Un cachorro salta, corre y juega durante gran parte del día. Por ello tiene unas necesidades nutricionales específicas. Una alimentación equilibrada y adecuada para su edad determina que se convierta en un perro adulto sano. Hoy en día, podemos encontrar en el mercado gran variedad de alimentos caninos que cubren todas las necesidades de sus etapas vitales, desde que son cachorros hasta que alcanzan una edad avanzada. Respecto a los suplementos vitamínicos, se puede prescindir de ellos porque el alimento aporta todos los nutrientes necesarios, siempre que sea específico para su edad y tamaño: los cachorros de razas pequeñas requieren alimentos más ricos en nutrientes, energía, vitaminas y minerales, mientras que las razas grandes exigen una dieta más moderada en cuanto a estos componentes.
Cuando el cachorro acaba el período de lactación y destete, alrededor de los dos meses de edad, es aconsejable ofrecerle alimentos específicos para cachorros de perro, que sean de buena calidad y adecuados para esta fase vital y tamaño. Los dientes del perro salen entre los 21 y los 35 días de edad, por lo que entonces ya pueden comer alimento humedecido con agua, de manera que quede más blando.
Los cachorros pueden tomar alimento específico para su edad, sin remojar, a partir de las siete semanas de edad. Este alimento seco se conoce como «puppy» o de primera edad.
En la actualidad, los alimentos para cachorros cuentan con variedades distintas según su tamaño
Tiene una composición intermedia entre la lactación y el llamado «junior» o alimento de la etapa juvenil, a partir de los tres o seis meses de edad. Este alimento es más rico en nutrientes y más energético que los destinados a perros de edad más avanzada «porque la ingesta calórica de los animales en crecimiento es mayor que la de un perro adulto», explica Roberto Élices, veterinario y profesor de Nutrición Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Vitaminas para los cachorros
Los suplementos vitamínicos no son necesarios porque un alimento específico, completo y equilibrado de buena calidad aporta al cachorro todos los nutrientes que necesita. Sobre todo en el caso de perros de tamaño grande y con antecedentes genéticos de displasia, aceleran el crecimiento del cachorro. «Este efecto es muy contraproducente porque predispone a padecer enfermedades osteoarticulares del desarrollo como la displasia», explica Roberto Élices.
Un cachorro alimentado de manera adecuada tendrá menos posibilidades de padecer alergias alimentarias y enfermedades como la obesidad u otras que afectan a huesos y articulaciones durante el crecimiento del perro, como la displasia de cadera o de codo. «Estas enfermedades pueden tener su origen en el tipo de alimentación del cachorro, un factor que influye en el hecho de que el perro tenga más riesgo de padecerlas si no se alimenta de manera correcta», comenta Manuel Lázaro, veterinario de la clínica Mirasierra de Madrid.
Los cachorros deben tomar un alimento específico para su edad y tamaño
En la actualidad, los alimentos para cachorros cuentan con variedades distintas según su tamaño, de forma que se pueden adquirir alimentos para perros pequeños, medianos o muy grandes porque las necesidades son diferentes, sobre todo, en cuanto a la energía y a los macrominerales (calcio y fósforo) que necesitan.
Según Manuel Lázaro, «los altos niveles en nutrientes que contenían hace años los piensos para cachorros están hoy desaconsejados en perros de tamaño muy grande». Añade que un alimento específico para la etapa de crecimiento «debe ser muy equilibrado en cuanto a su composición de vitaminas y minerales, para evitar tanto carencias como excesos de nutrientes, ya que se ha demostrado que ambos extremos son perjudiciales».
Cachorros grandes y pequeños
Los cachorros de razas pequeñas son más activos y finalizan su crecimiento en pocos meses. Por este motivo, para ellos, el alimento debe ser más rico en nutrientes, energía, vitaminas y minerales.
Los cachorros pueden tomar alimento específico para su edad, sin remojar, a partir de las siete semanas
Por el contrario, se ha comprobado que para las razas grandes y gigantes, la dieta debe ser más moderada en cuanto a estos componentes. De esta manera, se previenen enfermedades como la displasia de cadera o de codo, entre otros problemas relacionados con el crecimiento. Estos cachorros grandes deben crecer a un ritmo más lento. Se debe conseguir que alcancen la talla y peso de adultos más tarde que los canes de tamaño pequeño, para evitar enfermedades como la displasia.
Texturas de los alimentos para cachorros
A partir de las cinco semanas de edad, el cachorro puede consumir alimentos semisólidos, que se sirven a una temperatura templada varias veces al día. Los dientes del perro salen entre los 21 y los 35 días de edad. Para entonces, los perros pueden tomar pienso humedecido para que, al quedar más blando, su ingestión les resulte más fácil. A partir de las siete semanas, pueden tomar el pienso seco específico para cachorros de su tamaño. Este alimento contiene todas las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para que el cachorro crezca sano.
Buenos hábitos alimenticios para el cachorro canino
El cachorro que aprende unos hábitos alimenticios sanos podrá mantenerlos con más facilidad durante el resto de su vida. Las chucherías no son recomendables: los dulces o picar de la comida de sus dueños pueden desequilibrar la dieta y provocar al cachorro problemas gastrointestinales y de obesidad. Y no solo es perjudicial para su salud, sino que puede deteriorar la convivencia con su familia humana. Si el cachorro no respeta las normas y obtiene siempre lo que quiere, puede pensar que todo vale y que puede no respetar las órdenes y el espacio de sus dueños.
Consultar al veterinario sobre el alimento más adecuado para el cachorro.
No ofrecerle suplementos vitamínicos, a menos que sea bajo supervisión del veterinario.
El pienso debe ser específico para su edad y tamaño.
No dejar que el cachorro coma chucherías u otro pienso que no sea el indicado para él.