Gatos que no usan su arenero y hacen sus necesidades en los sitios más insospechados de la casa, como detrás de puertas, sobre la alfombra… El mal empleo del arenero por parte del felino es el problema de conducta más habitual de estos animales, advierten los expertos. Pero, ¿por qué no utiliza el arenero y cómo solucionarlo? En este reportaje se detallan los motivos (una enfermedad, falta de higiene, mala elección del sitio, pocos cajones) y se aportan 10 trucos para hacer que el gato use su arenero.
Mi gato hace sus necesidades fuera del arenero, ¿qué le pasa?
El gato ha dejado de utilizar su arenero. Y hace sus necesidades en el lugar más inesperado de la vivienda: detrás de las puertas, en la alfombra de la habitación o sobre las paredes del salón. Esta incómoda situación no es desconocida para muchos de quienes viven con un felino. «El mal uso del arenero por parte del gato es el problema de comportamiento más frecuente», advierte un estudio sobre comportamiento felino de la Universidad de Cornell (EE.UU.)
Gatos que orinan fuera de su caja de arena, que abandonan sus heces lejos del lugar señalado por sus propietarios y que, en el peor de los casos, marcan el hogar con sus excrementos, como respuesta a un comportamiento territorial. Este problema de conducta felina es habitual, como remarcan los expertos, pero no por ello resulta menos molesto. Entonces, ¿qué hacer para frenarlo a tiempo y evitar que se convierta en un mal hábito?
- Gatificar la casa para reducir el estrés de los gatos y así evitar problemas de comportamiento como este.
Un error frecuente consiste en pensar que el minino no usa su arenero para castigar a su humano, por ejemplo, por haberle dejado solo en casa más tiempo del habitual. Este razonamiento, sin embargo, es equivocado: no es más que una malinterpretación de la conducta del animal. «La venganza no es un sentimiento felino; además, estaríamos asumiendo que para el gato tanto sus heces y como su orina son desagradables, cuando no es cierto», añaden los científicos.
Mi gato no usa el arenero, ¿está enfermo?
Entonces, ¿por qué el felino ha dejado de usar su arenero y hace sus necesidades fuera? Un problema médico puede estar detrás de esta conducta.
Entre otros, puede ser que padezca un mal funcionamiento o inflamación de los riñones. Las enfermedades renales no son extrañas en gatos, ya afectan a alrededor del 7% de estos peludos amigos, según un estudio coordinado por el veterinario Paul Bartlett, de la Universidad de Michigan (EE.UU.), y publicado en la revista científica Veterinary Medicine International.
Los problemas renales son, además, dolorosos para los gatos, ya que implican inflamación de los conductos de salida de la orina, creación de cristales o imposibilidad de expulsar la micción. ¿Cómo reconocer este tipo de problemas en el felino? El animal enfermo tiende a llorar mientras trata de hacer sus necesidades; en consecuencia, el peludo amigo no tardará en relacionar el arenero con algo doloroso, por lo que es posible que trate de encontrar otro sitio donde liberarse.
Al gato no le gusta su arenero, ¿está en el sitio equivocado?
Colocar el arenero del gato es un lugar demasiado alejado o poco apacible no lo hará atractivo para el felino
Las enfermedades, sin embargo, no siempre están detrás del mal uso del arenero por parte del gato. En otras ocasiones, la causa es que la caja para las deposiciones felinas está colocada en el sitio equivocado. Hay quien sitúa la caja en un lugar demasiado alejado, con el fin de evitar olores. Pero «dejar el arenero del gato en el sótano, en el cuarto de la lavadora o en una superficie de cemento frío no lo hará atractivo para el felino, por lo que es normal que deje de utilizarlo», advierte la Sociedad contra la Crueldad hacia los Animales.
Un gato que se niega a emplear su bandeja higiénica es más que posible que encuentre algo en ella que no es de su agrado. Además de la localización de la caja, una arena demasiado perfumada puede ser otro motivo frecuente de rechazo del cajón. Los lechos cristalizados, aunque absorbentes, tampoco son bien recibidos por los amigos peludos más quisquillosos, pues el sonido que hacen al ser pisados puede resultarles molesto y hasta desagradable.
El felino deja deposiciones fuera de la caja, ¿no estará sucia?
Otra causa frecuente de rechazo del arenero por parte del felino es la falta de limpieza del mismo. Estos amigos de cuatro patas son muy exigentes con el aseo, y muestra de ello es que un gato pasa alrededor de ocho horas diarias acicalándose. Una caja sucia no será, en consecuencia, bien recibida por el animal.
«La caja del gato debe limpiarse dos veces al día, retirando las heces y deposiciones líquidas; además, una vez a la semana conviene retirar toda la arena, limpiar el cajón con agua y jabón y rellenarlo de nuevo», explica la veterinaria Eva Carmona.
Otra clave para mantener la limpieza adecuada en la bandeja felina es contar con el número de areneros adecuados. «En general, hay una regla que funciona bien; disponer de al menos un arenero para cada felino de la casa y, además, contar con uno extra», concluye Carmona.
10 trucos para que el gato use la caja de arena
1. Un gato que no hace sus necesidades en el cajón puede padecer una enfermedad, entre otras, una dolencia renal. Es importante comentar este comportamiento con el veterinario.
2. Los felinos necesitan intimidad mientras que hacen sus necesidades. Por ello, el arenero debe estar colocado en un sitio tranquilo, lejos del paso del resto de los habitantes de la casa, pero no tan retirado (sótano, cuarto de la lavadora, etc.) como para que resulte inaccesible.
3. La correcta localización del arenero es clave para que el gato lo use: el lugar debe ser agradable, pero protegido, y sin corrientes frías de aire.
4. El tamaño (y forma) de la caja también es importante. Hay felinos que rechazan los areneros cubiertos. El cajón debe tener, de media, 1,5 veces el tamaño del animal.
5. En otras ocasiones, es la orientación del recipiente lo que falla. Es recomendable colocarlo de forma que el gato tenga una visión completa de la habitación, y no contra la pared.
6. La arena utilizada es esencial. «Muchos felinos rechazan los productos perfumados e, incluso, los cristales», señala la veterinaria Patricia González. Para estos animales, un producto aglomerante, con sepiolita, es lo más adecuado.
7. La limpieza del arenero es clave cuando se pretende que el felino lo utilice. Limpiarlo dos veces al día y vaciarlo por completo una vez a la semana suele funcionar. Además, el recipiente debe limpiarse con agua y jabón de forma periódica.
8. ¿Tiene el cajón arena suficiente? El recipiente debe contar, al menos, con cuatro centímetros de altura de producto aglomerante.
9. En casas con más de un gato, un arenero por cada dos felinos puede ser suficiente. Si hay problemas, sin embargo, se debe incrementar el número: uno por cada animal, más uno extra.
10. Un mal uso del arenero puede implicar problemas de agresividad entre gatos que comparten casa o un comportamiento demasiado territorial por parte de alguno de ellos. El veterinario o etólogo animal será, de nuevo, el mejor consejero.
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