Las mascotas son excelentes compañeras; nos brindan cariño, alegría y felicidad, pero no todas son adecuadas para todo tipo de personas. Cómo seamos, dónde vivamos o qué costumbres tengamos influirá en los cuidados que podemos prestar a nuestra mascota y, consecuentemente, en nuestra elección. Así, antes de elegir un animalito, es muy importante hacerse algunas preguntas; incluido si podemos garantizar su bienestar. Te lo contamos en este artículo.
Antes de decidirte a tener una mascota debes hacerte una pregunta: ¿por qué quieres que forme parte de tu vida? No todos los animales satisfacen de igual manera nuestras necesidades. Si deseamos sentirnos queridos, la compañía de un perro será mejor que la de un pez. Y si queremos estar entretenidos pero sin salir de casa, a priori un hámster será mejor candidato que una tortuga.
A la hora de elegir qué mascota es la más adecuada también es muy importante valorar si podemos garantizar su bienestar. Cómo somos, la vivienda en la que residimos, las costumbres (y manías) que tenemos, los integrantes de la familia y los recursos con los que contamos son cuestiones que influyen en el cuidado y la felicidad del animal.
Recuerda que este deseo no debe materializarse si es fruto de un capricho temporal, sobre todo si hay niños de por medio. Tener un animal supone contraer un compromiso de por vida algo que, por desgracia, no asumen todas las personas. Por ello, antes de comprar, plantéate la adopción: quizá sea la mejor manera de que la mascota que tanto esperas llegue a tu vida.
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Elegir una mascota para que forme parte de nuestra familia no es una decisión trivial. Cada animal requiere de unos cuidados diferentes, a veces difíciles de compaginar con nuestro día a día. No es lo mismo atender las necesidades vitales de un gato o de un perro que las de un loro o un conejo. Conviene examinar nuestras capacidades, disponibilidad y forma de vida antes de lanzarse a la aventura.
Además, debes tener claro qué esperas incorporando una mascota a tu vida. Protección, compañía, entretenimiento, diversión… Un animal puede aportar muchas cosas buenas, incluidos beneficios para nuestra salud física y mental. Las interacciones que se establecen entre animal-humano disminuyen los niveles de cortisol, mejoran la presión arterial, reducen la ansiedad, optimizan el estado de ánimo y mitigan la sensación de soledad. Para los niños las mascotas son también de gran ayuda; les ayudan a asumir el sentido de la responsabilidad, a tener más seguridad en sí mismos y a ser más sociables.
Cinco preguntas que debes hacerte antes de elegir una mascota
Un animal no es como un par de pantalones: no se puede devolver o cambiar por otra prenda si más tarde te das cuenta de que no te gusta. Responder a estas preguntas te ayudarán a saber si estás preparado para que una mascota forme parte de tu familia.
¿Qué disponibilidad temporal tienes?
Calcula cuántas horas diarias puedes dedicar al cuidado de tu mascota. No todas requieren la misma dedicación temporal. Paseos, alimentación, visitas al veterinario, limpieza, juegos y mimos forman parte de las tareas habituales que hay que realizar si se convive con animal. Tenlo en cuenta antes de decidirte.
¿Cómo es tu casa?
Hay animales que necesitan muy poco espacio para vivir y satisfacer sus necesidades básicas. Otros, sin embargo, precisan de más metros cuadrados o de zonas al aire libre donde corretear, investigar o desfogarse. Para que tu mascota sea feliz debe contar con un hábitat apropiado. A veces no queda otra que renunciar al compañero soñado, si no le podemos dar el hogar que se merece.
¿Cómo eres tú?
Tu edad, personalidad y costumbres tienen mucho peso a la hora de elegir un animal. Si te gusta caminar por el campo, hacerlo en compañía de un perro seguramente te resultará muy gratificante. Si, por el contrario, prefieres pasar más tiempo en casa, un gato será una opción mejor. Vivir solo o acompañado también influye en la elección, sobre todo si en la casa hay niños pequeños.
¿Cómo es la mascota?
Aunque cada animal tiene su propia personalidad, cada especie comparte unos rasgos comunes. Los perros son fieles; los gatos, independientes; las cobayas, sociables; los loros, inteligentes… Estas señas de identidad deben encajar con nuestra personalidad para evitar conflictos en la convivencia. A una persona que aprecie el silencio se le hará cuesta arriba compartir su vida con un loro que no pare de parlotear en la jaula, por poner un ejemplo.
¿Puedes mantenerla?
Tener una mascota supone velar por su bienestar, lo que se traduce en destinar un presupuesto mensual en su cuidado. La alimentación, higiene y visitas rutinarias al veterinario supondrán el mayor desembolso. Aunque depende del animal, el gasto medio de una familia española por mascota asciende a 520 euros anuales, según la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC).
Si quieres una mascota, plantéate la opción de adoptar
Tras decidir qué mascota es la más adecuada, llega el momento de acudir en su búsqueda. La compra es una de las opciones más sencillas, pero merece la pena intentar una adopción: hay muchos animales que necesitan un hogar en el que les den cariño tras ser abandonados.
Son muchas las instituciones públicas y privadas a las que dirigirse para encontrar al nuevo miembro de nuestra familia. Son más frecuentes las que acogen a perros y gatos, pero también hay asociaciones que se encargan de cuidar y reubicar a roedores, reptiles, aves o anfibios. Ponte en contacto con ellas para que te indiquen cuáles son los requisitos que debes cumplir y qué pasos debes seguir. Seguro que merece la pena.