Unos 140 días de lluvia al año si se vive en San Sebastián, cerca de 80 en Madrid y apenas 20 días mojados en Las Palmas o en Almería. Los días de lluvia en España varían en función de la ciudad. Pero llover, llueve. E incluso nieva. Y entonces, ¿qué hacer con los paseos del perro? ¿Cómo hacer para pasear bajo la lluvia con el can o salir los días de nieve? Estos trucos hacen más sencillas y agradables las salidas pasadas por agua, hielo y frío con el amigo de cuatro patas.
1. Los juegos para perros dentro de casa
Los canes necesitan ejercitarse y estimular su mente. Pero, ¿cómo organizarse cuando afuera diluvia? Por fortuna existen los juegos para perros sin salir de casa. Hay hasta juegos caseros para estimular la mente del can que ayudan a que el animal se divierta y a la vez gaste energía en el hogar antes de salir a hacer sus necesidades; maneras simpáticas y estimulantes de reducir el tiempo de paseo cuando fuera llueve a cántaros.
Además, conviene recordar escoger una buena cama para el perro en invierno e incluso construirla para que esta sea más acolchada y caliente. En casa, además, el can debe tener un sitio tranquilo y, mejor aún, cerca de un radiador o fuente de calor segura.
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2. Paseos con perro bajo la lluvia o con nieve, ¡al parque canino!
Los perros necesitan correr y gastar energía. Pero, ¿cómo maximizar el tiempo de paseo cuando fuera llueve mucho? Los parques caninos urbanos ofrecen una buena solución, ya que permiten encontrar un sitio de forma rápida donde soltar al perro.
3. Perros bajo la lluvia y nieve: ¡equipados!
Chubasqueros, botas de plástico, gorros impermeables y hasta paraguas caninos son parte del vestuario pensado para proteger al perro del agua.
El impermeable o la capa de agua es económico, ya que los hay desde unos 10 euros. Pero también es posible confeccionar uno casero. Esta prenda es muy utilizada por los perros que viven en países lluviosos, como Escocia. Y tiene una doble ventaja: le protege de la humedad mientras que le salvaguarda del viento.
También hay paraguas, botas e, incluso, protectores para los remolques caninos de la bicicleta. Todos permiten disfrutar del agua con el amigo de cuatro patas, sin mojarse en exceso. Además, nuestro paraguas también es útil para proteger al can del chaparrón. Llevar uno grande facilita que los dos (humano y perro) queden a cubierto en caso de necesidad.
4. Ejercicio seguro para perros en invierno
La nieve es un enorme parque de juegos para perros. «La nieve es muy excitante para ellos porque los copos transforman todo el entorno, convirtiéndolo en un escenario distinto, un nuevo parque canino de juegos enorme, todo por descubrir», dice la zoóloga Patricia McConnell, experta en comportamiento canino.
Estos animales necesitan sus paseos y también ejercitarse. No obstante, durante los peores días del invierno, en especial cuando llueve o nieva, lo mejor es adelantar los paseos a antes del anochecer. Y si esto no es posible, es conveniente usar correa y collares luminosos o reflectantes para perros, para localizarle sin problemas en la oscuridad y así evitar desagradables -y peligrosas- pérdidas.
5. Paseos perrunos en invierno: cuidado con el anticongelante
El anticongelante es un peligro para los canes. Este producto, tan usado para proteger el motor de los coches del frío, cae con frecuencia al suelo. ¿El problema? El líquido anticongelante es muy tóxico para estos animales. «Un poco de líquido anticongelante adherido en las patas puede suponer un peligro de muerte por envenenamiento para el perro, si se chupa las patas», explica el veterinario Ross Allan. ¿El consejo? Siempre limpiar las patas del peludo amigo al llegar a casa.
6. Perros bajo la lluvia o nieve: cansarlo antes de llegar a casa
Los canes que pasean bajo la lluvia necesitarán una buena sesión de secado al entrar en la vivienda. Y si se han manchado en exceso, además, tendrán que pasar por un baño para perros calentito.
El ejercicio es la mejor forma de reducir el estrés que para muchos animales supone este trámite. ¿El consejo? Concentrar los juegos con lanzamiento de pelotas y otras actividades físicas para el final de la salida. De este modo llegará al hogar tranquilo, cansado y con ganas de un reconfortante baño.
7. Tras el paseo canino en invierno: baños y cama
Tras los paseos, hay que retirar cualquier resto de humedad o hielo del cuerpo y patas del perro. Así que se debe vigilar bien entre los dedos, porque en esa zona las heridas son frecuentes.
Además, hay que ofrecerle una cama en una zona caliente de la casa, lejos de corrientes de aire y humedades y con mantas para que pueda descansar tranquilo y apacible.
¿Otro consejo importante? No bañar al can más de lo necesario en invierno. ¡A no ser que haya hecho la croqueta en un barrizal de agua y hielo! Si tiene que bañar al perro, asegúrese de emplear agua caliente y secarlo bien antes de finalizar a fin de evitar un resfriado.