Braco alemán de pelo corto: todo lo que debes saber sobre esta raza

El braco alemán tiene una apariencia poderosa y distinguida, de porte fuerte y ágil a la vez.

De tamaño mediano a grande, con un cuerpo bien proporcionado, atlético, robusto pero ligero y de extremidades largas. Su cabeza es delgada y alargada.

Los machos tienen una altura de 62 a 66 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo), mientras que las hembras miden entre 58 y 63 cm. El peso varía de los 25 a los 32 kg, siendo los machos algo más pesados.

Los ojos del braco alemán son de color marrón y expresión cordial, alerta e inteligente. Las orejas son de inserción alta y tamaño mediano, largas, anchas y cuelgan planas a lo largo de la cabeza.

La cola tiene una longitud media, cae en reposo y, en movimiento, la lleva en línea recta con la espalda, nunca por encima de ella.

La esperanza de vida de un braco alemán ronda los 12-14 años.

El pelaje es corto, tieso, apretado y debe ser uniforme por todo el cuerpo. Tiene la característica de ser resistente al agua.

Los colores más comunes son el marrón o hígado sólido, marrón con manchas blancas, combinaciones de blanco y marrón, y blanco y negro.

El origen de la raza está relacionado con la historia de la caza en Alemania durante el siglo XIX.

La aparición del braco alemán fue la respuesta a la necesidad de un perro de caza versátil, inteligente, que pudiera adaptarse a diferentes terrenos y realizar con éxito diversas funciones, desde rastrear y señalar, hasta recuperar presas. Los perros existentes hasta ese momento eran buenos desarrollando alguna de ellas, pero no todas a la vez, y los cazadores querían un «todo en uno». Para lograr este objetivo, se realizaron cruces cuidadosos entre distintos perros de caza como el pointer inglés.

Con el tiempo, la raza se consolidó y se estableció un primer estándar a finales del siglo XIX, sentando las bases para el braco alemán moderno.

La Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoció oficialmente la raza en 1954.

Su valorada versatilidad y sus múltiples cualidades hacen de él un extraordinario perro de caza, pero también es un gran perro de compañía.

Los bracos alemanes son perros leales, cariñosos, juguetones y familiares. Desarrollan fuertes lazos con sus seres queridos y demandan contacto físico e interacciones constantes.

Es un can de temperamento equilibrado, seguro, sociable y adaptable, pero también muy activo. Si no puede desfogarse y liberar la energía diaria que necesita para sentirse bien, la conducta del braco puede cambiar y tener comportamientos destructivos en casa.

El braco alemán es muy inteligente, curioso y está predispuesto al entrenamiento. La educación debe ser firme, pero amable y con refuerzos positivos, para que no muestre rechazo o desinterés.

Aunque prefiere tener cerca a su familia, acostumbrado desde cachorro, puede tolerar bastante bien quedarse solo.

Posee unas increíbles habilidades innatas para rastrear, señalar y recuperar presas, tanto en tierra firme como en el agua. Su agudo sentido del olfato y su disposición a trabajar en estrecha colaboración con los cazadores hacen de él un valorado y excelente perro de caza.

También es un gran atleta y destaca en deportes caninos y competiciones como el agility, la caza simulada, el rescate y la obediencia.

El braco es un perro con mucho talento y gran capacidad de adaptación.  Su inteligencia y sus habilidades naturales le convierten en un colaborador valioso en diversas situaciones, como en operaciones de búsqueda y rescate o desarrollando roles como perro de servicio.

De naturaleza alegre y simpática, los bracos son tolerantes, pacientes y se llevan bien con los niños. Sin embargo, sus juegos deben ser supervisados, sobre todo cuando los niños son más pequeños, porque por su tamaño y su enorme energía pueden ser bruscos o causarles algún daño sin querer.

Con una socialización adecuada y temprana, el braco alemán puede convivir pacíficamente con otros animales domésticos. Su temperamento equilibrado y su capacidad para aprender nuevas reglas facilitan su integración en entornos con múltiples mascotas y otros perros.

El braco alemán requiere de una rutina de higiene general completa, pero su mantenimiento resulta sencillo. No hay que invertir ni mucho tiempo ni mucho esfuerzo.

Aunque su pelaje es corto, se recomienda cepillarlo al menos una vez a la semana, con un cepillo o manopla de goma, para eliminar el pelo muerto y distribuir los aceites naturales de la piel.

La frecuencia del baño dependerá del estilo de vida de cada ejemplar, de si se usa para cazar o sólo como perro de compañía. Lo aconsejable es bañarle una vez al mes, utilizando un champú suave específico para canes, a no ser que se ensucie mucho o desprenda mal olor y lo necesite antes.

Las orejas caídas del braco alemán tienen que examinarse a menudo en busca de signos de enrojecimiento, hinchazón, acumulación de cera o suciedad. La limpieza de los oídos debe realizarse con un paño suave o una gasa húmeda, evitando introducir objetos puntiagudos en el canal auditivo. Se puede usar un limpiador indicado para ello.

Unos ojos saludables no pueden presentar lágrimas, secreciones o suciedad. Para prevenir irritación e infecciones se aconseja limpiar los ojos con frecuencia, con una gasa y una solución oftálmica recomendada por el veterinario.

El cepillado dental regular, utilizando un cepillo suave y una pasta para perros, es esencial para que no se acumule placa y aparezca sarro en la línea de las encías y los dientes.

Las uñas largas pueden romperse, clavarse o causar molestias al caminar, por eso deben cortarse siempre que sea necesario.

