La leishmaniasis en perros en una enfermedad grave y crónica, y más peligrosa durante los meses de calor. Unos insectos diminutos, de entre dos y tres milímetros, son los responsables de transmitirla a los canes y causarles pérdida de pelo, falta de apetito, ataque a sus órganos vitales e incluso la muerte. ¿Cómo reconocer la leishmaniasis del perro? ¿Afecta también a los gatos? ¿Hay tratamiento? ¿Cuáles son los trucos para evitar esta peligrosa enfermedad? Aquí tiene las respuestas a estas preguntas.
Leishmaniasis en perros: ¿cuáles son los síntomas?
El perro ha perdido pelo alrededor de los ojos, orejas y nariz. Le han aparecido heridas en la cabeza y patas. Sus uñas crecen demasiado rápido. Y tiene menos apetito. Estos son algunos de los primeros síntomas de la leishmaniasis en canes, una enfermedad endémica en España que estos animales contraen con la picadura de un mosquito y cuyo peligro crece durante los meses de calor.
La leishmaniasis es una peligrosa enfermedad provocada por un parásito del género Leishmania, la Leishmania infantum, un peligroso protozoo que se introduce en el cuerpo del perro cuando este es picado por un mosquito infectado. A través del torrente sanguíneo llega a las células originando daños en los tejidos afectados. «El parásito de la leishmaniasis puede invadir los órganos vitales del can, causando enfermedades crónicas e incluso la muerte», explican los veterinarios de la Universidad Cornell (EE.UU.).
El impacto de la leishmaniasis en perros en España es importante, pues afecta a más del 15% de canes, y no deja de crecer, según reconoce la Plataforma para la Prevención de la Leishmaniasis, formada por veterinarios y expertos de la enfermedad en nuestro país. La leishmaniasis, además, es especialmente peligrosa al atardecer durante los meses de calor que ahora comienzan, desde mayo a septiembre. Hasta en las zonas más cálidas, los mosquitos portadores del peligroso parásito de la leishmaniasis pueden encontrarse durante todo el año.
¿Cómo ataca la leishmaniasis a los perros?
El insecto que transmite la leishmaniasis se llama flebótomo. «Este parásito es muy parecido a un mosquito habitual, de cuerpo amarillento, y menor tamaño; es tan pequeño que apenas se ve a simple vista», dice la veterinaria Guadalupe Miró, de la Universidad Complutense de Madrid. El flebótomo mide de entre dos y tres milímetros. Invade los órganos del can, provocando lesiones en la piel, ojos y articulaciones. Cuando la enfermedad se extiende, puede dañar los riñones e incluso causar la muerte del animal.
Las hembras se alimentan de la sangre de perros y otros mamíferos como gatos, aves e incluso personas. Y es que los felinos también pueden enfermar de leishmaniasis, aunque esta dolencia crónica es mucho menos frecuente en gatos que en perros. Los signos de la leishmaniasis en gatos son similares a los de los canes: lesiones en la piel, pérdida de apetito e incluso vómitos. Pero estos síntomas no siempre aparecen. Por ello, ante la menor sospecha, conviene acudir al veterinario cuanto antes.
¿Cuál es el tratamiento contra la leishmaniasis?
Si el perro enferma de leishmaniasis, el animal tendrá que convivir con esta afección el resto de su vida, pues no tiene cura. El veterinario le pondrá el mejor tratamiento contra la leishmaniasis que, aunque no la elimina, sí dificulta el crecimiento del parásito y, por tanto, su daño.
Así que con la leishmaniasis, más vale prevenir. De ahí que sea conveniente saber cómo evitar que el can enferme de leishmaniasis durante los meses de calor que se avecinan. A continuación se detallan varios trucos fáciles para lograrlo.
Proteger al perro contra la leishmaniasis: pipetas, collares y aerosoles
Los perros no protegidos tienen mayor riesgo de enfermar de leishmaniasis. Por eso, la primera pauta es acudir al veterinario y adquirir un repelente que ahuyente a los flebótomos. «Los productos contra la leishmaniasis canina no son infalibles, pero reducen el riesgo de picadura en un 86%», concluye un estudio realizado por el veterinario Richard Reithinger.
Los productos para ahuyentar al flebótomo existen en formato de aerosol y en pipeta. Además, los collares antiparasitarios buenos también incluyen ya protección frente a la leishmaniasis. ¿El mejor consejo? Dejarse asesorar por el veterinario y comprar una protección de calidad.
Vacuna contra la leishmaniasis en perros
La vacuna contra la leishmania en perros existe desde 2012 en España. El tratamiento se aplica en tres dosis y hay que repetirlo cada año.
Esta vacuna reduce el riesgo de contraer la leishmaniasis. «Pero, como ocurre con los demás tratamientos, tampoco es infalible: por ello, hay que mantener el resto de medidas preventivas», advierte el veterinario Manuel Lázaro.
Evitar los paseos nocturnos, y así la leishmaniasis en perros
La actividad de los mosquitos flebótomos -como la del resto de insectos que atacan a los canes– despierta al atardecer, con la caída del sol. Por ello, el consejo de los expertos es evitar los paseos durante las horas de más peligro: desde el atardecer al amanecer, entre los meses de mayo y septiembre.
Mosquiteras: protección para al perro frente a la leishmaniasis
Los perros que duermen en casa están más protegidos contra la leishmaniasis. Por ello, los canes serán menos vulnerables al mosquito, si están resguardados en el interior de la vivienda desde el atardecer hasta el alba.
Si se viaja con el perro o se está de noche al aire libre, lo mejor es protegerle con una mosquitera de una malla inferior a dos milímetros, que es el tamaño que tiene el flebótomo.
Revisión veterinaria al final del verano
El veterinario es quien puede diagnosticar a tiempo la leishmaniasis. Por eso, conviene repetir la revisión médica del can en octubre, cuando los meses de mayor calor hayan pasado, para confirmar que el animal está seguro.
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