Las bajas temperaturas invernales pasan factura a los perros, sobre todo a los canes mayores, a los que ya padecen enfermedades crónicas y a los cachorros. Este artículo explica cuáles son las cinco patologías que causan más estragos entre los perros durante el invierno: faringitis, laringitis, bronquitis, pulmonía y tos de las perreras. Además, se dan consejos para prevenirlas, entre ellos proteger al perro del frío, y se destacan cuáles son las razas de perro más sensibles a las enfermedades invernales.
El aparato respiratorio del perro sufre las consecuencias de los enfriamientos, como ocurre en las personas. Mucosidad excesiva, inflamación de la garganta, malestar general y fiebre son algunos de los síntomas cuando el frío afecta a las vías respiratorias del can. A continuación se detallan cuáles son las enfermedades del perro más frecuentes durante el invierno.
1. Faringitis en el perro con el frío
Esta patología está causada por una infección de origen vírico. Según Ana Cameno, veterinaria, «puede estar provocada por un enfriamiento, aunque también por estrés canino, e incluso, por alguna pequeña herida que se infecta en la garganta, a consecuencia de la masticación de palos o huesos».
El tratamiento puede requerir la administración de antibióticos, si la causa es una infección bacteriana, o antiinflamatorios y analgésicos, si es de origen vírico. No se debe automedicar al perro con fármacos humanos, ya que resultan muy peligrosos para los canes.
2. Laringitis en el can durante el invierno
Las enfermedades en el perro están causadas por cambios bruscos de temperatura o heridas en la garganta que se infectan, entre otros motivos
La laringitis es una enfermedad típica del can en invierno. Puede estar causada por un enfriamiento o catarro del perro. Al igual que en el caso de la faringitis, el veterinario determinará si se le deben administrar antibióticos o antiinflamatorios y analgésicos.
3. Bronquitis y afecciones respiratorias caninas
La bronquitis en el perro es una patología más grave que la faringitis y la laringitis (que afectan a las vías respiratorias superiores) porque está localizada en los pulmones.
«Es la inflamación de los bronquios y requiere un tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios», advierte Cameno.
4. Pulmonía canina
La pulmonía canina está desencadenada por un enfriamiento del perro y requiere tratamiento con antibióticos.
Los perros con afecciones pulmonares como el asma son más proclives a padecer patologías de tipo respiratorio en invierno. Estas enfermedades se pueden agravar si el animal está expuesto a la contaminación atmosférica de una gran ciudad.
Con ellos hay que tomar más precauciones para evitar que enfermen. De nuevo, el veterinario será quien determine si el perro necesita antibióticos u otro tipo de tratamiento para superar la enfermedad.
5. La tos de las perreras
Esta enfermedad de carácter vírico es equiparable (con sus evidentes diferencias) a un catarro humano y tiene más incidencia con el frío invernal. El frío ralentiza el funcionamiento y eficacia del sistema inmunológico del perro, por lo que este queda más vulnerable frente a bacterias y virus que le provocan enfermedades.
Su principal síntoma es la tos y es una enfermedad muy contagiosa entre canes, ya que se transmite a través del aire cuando el perro tose.
En cuanto al tratamiento, hay una vacuna para combatirla. Por ello, los perros que en invierno pasan una temporada en lugares donde habitan varios canes, como las residencias, deben tener la cartilla de vacunación al día para prevenir contagios.
Consejos contra las enfermedades caninas en invierno
Ciertas medidas preventivas protegen al perro de las enfermedades desencadenadas por el frío invernal. Por este motivo, conviene recordarlas:
Secar bien al perro tras un paseo bajo la lluvia. Si el can se moja con la lluvia o la nieve durante el paseo, hay que protegerle con prendas que le abriguen e impermeabilicen frente a las inclemencias climatológicas.
Proteger la cama del perro del frío. Los cambios bruscos de temperatura son los desencadenantes más habituales de enfriamientos en el perro. Hay que evitar colocar la cama del can al lado de la calefacción, donde esté demasiado caliente. De esta manera, se previene que acuse más la variación térmica con respecto al exterior.
Evitar al animal los cambios bruscos de temperatura. La exposición a diferencias térmicas extremas es el peor enemigo para la salud del perro en invierno. Durante los meses más fríos del año, las casas tienen una temperatura elevada con respecto al exterior. La diferencia de temperatura bloquea los sistemas de defensa del can y los virus aprovechan este momento para atacar.
Los perros con enfermedades crónicas cardíacas y pulmonares son candidatos para enfermar más con el frío invernal.
Según el veterinario Javier Miner, “un catarro o un enfriamiento en estos animales puede empeorar mucho su salud y tienden a recuperarse con más dificultades que un animal sano”.
Con estos perros hay que tener especial cuidado durante el frío invernal: secarles bien en casa si suben mojados por la lluvia o nieve de la calle, protegerles con prendas de abrigo e impermeables y evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire son medidas muy necesarias.
Además, los canes con mucha edad y los cachorros son más propensos a la enfermedad con las bajas temperaturas invernales. En el primer caso, debido a que el sistema inmunitario del perro no funciona con la misma eficacia que cuando el animal es más joven y, en el segundo caso, porque las defensas no están desarrolladas de manera suficiente.