Asegurar que se adquiere un perro con licencia, comprobar que se compra a criadores profesionales y pactar unas condiciones de venta que garanticen el bienestar del animal son tres aspectos claves para garantizar la compra segura de un perro a través de Internet. Los animales forman parte del mercado digital. La Red se ha convertido en un escaparate donde se compra y se vende de todo. Sin embargo, si no extremamos las precauciones al comprar un perro en el mercado on line, podemos ser víctimas de fraudes y amparar con nuestro dinero negocios que no velan por el bienestar de los canes. Adquirir a precios más baratos determinadas razas puede deberse a que los animales sean robados, estén enfermos o carezcan del pedigrí (pureza de la raza) que se asegura.
Compraventa de animales con licencia
Todos los animales que se adquieren a través de Internet han de contar con la licencia oportuna. El hecho de negociar en la distancia, sin conocer a las personas que nos venden el animal ni comprobar las condiciones en las que está, es una buena tapadera para quien pretende estafar al consumidor. La abogada de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid (SPAP), Arancha Sanz, explica que «la mayoría de las personas que se dedican a la compraventa de animales a través de Internet no tienen licencia, lo cual es denunciable porque deben cumplir ciertos requisitos legales». Asegura que en la asociación, incluso, han conocido «casos de particulares que se anuncian en la Red para vender perros que traen de países del Este en muy malas condiciones».
Por término medio, los españoles se gastan 325 euros en comprar un perro
Junto con estas circunstancias, detalla cómo los pedigrís «también se convierten en un coladero para dar gato por liebre a quien compra un perro a través de Internet, porque se cobra más dinero por unos pedigrís que no son tales». Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más de la mitad de los españoles (55%) que tienen perro han optado por un animal de raza pura, mientras que el 19% tiene animales mestizos (mezcla de razas) y el 16%, un perro que no es de ninguna raza.
«Los cachorritos de Bullterrier son de pura raza, los entrego bajo supervisión veterinaria, desparasitados, identificados con microchip. ¡Realmente econónomicos! Con el envío, te regalo su bolsa de viaje. No te lo pienses más y llámame cuanto antes». Miles de anuncios como este pululan por la Red. Sin embargo, por término medio, los españoles se gastan 325 euros en comprar un perro, si bien hay una considerable diferencia de precio con respecto a un perro con certificado de pedigrí o raza. Si el animal se vende con este certificado que acredita la pureza de su raza, cuesta una media de 419 euros, mientras que un perro que carece de pedigrí cuesta una media de 155 euros, es decir, menos de la mitad.
Adquirir el perro a criadores de razas caninas
Los criadores de razas caninas son la vía más segura para adquirir un perro con pedigrí. Estos profesionales conocen bien las peculiaridades de la raza que crían y cumplen los requisitos legales que velan por el bienestar de sus animales. Además, hay posibilidad de visitar sus instalaciones para comprobar que los perros están sanos y bien cuidados. «Según nuestros datos, es preferible optar por animales que venda un criador profesional«, subraya Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU.
Los criadores de razas caninas son la vía más segura para adquirir un perro de determinada raza
En caso de contactar con un criador profesional, se le puede solicitar que muestre la licencia de apertura que otorga el ayuntamiento correspondiente a los centros de compraventa de animales. Y siempre se deberá recoger la factura tras adquirir el animal, para poder reclamar en caso de que haya algún problema.
No actuar de este modo podría implicar una posible situación irregular respecto a la compraventa de animales en Internet: ser cómplice de la sobreexplotación de las hembras para que tengan más camadas de las recomendadas para su salud, con el fin de obtener mayores beneficios económicos. También hay casos en los que se adquieren perros a precios módicos y sin pedigrí, en países como Rumanía, y se les adjudican pedigrís para venderlos más caros, mientras que otras veces este tipo de negocios se convierten en tapaderas de compraventa de perros robados.
Condiciones de venta que garantizan el bienestar de los animales
Uno de los requisitos que exigen los ayuntamientos para otorgar el permiso de apertura a un centro de compraventa o cría de animales es cumplir ciertos criterios, como obtener la declaración de núcleo zoológico. Esto implica que el establecimiento tenga unas condiciones higiénico-sanitarias adecuadas, algo fundamental para garantizar el bienestar de los animales.
Por el contrario, cuando la compra se realiza a través de Internet, no se puede comprobar si estas condiciones se cumplen. La Red impide saber si la empresa tiene licencia de apertura o, si en caso de que mantenga perros en sus instalaciones, tiene núcleo zoológico o servicio veterinario para atender a los animales.
Quien no vela por el bienestar de los animales que vende, a menudo, los entrega enfermos o los mantiene en condiciones higiénico-sanitarias inadecuadas. Incluso, es una situación denunciable. Arancha Sanz recomienda denunciar estas situaciones a quien detecte anomalías en la compraventa de animales en Internet «para que no vuelva a ocurrir, porque con el comercio de animales en la Red se producen muchas irregularidades». No obstante, sostiene que, «con todos los animales que esperan un hogar en los albergues, nadie debería optar por comprar, y menos por Internet, sino por adoptar».
Solicitar la cartilla sanitaria oficial, donde conste toda la información posible sobre el perro como: raza, pedigrí, vacunas que se han aplicado y estado de desparasitación, aunque esta se practica a menudo después de la compra. En la cartilla deben figurar los sellos de las clínicas veterinarias, con el número del colegiado facultativo que corresponda.
Demandar un documento donde el comprador manifieste que el animal está sano.
Una vez que el perro llega a casa, es recomendable llevarle al veterinario para hacerle un chequeo y comprobar que su estado de salud es adecuado.
El perro debe permanecer con la hembra, como mínimo, hasta los dos meses de edad. Si el animal se vende antes en un establecimiento, no será un establecimiento recomendable.
Si se quiere una determinada raza, se debe acudir a un criador especializado.
En caso de comprar un perro con pedigrí o de raza pura, hay que solicitar el certificado que lo acredite.