Barbet: todo lo que debes saber sobre esta raza

El barbet es un perro de trabajo entregado y obediente. El socio perfecto para los amantes de los deportes acuáticos y de la caza, pero igualmente extraordinario como animal de compañía.

Su tamaño es mediano. Tiene un cuerpo robusto, atlético y buena musculatura. De pecho amplio y extremidades sólidas y fuertes, bien formadas.

La altura de los machos a la cruz (desde la base del cuello al suelo) oscila entre 58 y 65 cm y de 53 a 61 cm la de las hembras. El peso medio varía de los 17 a los 28 kg.

De expresión viva e inteligente, los ojos del barbet tienen forma redondeada y suelen ser de color marrón oscuro. Las orejas son largas, colgantes, anchas y cubiertas de pelo rizado. La cola es de inserción baja. La lleva un poco levantada y puede estar ligeramente curvada en la punta.

La esperanza de vida de la raza es bastante larga, de 12 a 14 años.

Su manto lanudo y denso es la característica más distintiva de la raza. Puede ser de longitud media a larga y se forma en mechones rizados. Le proporciona protección contra la humedad y el frío.

Los colores son muy variados. Hay ejemplares negros, blancos, marrones, grises, arena, y con combinaciones de estos tonos.

El origen de la raza no está del todo claro, pero existen documentos escritos que confirman su existencia en Francia desde el siglo XVI. En ellos se detallaba que eran perros de agua cobradores, utilizados para recuperar aves acuáticas, como patos y gansos.

Se considera que entre sus antepasados pueden encontrarse en los linajes del bichon frise, del terranova y del pastor de Brie o briard. Siendo el barbet, a su vez, un ancestro del caniche.

Resistentes, muy trabajadores, dóciles y habilidosos nadando y cazando, durante siglos fueron ayudantes valiosos e imprescindibles para los cazadores. Su popularidad creció también entre la aristocracia francesa, convirtiéndose en uno de los perros favoritos en los círculos de la realeza y la nobleza.

Con las dos Guerras Mundiales los barbets estuvieron al borde de la extinción, pero el trabajo y la entrega de criadores devotos de la raza consiguieron evitarlo.

El primer estándar se estableció en 1894 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) la reconoció oficialmente la raza en 1954.

El barbet es un perro bonachón, de personalidad adorable y con unas cualidades magníficas como mascota familiar.

La raza posee un temperamento equilibrado. Son perros enérgicos y activos, pero también saben estar calmados en casa y disfrutan pasando tiempo tumbados a los pies de sus dueños o a su lado en el sofá.

El barbet se caracteriza por su gran bondad, su simpatía y por tener una forma de ser vivaz, alegre y juguetona. Con su círculo cercano es cariñoso, muy leal y establece vínculos fuertes. Tanto es así, que no tolera bien la soledad. Si se le deja solo sin compañía, puede desarrollar ansiedad y tener conductas destructivas en casa.

Con las personas que no conoce su instinto natural le lleva a ser desconfiado. Aunque sí puede alertar de una posible amenaza ladrando, no tiene talante de guardián.

Listo, dócil y obediente, aprende con rapidez, pero hay que educarle desde que es un cachorro y ser constantes en el tiempo. Es un perro que responde estupendamente al entrenamiento firme cuando se le enseña con amabilidad, paciencia y refuerzos positivos, usando premios y buenas palabras de reconocimiento por el trabajo bien hecho.

El barbet es un perro versátil que suele destacar en múltiples actividades y disciplinas como la caza acuática, el agility y la obediencia.

El amor de la raza por el agua y su habilidad para nadar hacen que sean especialmente talentosos en deportes acuáticos como el dock diving o el dock jumping, que consiste en saltar al agua desde una plataforma para recuperar un objeto.

Por su inteligencia y su gran disposición para trabajar, a menudo también son utilizados para realizar labores de búsqueda y rescate, terapia asistida con animales en hospitales, residencias y centros de cuidados, y como perros de asistencia.

Afectuoso, alegre y juguetón, estará encantado de realizar cualquier tipo de actividad con sus seres queridos, y en particular, con los más pequeños de la casa. Con ellos tendrá un aguante especial y un comportamiento paciente y tolerante. Aunque es importante que los niños aprendan a respetarle y a no tratarle como un juguete.

También será preciso supervisar sus juegos para que ninguna de las partes sufra ningún daño e interactúen sin problemas.

Socializado adecuadamente desde cachorro, y por su forma de ser bonachona y amistosa, podrá tener buenas relaciones en la convivencia con otros animales domésticos y con otros perros en el exterior.

Asear un barbet es algo bastante fácil. Únicamente su bonito manto necesitará algún cuidado especial para lucir sano y limpio.

Su pelaje rizado y lanoso debe cepillarse varias veces a la semana con un cepillo de púas para evitar que se enrede y se formen nudos.

Se recomienda un baño al mes o cada mes y medio, en función del grado de suciedad del manto, usando un champú suave y específico para perros.

Para prevenir una acumulación de humedad que pueda provocar problemas en la piel, el pelo tiene que secarse completamente después del baño.

Sus largas y caídas orejas deben ser revisadas habitualmente para detectar suciedad, signos de enrojecimiento o mal olor, porque pueden ser síntomas de que hay una infección. La limpieza de los oídos tiene que hacerse con un líquido auricular y una gasa o un algodón.

La limpieza de los ojos que elimine restos de polvo, legañas o lágrimas acumuladas, también debe formar parte de la rutina de higiene para prevenir que se irriten y aparezcan problemas oculares. Se puede realizar limpiando alrededor de los ojos con una solución oftálmica y una gasa o paño suave.

