Una perra recién parida puede mostrarse inapetente y dormilona durante las 48 horas posteriores al parto, pero tras ese tiempo recuperará la energía para cuidar de sus cachorros. En este artículo se ofrecen cinco pautas para que la hembra se recupere tras el parto; entre ellas, cuidar la alimentación de la perra, ofrecerle tranquilidad y vigilar sus mamas. Además, se ofrecen las señales que denotan que algo va mal durante el posparto canino.
Una perra se recupera de manera espontánea de un parto natural en alrededor de una semana. Pero es recomendable tener en cuenta ciertos cuidados básicos con la hembra recién parida para que la convalecencia resulte lo más breve posible y la recuperación satisfactoria.
1. Un alimento adecuado para la perra tras el parto
La perra tras el parto puede mostrarse inapetente, por lo que precisa alimento alto en proteínas o comida para cachorros Un pienso para cachorros de buena calidad es el más apropiado para que una perra que ha parido se recupere y, al tiempo, satisfaga las exigentes necesidades alimenticias de sus crías.
«El pienso para cachorros es rico en calorías y proteínas y favorece la recuperación de la hembra porque cubre todas sus necesidades nutricionales», explica Leire Jiménez, veterinaria.
El comedero de la perra que ha parido debe estar siempre lleno para que la hembra se alimente cuando lo necesite y los cachorros la dejen hacerlo, entre rato y rato y de amamantamiento. El agua tampoco debe faltar para que la perra esté bien hidratada tras la pérdida de líquido que conlleva el parto de la perra y la producción de leche para alimentar a la camada.
2. Ubicar a la perra con sus cachorros en un lugar tranquilo
La colocación de la perra recién parida en un lugar de la casa que no sea de paso es aconsejable para que pueda tener la tranquilidad necesaria para recuperarse tras el parto y criar a sus cachorros sin excesivas molestias. Las visitas a la perra tras el parto y a sus cachorros hay que controlarlas, para evitarles ansiedad
El tráfico descontrolado de personas por la paridera para tocar y coger a los cachorros puede desencadenar en algunas perras nerviosismo por defender y proteger a sus cachorros.
Las visitas a la perra recién parida y su camada deben ajustarse a la tolerancia de la hembra al respecto. No obstante «la ubicación de la perra y sus cachorros no debe estar en un lugar demasiado alejado del resto de la familia, como el garaje», aconseja Simón Martín, veterinario, experto en reproducción canina de la Escuela de Perros Guía de la ONCE .
3. Evitar daños en las mamas de la perra
Alrededor del mes de edad, los cachorros han desarrollado los dientes de leche y es recomendable vigilar que no se amamanten de manera tan habitual como cuando tienen menos semanas de vida, para evitar que la madre sufra heridas en las mamas.
«Hay perras que apartan por sí mismas a los cachorros que ya tienen dientes para que no les hagan daño, pero cuando no es así, hay que apartar a las crías que pueden provocar heridas a la madre», explica Jiménez.
Una vez que los cachorros tienen dientes de leche es recomendable iniciarles en la nutrición con alimentos sólidos específicos para ellos. De esta manera, se acostumbra al cachorro a su futuro alimento y se le aleja de la madre para que sus mamas no resulten dañadas.
4. Limpiar la paridera de la perra y cachorros
La perra recién parida ingiere los restos de la placenta y limpia a los cachorros, pero puede quedar suciedad en la paridera que es un foco de infecciones. Por ello, conviene limpiar a diario la paridera canina, así como la ubicación de los animales, pero sin productos que puedan resultar tóxicos (amoniaco, lejía).
Además, es recomendable evitar el contacto de la madre con otros perros en la calle tras el parto, y durante la crianza de la camada, para prevenir la contracción de enfermedades o parásitos caninos.
5. Parto de la perra por cesárea: cuidados
La cirugía que implica la práctica de una cesárea a la perra requiere unos cuidados específicos en casa que garanticen la cicatrización adecuada de la herida quirúrgica de la hembra.
Las tres pautas para conseguirlo son: limpiar la herida con un desinfectante diluido en agua, mantener la cicatriz seca y evitar que la perra se lama o toque en la zona, para lo cual deberá tener los primeros días tras la operación, un collar isabelino (gorguera que impide que la perra pueda tocarse la herida).
Tras una cesárea, hay veterinarios que desaconsejan que la perra amamante a sus cachorros para evitar que la herida quirúrgica resulte dañada. También puede darse el caso de que después de la cesárea la perra rechace a sus cachorros. En esta situación será necesaria la alimentación de las crías de perro con leche específica y biberón.
Hay varias razones por las que los dueños de una perra recién parida deben consultar al veterinario:
- La perra recién parida expulsa líquido por la vagina con un olor desagradable y aspecto purulento. Aunque tras el parto es normal que la perra manche, si el líquido tiene un color verdoso, y transcurridos cinco días el manchado no cesa, es recomendable consultar con el veterinario.
- La perra no come una vez que han transcurrido dos días del parto. Es normal que tras tener a sus cachorros la parturienta esté inapetente, pero lo habitual es que ocurra solo durante las 48 horas posteriores al parto.Tampoco hay que alarmarse si la perra muestra un cambio de carácter durante el período de cría de sus cachorros. Hay que tener en cuenta que está más atenta para proteger a su camada de cualquier peligro.
- El rechazo de los cachorros por parte de la perra recién parida puede darse en circunstancias como el parto por cesárea pero, también, sin ninguna razón aparente. En estos casos, los dueños tendrán que hacerse cargo de la crianza de las crías con biberón para que salgan adelante.