Montar en bicicleta en compañía del perro resulta una idea atractiva para los amantes del ciclismo y de los animales. El paseo es también una buena oportunidad para los animales que precisan quemar una cantidad de energía considerable. No obstante, para que el paseo sea seguro, antes de combinar bicicleta y perro conviene tener en cuenta algunos consejos: hay que preparar el primer contacto del perro con la bicicleta, tener paciencia en las primeras pedaladas con el can, no ha de faltar agua fresca, en la ciudad el perro debe ir siempre a la derecha y, en todo caso, hay que recordar que no todos los perros tienen capacidad para acompañar a sus dueños ciclistas.
Preparar el primer contacto del perro con la bicicleta
Bicicleta y perro. Combinar estas dos aficiones de un modo seguro puede resultar una buena idea para los aficionados a las pedaladas al aire libre que no quieran renunciar a la compañía de su perro durante estos paseos. Hay diferentes formas de unir estas dos pasiones, pero conviene conocer sus claves para que el paseo en bicicleta con el can se realice de un modo seguro para los dos.
Es apropiado dejar que el perro olisquee la bicicleta para que se familiarice con ella
La bicicleta puede resultar un artilugio extraño para un perro poco habituado a ella. Esto explica la importancia de que el primer contacto de nuestro can con el vehículo se haga con paciencia y sin forzarle.
Una buena idea es dejar que nuestro amigo de cuatro patas olisquee la bicicleta. Recuerde que el perro usa de forma innata su extraordinario sentido del olfato para rastrear el entorno. El perro tiene entre 200 y 300 millones de células especializadas en captar olores.
Las primeras pedaladas con el can
Tener paciencia es clave para que el perro ciclista se acostumbre a la bicicleta. Conviene que los primeros paseos en bicicleta junto con nuestro amigo de cuatro patas sean de corta distancia. El recorrido se alargará de forma paulatina, si lo deseamos.
Los primeros paseos en bicicleta con el perro deben ser de corta distancia
Vigile al perro durante el recorrido en bicicleta con frecuencia: debe asegurarse de que el perro disfruta y se siente bien, no exhausto. En caso de jadeos excesivos, frene la marcha.
Los ciclistas siempre realizan un esfuerzo muy inferior al que ejecuta el can: los pedales son una ayuda con la que contamos sobre la bicicleta, pero no, sin embargo, nuestro perro.
Agua fresca para el perro en la bicicleta
En ningún momento del trayecto debe faltar agua fresca para el perro. Enseñar a nuestro can a beber de la mano o directamente de la botella, en caso de no contar con un recipiente específico para él, es una buena idea para asegurarnos de que el animal estará hidratado a lo largo del recorrido.
Bicicleta en la ciudad: el perro siempre en el lado derecho
La ciudad ofrece interesantes opciones para realizar recorridos con el perro en bicicleta: los parques y los bulevares arbolados pueden ser una opción atractiva para practicar ciclismo en compañía de nuestro can. Pero hay algunas precauciones que conviene seguir cuando se pretende pedalear con el animal por la urbe.
Elegir con cuidado el trayecto es una de las claves para que el paseo en bicicleta con el perro sea seguro, tanto para usted como para su amigo. Conviene optar por vías anchas antes que por calles estrechas y asegurarse de que el recorrido permite el acceso de la bicicleta y del perro.
El paseo en bicicleta para el perro deportista debe ser seguro. El can debe pasear a nuestra derecha durante el recorrido, ya que es la forma de protegerle del tráfico que transita por la izquierda. Optar por una correa apropiada también es esencial: hay correas específicas para canes ciclistas, con una parte rígida que evita que la tira se enrede entre los radios de las ruedas o que el perro sufra peligro al aproximarse al vehículo.
No todos los perros tienen capacidad para ser canes ciclistas
La bicicleta es una buena oportunidad para que los perros que lo precisan realicen ejercicio físico. Sin embargo, no todas las razas de canes pueden convertirse en perros atletas, capaces de acompañarnos en nuestros paseos en bicicleta.
Los perros tienen diferente capacidad física o entrenamiento: cada perro, en función de su raza, edad y estado de salud, es distinto y en ningún caso se debe forzar al animal a realizar un esfuerzo por encima de sus posibilidades.
Deje que el perro olisquee la bicicleta: le ayudará a familiarizarse con el vehículo.
En ningún momento del trayecto debe faltar agua fresca para el perro.
Recuerde que no todos los perros tienen la misma capacidad física o el mismo entrenamiento: cada perro es distinto y en ningún caso se debe forzar al animal.
Opte por vías anchas antes que por calles estrechas y asegúrese de que el recorrido permite el acceso de la bicicleta y del perro.
El perro debe pasear a nuestra derecha durante el recorrido: es la forma de protegerle del tráfico.