El perro es parte de muchas familias y nos preocupamos porque su calidad de vida sea la mejor posible. Hay cinco puntos clave que debemos tener en cuenta para lograr que nuestro peludo amigo sea más feliz: una alimentación equilibrada, una correcta atención sanitaria, orientada a la prevención, vigilar la salud psicológica del perro, cubrir sus necesidades emocionales y no alargar la vida del animal a costa de su bienestar. Todas estas cuestiones se explican a continuación, así como la influencia de la crisis económica, que afecta a la calidad de vida del perro.
Los dueños son claves para mejorar la calidad de vida de sus perros, si conocen sus necesidades físicas y emocionales
Los dueños son piezas clave para conseguir que su perro disfrute de una buena calidad de vida, que se traduzca en salud y felicidad para el can. «Los propietarios de animales en España son cada vez más responsables con sus perros y la atención veterinaria ha mejorado mucho en los últimos años, entre otras cosas, porque hay más especialistas en la profesión», asegura un portavoz del Colegio de Veterinarios de Madrid.
Pero, ¿pueden los dueños mejorar la calidad de vida de sus perros? La respuesta es afirmativa. Unas pautas sencillas, pero efectivas, logran que el can disfrute de un mayor bienestar, con más calidad de vida y felicidad.
1. Una alimentación equilibrada protege la salud del perro
Una dieta adecuada para el perro, ajustada a su edad, tamaño y grado de actividad, es un pilar fundamental para lograr que el can esté sano. Incluso los perros que padecen determinadas dolencias (estomacales, óseas) pueden alimentarse con un pienso específico que ayude a tratar su enfermedad.
Los piensos de gama alta son más caros, pero los especialistas en nutrición canina aseguran que su uso garantiza que el perro se alimente con ingredientes de primera calidad. Ello se traduce en un mejor tránsito intestinal, así como en un mayor grado de digestibilidad, que contribuye a un mejor aprovechamiento de todos los nutrientes por parte del perro. Esto, en no pocas ocasiones, supone un menor gasto veterinario por enfermedades o dolencias posteriores.
2. Una atención sanitaria orientada a la prevención
La medicina preventiva (vacunas, chequeos) ha aumentado la calidad de vida de los perros domésticos de manera considerable. Así lo cree Ignacio Arija, veterinario, especialista en nutrición y profesor de la Universidad Complutense de Madrid. «Las vacunas han supuesto un avance enorme para la prevención de enfermedades en los perros, hace 25 años muchos morían de dolencias como el parvovirus«, explica.
El avance de las vacunas y de la medicina preventiva ha logrado que ahora los perros vivan más
Llevar el calendario de vacunaciones al día, realizar la desparasitación (tanto interna como externa) y, en caso de enfermedad degenerativa y crónica, proporcionar a la mascota el tratamiento adecuado fomenta que el perro esté sano y que goce de una calidad de vida adecuada.
La medicina veterinaria ha mejorado mucho en los últimos años, así como los medicamentos caninos y tratamientos para enfermedades como la diabetes, artrosis o leishmaniasis, en opinión de Arija. Este profesor añade que «gracias a ello, la esperanza de vida de los perros en los últimos 20 años casi se ha duplicado«.
3. Vigilar la salud psicológica del perro
El bienestar psicológico del perro es igual de importante que su salud física. Los dueños han de conocer cuáles son estas necesidades para conseguir que el can sea feliz.
La relación amigable y cariñosa del perro con sus dueños, así como el paseo, los juegos y su interacción con otros congéneres, son esenciales para que esté equilibrado. En muchas ocasiones, los problemas de comportamiento del can son alarmas que nos avisan de su malestar psicológico (depresión, miedo, timidez).
La socialización del perro cuando es un cachorro es asimismo fundamental para que se relacione con fluidez con otros animales y personas ajenas a la familia.
4. Cubrir las necesidades emocionales del perro
Las caricias, paseos y atención de sus dueños son esenciales para el bienestar del can
La felicidad de un perro depende del tiempo, caricias, paseos y atención que le dedican sus dueños. Un can no solo necesita que cubran sus necesidades alimenticias y sanitarias. El aspecto emocional también requiere atención.
Un perro que pasa demasiadas horas solo o que no está integrado en la familia no es feliz. Según Helena Bat, etóloga canina, «muchos perros padecen depresión, ansiedad o miedo debido a que no tienen cubiertas sus necesidades emocionales por parte de los dueños».
5. No alargar la vida del animal a costa de su bienestar
Los perros bien atendidos viven más años, pero ello no debe ser a costa del sufrimiento del animal. Así lo cree Arija, quien sostiene que «no se debe echar a perder la calidad de vida de un perro por no tomar la decisión adecuada de practicarle la eutanasia cuando ya sufre y ha perdido su bienestar».
La crisis económica puede echar a perder todos los logros conseguidos en los últimos diez años en materia de calidad de vida y bienestar de los animales de compañía, opina Gregorio Sánchez, educador canino en un centro público de adopción madrileño.
La reciente subida del 13% en el IVA de los servicios veterinarios causará que algunos dueños de perros y gatos “no puedan atender a sus animales de manera adecuada”, señala Sánchez. Los dueños de animales más afectados reducirán el gasto en la alimentación de sus perros, así como en su atención sanitaria.
Ello redundará en un descenso en la calidad de vida de los animales. “Habrá quien, por desgracia, no se pueda permitir poner una vacuna al perro o costear el tratamiento médico que necesite su animal”, afirma el veterinario Juan Antonio Aguado.