Como en el caso de las personas, con la edad, los animales sufren un deterioro físico y psicológico. Tienen en común con nosotros que, al notarse más torpes y dependientes, se encuentran más solos y frustrados. Los primeros signos del envejecimiento comienzas a notarse a partir de los seis años. A partir de entonces comienza la cuenta atrás hasta que llega el momento del fallecimiento.
Los perros, como las personas, se diferencian unos de otros, entre otras cosas, porque cada uno envejece a un ritmo y de una manera. A partir de los seis años, los dueños comienzan a notar los primeros signos y cambios que se asocian a la edad, como por ejemplo:
- Surgen las primeras canas.
- Se pierde brillo en los ojos.
- Aparecen dificultades con la coordinación de movimientos.
- Se vuelven más perezosos, torpes, inactivos, débiles y vulnerables.
- Cuando tienen mucha edad, pierden capacidad auditiva y visual.
La convivencia con un perro mayor es igual de satisfactoria que con un perro joven. Con el paso de los años los lazos afectivos se estrechan y hay más complicidad. La parte negativa son las complicaciones de salud. En este sentido, el veterinario será el mejor aliado. Pero por nuestra parte podemos seguir unas pautas que ayuden a mantener una mejor calidad de vida para el perro como:
- Cuidar su alimentación, para evitar la obesidad. Con la edad, disminuye el desgaste calórico y aumenta la necesidad de fibra.
- Las temperaturas extremas influyen más en la salud de un animal mayor.
- Hay que dedicarle tiempo para que juegue, pasee y, lo más importante, ofrecerle mucho cariño y apoyo.
- Seguir con el calendario de desparasitaciones y revacunaciones. El envejecimiento y los cambios metabólicos provocan la bajada de defensas.
- No olvidar los chequeos veterinarios y el ejercicio moderado.
- Masajearle el lomo, las patas y el abdomen para evitar problemas circulatorios.
Dientes en forma
La salud dental es muy importante para la salud del perro. Las patologías dentales pueden provocar graves enfermedades secundarias (cardíacas o respiratorias) y a una edad avanzada las piezas dentales se deterioran.
La convivencia con un perro mayor es igual de satisfactoria que con un perro jovenDe ahí la importancia de acostumbrar al perro desde cachorro a la limpieza con cepillo y pasta dental específica para canes. El perro puede llegar al final de sus días con una buena calidad de vida si tiene una correcta higiene oral, para lo cual ayudarán las revisiones en la clínica veterinaria y el consumo de alimento seco.
Los ojos se desgastan
Los ojos también sufren un importante deterioro con la edad. Las Cataratas se suelen producir en perros de edad avanzada, porque el centro del cristalino pierde elasticidad y queda más compacto. Las cataratas producen pérdida de visión y en algunos casos ceguera, por lo que hay que tratarlas cuanto antes. Son congénitas y pueden afectar a cualquier raza de perro y a cualquier edad, aunque son más habituales cuando el perro el mayor.
El perro tiene cataratas cuando el cristalino del ojo adquiere un aspecto opaco y blanquecino. El cristalino enfoca la luz sobre la retina para que la imagen que reciba el cerebro sea nítida. La catarata impide que la luz llegue a la retina, por lo que se produce pérdida de la visión, y en algunos casos ceguera total.
La alimentación
Es recomendable ofrecerles piensos especiales para esta edad. Tienen la textura más blanda, son más digestivos y ayudan a mantener los dientes limpios y sanos. El alimento debe ser adecuado para la situación del perro. Por ejemplo, puede ser de mantenimiento, para un perro que envejece sin problemas o enfermedades y también bajo en calorías, para perros con tendencia a la obesidad, o para dietas de adelgazamiento en el caso de animales obesos.
Perros más dependientes
Los perros mayores viven a un ritmo más lento y necesitan que sus dueños les dediquen más tiempo y cariño, porque se sienten más dependientes. Les cuesta subir las escaleras y están menos ágiles. Cada raza es distinta y envejece a una edad diferente. En general, los perros de tamaño más grande, lo hacen antes que los más pequeños. Un perro puede vivir alrededor de 16 años y, cuando se llega a esa edad, los problemas físicos asociados a la edad se hacen muy patentes. En algunos casos el perro puede enfermar de manera grave y el veterinario puede recomendar la eutanasia para evitar sufrimiento al animal.
Los perros mayores pierden la capacidad de todos sus sentidos, pero no su fidelidad y el amor por sus dueñosSe trata de un momento muy complicado, doloroso y triste para los dueños. En estos casos, el veterinario será nuestro mejor aliado para tomar la decisión más adecuada y atravesar el trance con la información necesaria.
El perro envejece y los dueños, aunque con tristeza, se dan cuenta de que su amigo se irá dentro de poco. Y es que, los perros mayores pierden la capacidad de todos sus sentidos, pero no su fidelidad y el amor por sus dueños. La vejez es un momento que se puede aprovechar para asimilar el desenlace de la relación con el perro. Aunque esto no es óbice para que la tristeza por la muerte del animal sea la misma.