De origen antiguo, la historia lo sitúa en la costa adriática de Croacia, en la región de Dalmacia por la que recibe su nombre.
Aspecto y características generales del dálmata
El dálmata tiene aspecto distinguido y sus movimientos son suaves y elegantes. A la vez proyecta una imagen de fortaleza y agilidad.
Origen | Croacia |
Tamaño | Mediano |
Altura | 54 – 62 cm |
Peso | 23 – 32 Kg |
Color | blanco-negro, hígado, marrón |
Esperanza de vida | 10 – 14 años |
Descripción física, tamaño y peso
Es una raza de tamaño mediano, de cuerpo rectangular, atlético y musculoso. Son perros bien proporcionados, de extremidades fuertes y cabeza y hocico largos.
Los machos adultos tienen un peso aproximado entre 25 y 32 kg y miden alrededor de 56 a 62 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo). Las hembras son algo más pequeñas, pesan de 23 a 27 kg y su altura oscila de 54 a 60 cm.
Los ojos del dálmata son ovalados y, normalmente, de un color oscuro o avellana similar al de las manchas de su pelaje. Las orejas son de inserción alta, tienen forma de triangulo, puntas redondeadas y caen hacia delante, pegadas a la cabeza. La cola es de longitud media, más ancha en la raíz, y con una ligera curva hacia arriba, pero nunca llevada sobre la espalda.
Los dálmatas tienen una esperanza de vida entre 10 y 14 años.
Pelaje y colores
La característica más destacada del dálmata es su pelaje corto, brillante, duro y denso, cubierto de manchas simétricas, bien definidas, por todo el cuerpo.
El color de fondo es blanco puro y las manchas suelen ser negras, aunque también pueden tener el moteado de color hígado o marrón.
🐶 Historia y origen del dálmata
A día de hoy la procedencia exacta del dálmata sigue siendo un misterio. Hay especialistas que mantienen que existen textos muy antiguos que aluden a la raza en Europa, Gran Bretaña, Asia y el Norte de África. Sin embargo, la Federación Cinológica Internacional (FCI) la ubica en Dalmacia, Croacia, amparada en pinturas y archivos que datan de los siglos XVII y XVIII.
Históricamente los dálmatas fueron utilizados como perros de caza y guardianes y, después, como perros escolta de carruajes, función con la que más se les relaciona. Buenos vigilantes y de naturaleza resistente, eran compañeros muy valiosos para los cocheros y corrían largas distancias junto a los carruajes. Protegían a los caballos y daban más clase y una imagen de poder a los nobles que viajaban dentro.
En el siglo XIX, cuando los bomberos se desplazaban en coches tirados por caballos, también comenzaron a acompañarles en sus recorridos. Corrían ladrando delante de ellos para despejar el camino hasta el lugar en el que debían apagar algún fuego. Fue en esta época cuando se forjó una relación y un vínculo entre la profesión y la raza que aún perdura en algunos países.
El primer estándar se estableció en 1890 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoció oficialmente la raza en 1955.