Los gatos se han adaptado a vivir con nosotros en el interior de nuestras viviendas. Pero, ¿son felices los gatos caseros? La respuesta es que sí, explican los expertos. O, mejor dicho: un gato doméstico sí puede ser muy feliz, siempre que respetemos diez reglas de oro. Entre ellas, ofrecer al gato espacio suficiente en casa para merodear, colocar camas felinas a distintas alturas, respetar la intimidad de su arenero y proporcionarle la compañía y el amor que tanto ansía este afectuoso y peludo amigo.
Los gatos se han adaptado a vivir en los hogares de sus humanos. Pero, ¿son felices los felinos caseros? La respuesta es que sí, explican los expertos, aunque con condiciones. Un gato doméstico puede ser muy feliz, siempre que se sigan 10 reglas de oro, entre ellas: ofrecerle espacio suficiente en casa para merodear, colocar camas felinas a distintas alturas, respetar la intimidad de su arenero y proporcionarle la compañía y el amor que tanto ansía este afectuoso y peludo amigo.
¿Qué necesita un gato casero para ser feliz?
Los gatos domésticos son animales afectuosos, que disfrutan de la compañía humana, pero precisan de un entorno interior estimulante
Al igual que ocurre con los felinos salvajes en su medio natural, los mininos caseros necesitan tener cubiertas sus necesidades en el entorno donde habitan, en este caso el hogar de su humano. «Los gatos domésticos sin acceso al exterior de la vivienda precisan de un espacio interior de calidad, que cubra sus necesidades felinas», explica el veterinario John Bradshaw, autor del libro ‘Cat sense’ (El sentido del gato, Allen Lane, 2013), y coordinador del proyecto científico Horizon, que estudia el comportamiento de los felinos en la actualidad.
En consecuencia, los gatos caseros no solo necesitan una alimentación de calidad. Para ser felices, estos peludos compañeros requieren estar ocupados, recibir los estímulos necesarios para desarrollar su intelecto e inteligencia.
Para sus dueños, estos requerimientos implican un esfuerzo adicional. Pero el felino lo compensará con creces, con cariño y peludos arrumacos por doquier. Como tantas otras veces, cuando se trata de estos animales, dar es recibir.
1. Un gato doméstico feliz necesita espacio para merodear
En España, hay alrededor de 3,8 millones de gatos domésticos, según el censo de población felina que maneja la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos para Mascotas. Aunque buena parte de estos mininos han dejado atrás su pasado salvaje y se han adaptado a la vida casera, sí existen algunos requerimientos felinos que hace falta respetar.La primera regla de oro para lograr que el gato casero sea feliz es procurarle espacio suficiente para merodear por el hogar. «Los felinos domésticos se adaptan bien a la vida en el interior de una vivienda, pero el gato necesita tener acceso a varias habitaciones de la casa», señala la Sociedad contra la Crueldad hacia los Animales.
2. Un gato casero precisa camas en distintas alturas
Los gatos domésticos necesitan tener camas felinas a distintas alturas, una cerrada sobre el suelo y otra en altura, que le permita inspeccionar
Los felinos tienen la habilidad de convertir los espacios más insospechados de la vivienda en una confortable cama. Sillas, cajones, el interior de un armario y hasta el lavabo son susceptibles de ser aprovechados como lecho de descanso por los versátiles gatos.
Los propietarios deben atender esta naturaleza felina para lograr que su gato casero sea feliz: en consecuencia, el peludo compañero precisa, al menos, dos camas. Estas deben, además, colocarse en distintas alturas.
«Una de las camas del gato debe situarse en el suelo, contar con techo y con tres paredes; para ello, una caja de cartón acondicionada suele valer«, explica Bradshaw. La segunda cama es recomendable que se instale en altura, pero que sea accesible para el animal. Además, siempre que sea posible, conviene que este lecho aéreo tenga vistas a la puerta de entrada o a una ventana; de este modo, el felino podrá vigilar su territorio.
