El perro hace poco ejercicio porque no hay tiempo suficiente para pasearlo. Está demasiado tiempo solo y, debido a la ansiedad que le provoca la falta de compañía y el aburrimiento, come demasiado. Los dueños llegan a casa y se sienten culpables por no dedicarles el tiempo necesario, así que ¿cómo le van a negar unas raciones más de alimento cuando lo pide? Este es el típico cuadro que puede sufrir un perro que es firme candidato a padecer obesidad.
La obesidad no es un problema estético sino de salud; problemas cardiovasculares, respiratorios, hipertensión o patologías de carácter hepático, son algunas de las consecuencias de la obesidad. Manuel Lázaro, veterinario de la clínica Mirasierra de Madrid, explica: «La causa de la obesidad es un desequilibrio entre la ingesta y gasto de calorías a través de la actividad, que se traduce en un exceso de calorías que se acumulan».
El perro no tiene control sobre la cantidad de alimentos que come, aunque no sea recomendable para su salud. Sobre todo en el caso de perros que por naturaleza son especialmente «comilones», por ello la intervención y supervisión de los dueños en cuanto al tipo de alimentación y cantidad que se le suministra es fundamental para cortar de raíz con el. sobrepeso
Patologías y obesidad
La obesidad es más habitual es los perros mayores y en las hembras, pero también es recomendable hacer un chequeo para detectar posibles patologías o enfermedades que sean factores desencadenantes de la obesidad, como las alteraciones endocrinas (diabetes, hipotiroidismo) o las lesiones en el centro de saciedad del cerebro.
Dieta adecuada
Las consideraciones dietéticas son fundamentales para luchar contra la obesidad, pero no es aconsejable reducir, si más, la ración diaria del perro, porque la mayoría de los nutrientes están equilibrados en el contenido energético de la ración.
La obesidad no es un problema estético sino de saludSegún estudios llevados a cabo por los laboratorios de salud animal Pfizer, cuando se restringe la cantidad de alimento se corre el riesgo de que el perro desarrolle un estado de desnutrición. Lo indicado en estos casos es una dieta formulada de manera específica para conseguir la reducción de peso. Estos productos para alimentar al perro obeso se caracterizan por:
Reducir la densidad de energía, sobre todo a través de la reducción de grasas.Incrementar el contenido de micronutrientes (vitaminas y minerales) en lo que se refiere al contenido de energía. De esta manera se garantiza que no se produzca un estado de desnutrición cuando se reduce la cantidad de alimento.Incremento en el contenido de proteínas relativo al consumo de energía. De esta manera se evita la desnutrición cuando se restringe el consumo de energía y se ayuda a conseguir un efecto de mayor saciedad después de comer.Administración con L-carnitina. Este compuesto facilita la oxidación de los ácidos grasos y potencia la pérdida de grasa.Administración de fibra. Un mayor contenido dietético en fibra incrementa el volumen de la ración y aumenta la sensación de saciedad en el perro. Permite a los dueños ofrecer más cantidad del producto, sin aumentar el número de calorías.
Ojo con las golosinas
Hay que asegurarse de que ningún miembro de la familia ofrezca comida extra al perro y que el animal no coma de la basura. Sí se le puede permitir alguna golosina sana, que ayude a relajar la situación y a premiar al perro en conductas de obediencia. Los extras, como las galletitas caninas, deben contabilizarse en la ingesta total de calorías.
Estrategia a seguir bajo supervisión veterinaria
Conseguir reducir el peso de un perro obeso requiere constancia y cambios en la forma de alimentar al animal, que se deben mantener en el tiempo si se quieren obtener los resultados adecuados.
Conseguir reducir el peso de un perro obeso requiere constancia y cambios en la forma de alimentar al animalLo recomendable es elaborar una estrategia de la siguiente manera:
- Pesar la comida en una báscula y anotar la cantidad que se le ha ofrecido al perro y la que ha consumido.
- Proporcionar la ración completa diaria en tomas divididas (2-4 al día), en vez de una sola comida.
- Recompensar al perro con una ración de comida de la que le corresponde al día cuando haga ejercicio.
- Si se observa que el perro muestra ansiedad con respecto a la comida y pide y rebusca alimento en la basura, se puede intentar frenar esta actitud con juegos, paseo o cepillado para distraer y relajar al animal.