Los perros son animales sociales y por ello, son capaces de convivir con otros animales. Gatos, hurones, conejos, roedores y aves pueden convertirse en especiales amigos para el perro, siempre que se tengan en cuenta algunos consejos, tal como explican los expertos y algunos vídeos. Estas líneas también exponen tres pautas para que el perro conviva con otros animales.
Los perros son capaces de convivir con cualquier animal. Aunque, según la especie de que se trate, el perro puede interactuar más o menos. Sin embargo, se puede establecer una convivencia pacífica con todo tipo de animales.
El perro es un gran animal social, capaz de entablar amistad con otras especies
«No hay que olvidar que hace siglos el perro vivía con grupos humanos que a su vez se relacionaban con animales como caballos, ovejas, cabras o vacas», explica Miguel Ibáñez, veterinario, experto en comportamiento animal y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
No obstante, no es comparable la aceptación que puede mostrar un perro que desde cachorro ha convivido con otras especies a la de un can que es el único animal en una casa. Asimismo, cada perro tiene un carácter distinto y puede estar más o menos socializado. La relación del perro con la otra especie depende también de las peculiaridades de ésta.
1. Gatos y perros, una convivencia más que posible
El dicho «se llevan como el perro y el gato» no obedece a la realidad. Aunque los canes y los felinos son especies muy distintas pueden convivir sin problema. Es cuestión de sentar las bases adecuadas para que entre el perro y el gato surja una gran amistad.Para conseguirlo, es aconsejable que los dueños sepan respetar y entender las peculiaridades de cada animal con el objetivo de que tanto el can como el felino se sientan seguros en la casa y puedan disfrutar de la convivencia con su compañero de cuatro patas.
Determinados factores, como la edad, el sexo o el carácter, favorecen que la convivencia entre perro y gato resulte más fluida, aunque no resultan determinantes para lo contrario. De esta manera, ayudará en la convivencia el hecho de que ambos animales sean jóvenes, de sexos opuestos o tenga un carácter más tolerante a la hora de compartir espacio.
Perros y gatos que comparten cama, juguetes y mimos son alguna de las estampas a las que puede dar lugar la convivencia entre estos dos mamíferos que saben salvar sus diferencias como especie para compartir un hogar donde ser felices.
2. Perros con hurones, traviesos y sociables
Los perros se pueden llevar bien con los hurones, como muestra este vídeo, porque tiene varias características en común con ellos.
Los perros y lo hurones son mamíferos y sociales. Además, necesitan la interacción con un grupo para ser felices. Por ello, compartir casa entre el can y el hurón es viable.
Rosi Perea, presidenta de la asociación SOS Hurones explica que «perros y hurones se pueden llevar bien y pueden compartir momentos de juego«.
Los hurones son mustélidos (mamífero carnívoro de cuerpo alargado) que viven alrededor de ocho años. A estos curiosos e inteligentes animales se les puede pasear por la calle, por lo que incluso pueden compartir salidas al parque con el perro.
La convivencia entre perro y hurón puede basarse en una buena amistad o bien en la indiferencia mutua: perro pueden compartir techo.
3. Canes con conejos, unos amigables mamíferos
El perro se llevará mejor, en general, con animales de características similares a su especie. Por ello, el conejo, otro mamífero, es uno de los animales con los que el can puede interactuar más y mejor.Perros y conejos pueden ser grandes amigos, y hasta compartir su cama
El conejo es un mamífero pacífico, sociable y dócil, que puede compartir espacio con el perro sin problema. «Hay algunas razas de conejos que son algo más nerviosas, como el enano holandés, pero otras, como el belier, son muy tranquilos y amigables», explica Ruth San Segundo, gerente de una tienda especializada en conejos.
Perro y conejo pueden vivir bajo el mismo techo, sobre todo si ambos están bien socializados y acostumbrados a la presencia de otros animales. Incluso hay casos en los que entablan una buena amistad y duermen juntos.
4. Los roedores y los perros: una relación posible pero distante
Ratones, jerbos, hámster y cobayas son roedores que pueden convivir sin problema con los perros. Se trata, sin embargo, de especies de costumbres muy distintas: mientras los canes son diurnos, los roedores son nocturnos (excepto el jerbo).
Los roedores pasan gran parte del día durmiendo y en sus receptáculos. Esta diferencia de hábitos vitales convierte a perro y ratones en especies compatibles, pero que no suelen interactuar.
5. Aves y canes, dos mundos muy diferentes
El perro puede convivir con periquitos, loros o canarios, pero mamíferos y aves son demasiado diferentes para forjar una relación estrecha. Las excepciones existen aunque ambos animales se hayan criado juntos.Hay casos de periquitos o loros que juguetean con el perro y viceversa, aunque no es lo habitual.
Los perros y aves que desde crías conviven pueden, sin embargo, desarrollar lazos afectivos muy estrechos. Tere Rodríguez, presidenta de la Asociación Protectora de Animales Exóticos de Cataluña asegura que «los animales que se conocen desde cachorros experimentan la impronta (quedan unidos de por vida) y se crean relaciones, sobre todo entre loros y perros, muy estrechas».
La presentación adecuada entre el perro y su compañero de diferente especie es clave para lograr una convivencia fluida entre ambos animales. El respeto del espacio de cada animal es fundamental para evitar roces, sobre todo si se han conocido tras superar la etapa de cachorros.
Por ello, el perro no debe acercarse al comedero y el bebedero del otro animal, ni tampoco a su zona de descanso y accesorios.
Una baja edad de inicio de la convivencia entre el perro y su compañero de distinta especie es un factor que facilita una buena conexión y aceptación entre ambos animales. Lo ideal es comenzar la convivencia cuando ambos son cachorros.
La supervisión del perro y su compañero de otra especie es clave para evitar accidentesLa supervisión de la relación entre ambos animales es aconsejable para evitar accidentes entre el perro y animales que son más pequeños, como el hámster o el periquito. Un mordisco o un zarpazo del perro puede resultar letal para un animal tan pequeño como un canario o un hámster.
La adecuada socialización, tanto del perro como de su compañero de diferente especie, allana el camino para conseguir que ambos animales logren una convivencia armónica. Para ello, tanto el perro como su compañero, necesitan haberse relacionado desde cachorros con otros animales, incluso de diferente especie a la suya.