Si la higiene dental no es la correcta, acabará afectando a la salud oral y general del perro. Por eso, el cepillado de los dientes tiene que ser frecuente, al menos dos o tres veces a la semana, utilizando un cepillo y una pasta adecuada para canes.

Las uñas largas siempre son un problema porque pueden romperse, clavarse o agrietarse y causar muchas molestias al caminar o correr. Deben examinarse a menudo y ser cortadas siempre que sea necesario.

Al barbet apenas se le cae el pelo y le crece continuamente. Por eso, para conservar su bonito manto rizado con la misma longitud en todo el cuerpo, dejando las zonas de la cabeza, las orejas y la cola con pelaje más largo, va a ser necesaria la ayuda de una peluquería canina varias veces al año. Bien para cortárselo o para “arrancárselo” manualmente con la técnica del stripping usada en razas de pelo duro o de características similares.

El control de parásitos debe ser continuo para mantener al barbet protegido contra pulgas, garrapatas y otros parásitos externos. Se aconseja consultar con el veterinario cuáles son los productos adecuados y las mejores formas de prevención.

Muy activo y enérgico, el barbet necesita grandes dosis de ejercicio y estimulación mental para mantenerse saludable y tener un buen comportamiento.

A diario debe dar paseos dinámicos, que le permitan desfogarse mientras agudiza su olfato y explora el entorno. Los disfrutará aún más si transcurren por áreas verdes, porque estará en su medio natural.

Es un perro todoterreno. Su versatilidad se puede trasladar a la práctica de una variedad de deportes caninos como el agility, el flyball, el rally-o, el disc dog y el lure coursing o las carreras con señuelos.

Los barbets adoran el agua y se pueden pasar horas en ella retozando, nadando y practicando deportes como el dock diving, recuperando pelotas o frisbees lanzados por su dueño. Si se tiene la oportunidad, hay que procurarles el acceso a ríos, lagos, playas o piscinas seguras, donde no tardarán en zambullirse y les costará salir.

Su inteligencia puede ser puesta a prueba con sesiones de entrenamiento de obediencia, tan importantes para que aprenda órdenes básicas y trucos. También con juegos como puzzles y rompecabezas o juguetes dispensadores de comida.

Es un perro amistoso y sociable que prospera interactuando y jugando con otros perros. Llevarle a parques caninos es una excelente manera de satisfacer su necesidad de socialización, hacerle feliz y proporcionarle más ejercicio y estimulación.

En lo que respecta a la alimentación, el barbet puede sentirse satisfecho con una combinación de pienso seco y alimentos húmedos de alta calidad para razas medianas. También se le puede suministrar alguna receta casera bajo la supervisión de un veterinario o un nutricionista canino.

Lo más importante es que la dieta sea equilibrada y esté correctamente adaptada a su edad, tamaño, peso y nivel de actividad. Son perros vigorosos, que no suelen tener problemas de sobrepeso, pero es imprescindible que los alimentos contengan la correcta proporción de nutrientes que necesita para mantenerse saludable y cubrir su desgaste calórico. Estos deben incluir proteínas de alta calidad, grasas saludables, hidratos de carbono, vitaminas y minerales.

Para establecer la cantidad de alimento diaria recomendada se pueden seguir las indicaciones del fabricante si se trata de comida comercial y consultarlo también con el veterinario o un nutricionista canino. Especialmente si se incorpora comida casera a la dieta o existe algún problema de salud que condicione las necesidades dietéticas del perro.

Por lo general, los cachorros en crecimiento pueden necesitar comer con más frecuencia, unas tres veces al día. Los adultos, por su parte, pueden sentirse bien con dos comidas diarias. Lo adecuado es adaptarlas a los gustos individuales y las necesidades específicas de cada barbet, contando  siempre con asesoramiento profesional.

Exceptuando alguna enfermedad que puede padecer con más frecuencia, la raza es fuerte y tiene pocas complicaciones de salud.

• Displasia de cadera y de codo: habituales en perros de tamaño mediano y grande, se producen cuando hay un desgaste o una malformación en las articulaciones de la cadera y el codo. Pueden causar inflamación, dolor, cojera y dificultades para levantarse, subir o bajar escaleras.
• Problemas cutáneos: debido a su pelaje denso y rizado, los barbets son propensos a desarrollar infecciones dermatológicas, alergias y dermatitis. Para evitarlas es importante mantener la piel y el pelaje limpios y secos.
• Atrofia progresiva de la retina: enfermedad ocular degenerativa que afecta a la retina y no tiene cura. El perro va dejando de ver hasta que la ceguera es total.

El nombre de la raza, “barbet”, proviene del francés “barbe“, que significa barba. Está relacionado con la largura que suele tener su pelaje en el mentón.

Es un nadador excelente, en parte debido a que sus patas son palmeadas. Sus dedos están unidos por una especie de membrana que le permite avanzar más rápido y con una mayor estabilidad.

El barbet tiene una resistencia extraordinaria gracias a las características de su denso pelaje. Independientemente de la época del año, aunque las temperaturas sean bajas y el agua esté muy fría, puede pasar mucho tiempo metido en ella sin que eso le suponga un problema.

Dado que es un perro enérgico que también aprecia los momentos de tranquilidad en casa, es adecuado para todo tipo de personas, incluyendo mayores activos y familias con niños.

Tiene una gran capacidad de adaptación a distintos estilos de vida. Puede vivir en un piso en la ciudad, pero es esencial garantizarle ejercicio diario para que conserve su temperamento equilibrado.

Amable, dócil, muy bueno y apegado a los suyos, el barbet será una maravillosa elección como primera mascota aunque no se tenga experiencia previa. Un perro que reúne todas las características idóneas para convertirse en un formidable nuevo miembro de cualquier hogar.