«No todos los gatos usarán las dos camas, porque hay felinos que se encuentran más seguros en el suelo, mientras que otros prefieren las alturas; pero sí conviene darles la opción», aclara el veterinario.
3. Un gato doméstico feliz precisa un arenero protegido
Un gato doméstico necesita un arenero limpio, de tamaño suficiente como para permitirle estar cómodo y colocado en una localización apartada, es decir, que le asegure intimidad.Además, los felinos domésticos se sentirán más confortables si este cajón de arena se encuentra retirado de ventanas exteriores o cristales, esto es, lejos de las miradas indiscretas de otros gatos ajenos a la casa.
4. Un gato casero disfrutará de una terraza o balcón seguro
El entorno de un felino casero dista mucho de ser tan estimulante como el exterior. Los que viven en casa no pueden disfrutar de la variedad de escenarios y situaciones que se presentan en un entorno al aire libre. «Por ello, los dueños responsables deben tratar de que la casa satisfaga sus necesidades, con el fin de asegurar el bienestar del gato doméstico», explica este científico.Una terraza o balcón seguro, es decir, tapado con mallas que permitan la entrada de luz pero impidan que el animal se escape, extravíe o sufra un accidente, proporcionará al felino doméstico un espacio estimulante. Esta área facilitará al peludo compañero sol directo, ruidos del exterior, nuevos olores e incluso la posibilidad de que cace insectos y otros pequeños animales que irrumpan en su territorio.
5. Hierba gatera: un placer felino
Ocho de cada diez felinos sienten una atracción hacia la llamada hierba gatera o catnip, una planta herbácea de 40 centímetros de largo y hojas aserradas que desprende un olor similar a la menta. «La hierba gatera ejerce un efecto narcótico en muchos gatos, disfrutan con ella, y no es extraño ver a un felino saltar o correr de un sitio a otro tras haber masticado esta planta», comenta la veterinaria Pilar Ramón.6. Un gato doméstico feliz necesita rascadores
Los gatos caseros necesitan rascadores donde lijar sus uñas, desestresarse y dejar potentes señales visuales y olorosas al resto de felinos del hogar. Los rascadores para gatos pueden fabricarse en casa de modo sencillo.
7. Un gato feliz necesita jugar con su humano
Los felinos desarrollan su inteligencia, pero también un comportamiento social, a través del juego. Esto explica por qué es tan importante que su humano reserve tiempo para jugar con el gato. Los juegos favorecen la salud física del felino, desarrollan su destreza e instinto cazador y fortalecen la relación entre gatos y humanos.8. Un felino feliz come de forma equilibrada
La alimentación equilibrada es una de las claves para que el felino doméstico sea feliz. Es importante no sobrealimentarle y hacerle pasar por la báscula con regularidad para evitar que sobrepase su peso ideal.9. Un gato contento… y acompañado
Los gatos también quieren a sus humanos y disfrutan de su compañía. Un felino que pasa demasiado tiempo solo en casa es sencillo que acuse aburrimiento y las consecuencias poco saludables de la soledad.
Tampoco conviene descartar la convivencia del gato con otros felinos, que puede resultar una experiencia muy gratificante. Los peludos compañeros suelen ser muy afectuosos y, en consecuencia, su dueño debe promover un entorno amigable y no competitivo en el que los felinos de la casa se encuentren confortables. En este sentido, hay que tener especial atención a la llegada de un nuevo gato al hogar: la experiencia puede ser muy positiva y estrecha las relaciones sociales entre los felinos. Pero el encuentro, sobre todo durante los primeros días, debe ser paulatino.
10. Un gato feliz, con humanos responsables
Un gato casero feliz necesita un dueño bien informado, con ganas de entender y estudiar el comportamiento y necesidades de su animal, pero también responsable, que le quiera tal y como es: un felino. Los gatos no son perros. Esta afirmación puede parecer una obviedad, pero es una de las claves para entenderse con el peludo minino y disfrutar de una relación estrecha (y única) con el gato.
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