Rastrear mediante el sentido del olfato es un comportamiento innato para la mayoría de los perros. Esta habilidad se utiliza en las competiciones caninas de rastreo profesionales. Pero también es un modo de diversión para disfrutar de la compañía de su can mientras los dos juegan juntos. Si tiene en cuenta algunos consejos, aprender a construir una pista de rastreo para su mascota es sencillo. El primer paso consiste en madrugar para construir una pista libre de pisadas y de olores extraños. Esta ha de estar al aire libre y, a continuación, se debe dejar en ella un rastro oloroso para invitar al perro a seguirlo.
El extraordinario sentido del olfato del perro explica, en buena parte, su excelente capacidad para seguir rastros y olores en muy diferentes situaciones. «El perro recibe a través del olfato una cantidad de información impresionante», indican en la web adiestramientodeperros.com, especializada en educar a las mascotas para que desarrollen diferentes cualidades, como su habilidad para rastrear.
Para enseñar a un perro a seguir pistas de rastreo, es esencial tener en cuenta la capacidad olfativa del can e incorporarla al preparar una pista casera de rastreo para jugar con nuestra mascota.
Una pista de rastreo debe integrar el juego
«Los juegos en los que se incita a nuestro perro a utilizar el sentido del olfato son una buena manera de acostumbrar a la mascota a buscar objetos en función del olor que tienen», apuntan desde el Club Americano Canino (AKC), que organiza concursos de rastreo canino en Estados Unidos.
«Los cachorros ya utilizan de forma instintiva su capacidad olfativa para seguir rastros», añaden desde el Club Americano Canino. Conviene aprovechar esta iniciativa natural para enseñar a nuestra mascota a rastrear en una pista de juego diseñada por nosotros.
Primer paso: quien madruga, construye una buena pista de rastreo
No es extraño que las primeras horas de la mañana sean las mejores para proponer a su perro que siga una pista de rastreo. El sol calienta los restos de humedad que deja el rocío sobre la vegetación.
Rastrear mediante el sentido del olfato es un comportamiento innato para la mayoría de los perros
Madrugar también asegura que la pista de rastreo está libre de pisadas y, por tanto, libre de olores extraños que podrían despistar a nuestro perro al encontrar el objeto que le proponemos.
Si usted es de las personas a quienes les gusta madrugar (o tiene necesidad a causa del trabajo o los estudios), conviene que sepa que los adiestradores profesionales aconsejan que las pistas de rastreo se creen antes de las seis de la mañana.
Segundo paso: una pista al aire libre para enseñar al perro a rastrear
Contar con una extensa superficie de hierba es apropiado para preparar una divertida pista de rastreo para su can. Tal vez algún parque cercano cuente con un espacio más o menos similar al área adecuada para colocar la pista de rastreo canina.
Tercer paso: dejar un rastro oloroso en la pista para la mascota
Los alimentos olorosos son un buen reclamo para comenzar los entrenamientos (y juegos) de rastreo con su perro. Puede ayudarse de una lata de comida húmeda. Este tipo de alimento es a menudo más atractivo para el perro que sus croquetas habituales.
Pruebe a restregar un poco de este alimento sobre la superficie de hierba. Para ello, antes es conveniente intentar que su perro permanezca quieto y tranquilo.
Los alimentos olorosos son un reclamo para comenzar los juegos de rastreo con su perro
No es extraño que un can poco habituado a los juegos de rastreo precise, al menos durante las primeras sesiones, amarrarse con un arnés para evitar que el animal se abalance sobre la comida antes de empezar el juego.
Deje rastros de comida de acuerdo a una trayectoria. Al final de la pista, puede depositar una pelota o algún juguete de goma que sea atractivo para su amigo. Si impregna el juguete con otro poco más de alimento, encontrarlo será el colofón para su amigo.
Cuarto paso: invite al perro a buscar
Libere al can del arnés y dele instrucciones claras para indicarle que el juego ha comenzado. Si utiliza un comando sencillo, como la palabra adelante o búscalo, el perro no tardará en identificar esta instrucción como parte de la actividad lúdica.
A medida que el animal se familiarice con seguir las pistas olorosas que usted le proponga, puede aumentar, de forma paulatina, la dificultad de la pista de rastreo. Una forma sencilla de aumentar la complicación consiste en alejar cada vez un poco más entre sí los restos de comida dejados o trazar curvas en el trayecto oloroso.
Quinto paso: sea constante
«Conviene realizar estos juegos de búsqueda a través del olfato de forma frecuente, utilizando escenarios distintos, tanto en el interior de la vivienda como al aire libre», concluyen desde el Club Americano Canino. En cualquier caso, la constancia es importante para enseñar a un can a rastrear.
Los juegos en los que se invita a nuestro perro a utilizar el sentido del olfato son una buena manera de acostumbrar a la mascota a buscar objetos en función del olor que tienen.
Madrugar le asegura que la pista de rastreo estará libre de pisadas y, por tanto, de olores extraños que podrían despistar a nuestro perro al encontrar el objeto que le proponemos.
Los alimentos olorosos son un buen reclamo para comenzar los entrenamientos (y juegos) de rastreo con su perro.
Antes de jugar en una pista de rastreo, es conveniente intentar que el perro permanezca quieto y tranquilo.
Pruebe a restregar un poco de alimento sobre la superficie de la hierba.
Conviene realizar estos juegos de búsqueda a través del olfato de forma frecuente y en escenarios distintos.