su utilidad en el ámbito cognitivo y por su capacidad para modificar posibles conductas ansiosas en el animal.
✅ Beneficios de las alfombras olfativas
- Favorecen el desarrollo motor y olfativo.
- Entretienen y divierten.
- Ayudan a incrementar la concentración.
- Reducen el estrés.
- Estimulan el sistema cognitivo.
✅ Cómo usar una alfombra olfativa
Más allá de cuáles sean los beneficios que queramos lograr con la alfombra olfativa, es muy importante usarla de forma adecuada; en caso contrario, lo único que conseguiremos será que el animal se estrese y frustre.
Con el fin de que se centre en oler los premios, debemos apartar todos los demás posibles estímulos odoríficos que haya cerca. Así que la cocina no es buen lugar para instalar la alfombra, que además debe quedar lejos del comedero.
Lo primero es hacer que el perro sepa para qué sirve la alfombra olfativa. Debemos entrenarle para que la identifique no como un lugar en el que tumbarse, sino como un espacio para divertirse. ¿Cómo?
- Tendremos que empezar el trabajo desde cero, colocando los premios sobre el tapete para luego ir ocultándolos.
- De forma gradual, debemos enterrarlos más abajo, utilizando los distintos escondrijos para que así se esfuerce en localizarlos.
✅ Qué alfombra olfativa elegir
A la hora de elegir una alfombra olfativa hay que tener en cuenta el tamaño del perro. Si escogemos una muy pequeña, con poco espacio para esconder los premios, el animal se cansará rápido. Lo conveniente es optar por un tapiz de buen tamaño, pero sin perder la cabeza: si nos pasamos de centímetros cuadrados, el can puede agotarse y terminar abandonando la búsqueda.
El material con el que esté confeccionada la alfombra es también importante. No debe ser tóxico, ha de ser resistente (tanto a los mordiscos como a las escarbadas), permitir el lavado (si es posible a máquina) e incorporar en la parte inferior una superficie antideslizante (en caso contrario, terminaremos con el perro y la alfombra en cualquier lugar de la casa).
Tras estas condicionantes, solo queda escoger una alfombra a nuestro gusto y, como no, al de nuestro compañero de cuatro patas. Las hay muy básicas y sofisticadas, de llamativas formas, diversos colores y múltiples bolsillos o escondrijos para las recompensas, lo que las hace más o menos complejas para el animal. El precio se incrementa o reduce en función de lo que pidamos, por supuesto.
✅ Cómo fabricar nuestra propia alfombra
Si somos algo mañosos y no se nos da mal la costura, podemos confeccionar una alfombra olfativa nosotros mismos.
- Para ello, tendremos que utilizar una rejilla antideslizante que colocaremos como base (valen las que se ponen bajo las alfombras o los fregaderos).
- Después, solo hay que coser distintas telas entre sí o usar una única pieza y unir otras en forma de bolsillos o de flecos, para esconder los trofeos olorosos.
Recuerda que lo más importante es obtener un tapiz resistente o terminará destrozado por el perro en su afanosa primera búsqueda.