Los ejemplares que se usen para la caza o que vayan a pasar mucho tiempo en el campo o ejercitándose al aire libre, van a precisar un control exhaustivo para evitar infestaciones de pulgas y garrapatas. Revisar el pelo después de las salidas, cepillarlo bien y usar productos antiparasitarios serán claves en la prevención.

Además, es aconsejable inspeccionar las almohadillas por si sufren algún desgaste o si tienen pinchos o astillas clavadas en ellas o entre los dedos, que provoquen daños y dolor al correr o al andar.

El braco alemán es un perro muy vital que disfruta enormemente del ejercicio intenso. La raza se caracteriza por ser pura potencia, velocidad, resistencia y agilidad.

Los bracos siempre están listos para probar nuevas experiencias, y realizar actividades y deportes que satisfagan su exceso de energía. Y si es acompañados de sus dueños, mucho más.

Les entusiasmará practicar canicross, bikejoring, participar en circuitos de agility, correr al aire libre, el senderismo o las caminatas largas y los juegos de rastreo, búsqueda o caza simulada que impliquen a su instinto cazador, y en los que deba buscar y recuperar algún objeto. A muchos ejemplares también les encanta nadar.

Por su inteligencia también son perfectos para el entrenamiento de obediencia, con el que aprender órdenes, comandos y trucos, y para entretenerse resolviendo juegos interactivos, puzzles o rompecabezas que estimulen su mente.

El braco alemán es una raza extremadamente activa y su alimentación debe ser capaz de compensar su gasto calórico y mantener su energía. La dieta debe ser equilibrada y adaptada a su edad, su peso y su nivel de ejercicio.

Se puede elegir un pienso de alta calidad para perros enérgicos de tamaño mediano-grande, con una proporción adecuada de proteínas, grasas saludables, carbohidratos, vitaminas y minerales. También se puede proporcionar comida casera que contenga esos nutrientes esenciales, con recetas a base de carne, verduras o arroz integral.

Es recomendable que los cachorros sean alimentados de manera más frecuente, como tres o cuatro veces al día, para más adelante reducir las comidas a dos, una por la mañana y otra por la noche, cuando lleguen a la edad adulta. Para reducir el riesgo de que se produzcan problemas gastrointestinales o la grave torsión de estómago, el braco alemán no debe realizar ejercicio ni antes, ni inmediatamente después de comer.

Como garantía de que el perro recibe en cada momento de su vida la alimentación más acorde a sus necesidades específicas, es preciso contar con la ayuda de un veterinario o nutricionista canino. Los profesionales pueden aconsejar y dar indicaciones sobre el tipo de alimentos más adecuados, las cantidades y proporciones de los mismos, así como sobre la frecuencia correcta de las comidas.

El braco alemán es una raza sana, fuerte y resistente. Sin embargo, pueden sufrir ciertos problemas de salud y enfermedades genéticas.

• Displasia de cadera: enfermedad degenerativa en la que la articulación de la cadera puede llegar a desplazarse por una malformación en la unión entre el fémur y la pelvis. Con el tiempo causa problemas de movilidad y dolor.
• Problemas oculares: la atrofia progresiva de la retina, en la que el perro acaba perdiendo por completo la visión, es común en la raza.
• Enfermedades en la piel: algunos bracos alemanes pueden ser propensos a padecer enfermedades cutáneas, como la dermatitis atópica, originada por alérgenos ambientales, que causa prurito, enrojecimiento e inflamación.
• Epilepsia: trastorno neurológico que provoca convulsiones. En un porcentaje alto es producida por factores genéticos, aunque también puede deberse a trastornos del metabolismo, traumatismos, intoxicaciones o infecciones, entre otros.
• Osteosarcoma: esta forma agresiva de cáncer óseo puede afectar a la raza. Los síntomas más frecuentes son dolor, inflamación y cojera.
• Problemas cardíacos: habituales en perros de razas grandes, los bracos alemanes pueden padecer alguna afección cardíaca como la cardiomiopatía dilatada. En esta enfermedad el ventrículo y la aurícula izquierdos aumentan su tamaño generando a su vez que el corazón se dilate y cause taquicardia, arritmias, etc.

En la raza se distinguen dos variedades, el braco alemán de pelo corto y apretado al cuerpo, y el de pelo duro, como de alambre, más largo y áspero al tacto.

Los bracos alemanes son nadadores excelentes. A ello contribuyen sus patas palmeadas que facilitan su desplazamiento en el agua.

Aunque el braco puede permanecer tranquilo, sólo lo hará si ha satisfecho su necesidad de ejercicio diario. Es un perro adecuado para casas grandes con jardín o con un espacio abierto al que pueda acceder cuando quiera. Por lo general, a un perro con sus características y su temperamento enérgico, un piso se le quedará pequeño.

Es una raza ideal para personas de cualquier edad o familias muy activas que hagan deporte al aire libre o salidas habituales a entornos naturales. Los bracos no son perros aptos para personas sedentarias.

Es un perro muy inteligente, criado y desarrollado para cooperar y trabajar en equipo. Aprende enseguida y entiende lo que se le pide, pero sus dueños tienen que tener la capacidad de educarle y de controlar su nivel de intensidad.

Como buen perro de caza, puede verse tentado a escapar si detecta un rastro sugerente. Estando bien adiestrado es menos posible que lo haga, pero es algo a tener en cuenta si se encuentra en una zona exterior no cercada y no va atado con correa.

El braco alemán más que un perro es un socio de por vida. Un compañero fiel dispuesto a darlo todo por su familia y a permanecer a su lado de manera incondicional.