Doctor perro, ¿estoy enfermo? Si los canes pudieran pasar consulta, los médicos oncólogos tendrían cerca a un valioso compañero. Los perros huelen las moléculas que provoca el cáncer de pulmón, colon o piel, entre otros, gracias a un extraordinario olfato que se intenta reproducir en el laboratorio. Este artículo explica cómo los perros detectan el cáncer al oler el aliento del paciente, cómo huelen las moléculas producidas por la enfermedad, su ayuda en la detección temprana y por qué los científicos tratan de crear narices de perro artificiales para utilizar en las consultas.
Perros que detectan el cáncer al oler el aliento del enfermo
Los perros son capaces de detectar el cáncer solo con oler el aliento de las personas que lo padecen. El investigador japonés Hideto Sonoda, que ha estudiado cómo los canes detectan el cáncer de colon, afirma que existe «un olor característico, pero las moléculas que lo producen no están claras». «Solo los perros lo saben«, precisa.
Los perros se han utilizado para detectar cáncer de pulmón, intestino, colon, mama, e incluso, de piel
Las conclusiones de Sonoda se publicaron en 2011, pero el primer estudio que sugirió que el perro podía oler el cáncer lo encabezaron en 1989 los doctores Hywel Williams y Andres Pembroke, del Hospital Universitario King’s College de Reino Unido.
Desde entonces, numerosos médicos se han interesado por esta extraordinaria capacidad canina. Las investigaciones de un equipo de científicos alemanes concluyeron que los peludos doctores, entrenados antes para ello, fueron capaces de distinguir el cáncer de pulmón en el 71% de los pacientes.
Los canes distinguieron el olor del cáncer del de otras sustancias artificiales, como el tabaco. «Debemos asumir que hay un número importante de compuestos orgánicos volátiles presentes en los enfermos con cáncer de pulmón», señalan en su estudio los investigadores alemanes, dirigidos por Thorsten Walles
Pero los perros no solo se han utilizado para detectar la enfermedad en personas con cáncer de pulmón, sino también de intestino, colon, mama, e incluso, de piel.
¿Cómo huele un perro el cáncer en un enfermo?
El cáncer produce unas moléculas características, de las que carecen las personas que no padecen la enfermedad. El extraordinario sentido del olfato del perro es capaz de distinguirlas y de ahí su importancia en el diagnóstico.
El proceso de detección de la enfermedad requiere que los pacientes que podrían padecer cáncer exhalen aire en unos tubos médicos, que absorben las moléculas olorosas. A continuación, el perro huele los tubos y, cuando detecta en el material las moléculas características de la enfermedad, se sienta o responde con otra señal entrenada.
Los médicos desconocen qué moléculas detecta el perro para distinguir el cáncer
Los médicos caninos adelantan a los oncólogos, que desconocen cuáles son las moléculas que dan la señal de alarma a los perros. «Ojalá los canes fueran capaces de comunicarnos cuáles son esas sustancias que detectan en el cáncer», se lamentan los investigadores alemanes.
Su extraordinaria capacidad olfativa se explica, en parte, gracias a la nariz mojada del perro, que permanece húmeda de forma constante. Así crea una red mucosa que capta mejor las moléculas de olor y logra que estas lleguen antes al cerebro.
Este húmedo -y pegajoso- mecanismo explica que la capacidad de oler de un perro sea «miles de veces superior a la humana«, concluye en una investigación el profesor Julio E. Correa, del departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Alabama (EE.UU.).
Importancia para la detección temprana del cáncer
Según la Sociedad Española de Oncología Médica, 222.069 personas (136.961 varones y 85.108 mujeres) padecerán cáncer en 2015. El tipo más frecuente será el de colon, por delante del cáncer de pulmón y del cáncer de mama.
De acuerdo con estas investigaciones, los perros serían muy valiosos para la detección temprana de la enfermedad y, por lo tanto, para frenar los índices de mortalidad.
Los perros no pueden pasar consulta. No está permitido que visiten a los pacientes. Por ello, las investigaciones para crear en el laboratorio narices caninas artificiales, capaces de detectar el olor del cáncer, no se han hecho esperar.
El diario científico ‘British Journal of Cancer’ ha publicado que unos investigadores israelíes han realizado los estudios preliminares para construir hocicos caninos electrónicos que compitan con las extraordinarias narices de los peludos doctores de cuatro patas.