Su perro no solo le proporciona compañía, cariño y amor. Además, cuida la salud de su corazón y aumenta la esperanza de vida de quienes han sufrido un ataque cardiaco. Pero convivir con un can también protege la salud del resto de la familia. El bebé que convive en casa con un perro goza de un sistema inmunológico más fuerte y, a su vez, ayuda a reducir el estrés. Todos estos aspectos se explican a continuación, en este artículo.
Convivir con un perro fortalece el corazón y ayuda a vivir de un modo menos sedentario
¿Somos conscientes de lo positivo que es compartir hogar con un animal? El propietario de un perro no siempre sabe los beneficios que su amigo de cuatro patas proporciona a su salud y a la de su familia. Tener un can en casa puede ayudarnos a cuidar de nuestro corazón, al fomentar una vida menos sedentaria, mientras que nos proporciona momentos de felicidad que ayudan a reducir el estrés asociado a los vertiginosos ritmos de vida cotidianos.
En uno de cada cuatro hogares europeos se convive con un perro, según los datos de la Federación Europea de Productores de Alimentos para Mascotas (FEDIAF). La organización estima que unos 70 millones de canes residen con familias europeas y se benefician de estas ventajas.
El perro cuida la salud del corazón del dueño
Los paseos al aire libre y los juegos con el can no solo son hábitos saludables y necesarios para el perro. El ejercicio físico regular también ayuda a los dueños, ya que el can les anima a realizar caminatas diarias, una actividad muy beneficiosa para cuidar de su cuerpo y, con él, de su corazón.
La esperanza de vida de los dueños de perro con problemas cardiacos es «significativamente mayor», señala un estudio
Los efectos beneficiosos que el perro puede tener en el funcionamiento del corazón han sido estudiados, entre otros, por los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health, NIH), del Gobierno de Estados Unidos. Los científicos de este centro de investigación estatal analizaron, durante un año, los hábitos de vida de 421 estadounidenses que habían padecido un ataque al corazón. Entre ellos había dueños de perros, pero también ciudadanos que no convivían con un animal en casa.
El equipo de investigación concluyó que la esperanza de vida de los propietarios de perros era «significativamente mayor» que en el caso de los enfermos que, por el contrario, carecían de la compañía cercana de un animal. El estado de salud de los dueños de perros es mejor «con independencia de la gravedad del ataque cardiaco que hubieran sufrido antes», concluyó el NIH en su informe.
Además, hay una relación directa entre la obesidad de dueños y perros. Si el propietario es obeso, su perro tiene hasta «cinco veces más probabilidades de padecer sobrepeso», concluye un estudio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, conducido por el catedrático José Alberto Montoya. En España, uno de cada doce fallecimientos en adultos está relacionados con el exceso de peso.
Convivir con un perro fortalece el sistema inmunológico del bebé
Los bebés que conviven con perros padecen menos problemas respiratorios y menos infecciones de oídos
Convivir con un perro ayuda a fortalecer el sistema inmunológico de los más pequeños de la casa, afirman algunos estudios. Una investigación realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Finlandia, publicado en la revista científica ‘Pediatrics’, concluye que los bebés que conviven con un can, a largo plazo, padecen menos problemas respiratorios. Los pequeños que comparten casa con un animal también padecen menos infecciones en sus oídos.
El perro ayuda a reducir el estrés
Los efectos positivos para el organismo que puede proporcionar el perro no se limitan, sin embargo, al cuidado del corazón y del sistema respiratorio. El cariño que proporciona un animal ayuda a que desarrollemos actitudes más cariñosas, no solo con el can, sino con el entorno que nos rodea.
Ser feliz y reír al lado de nuestro amigo de cuatro patas ayuda a escapar del estrés que se asocia a los vertiginosos ritmos de vida cotidianos de muchos ciudadanos. «No es extraño que los propietarios de perros experimenten menos ansiedad y se recuperen antes de las situaciones estresantes vividas durante la jornada», concluye el citado estudio del Instituto.
La compañía del perro reduce el estrés del dueño durante la jornada laboral
Trabajar cerca del perro es otro hábito (no siempre posible) que ayuda a reducir los niveles de ansiedad del dueño. Así concluye una investigación realizada en 2012 por la Universidad Commonwealth de Virginia, en EE.UU. Los científicos llegaron a la conclusión de que los empleados que trabajan cerca de sus mascotas sienten menos estrés que quienes deben separarse de sus animales durante el horario laboral.
No obstante, para beneficiarse de los efectos saludables que implica compartir la vida con un perro, es necesario quererle como se merece y tratarle con el adecuado amor y cariño. No se tardará en comprobar que, en la relación con su animal, dar es recibir. Los juegos, las caricias y las caminatas en su compañía le ayudarán a fortalecer la relacióny a disfrutar de ella, en consecuencia, con mayor intensidad.
Los paseos al aire libre y los juegos con el perro mejoran la vitalidad del dueño y ayudan a prevenir el sobrepeso.
El perro le ayuda a mantener en forma su corazón: la esperanza de vida de los propietarios de canes con dolencias cardiacas es “significativamente mayor”.
El animal fortalece el sistema inmunológico de los más pequeños de la casa y reduce los problemas cardiacos del bebé.
Trabajar cerca del perro rebaja los niveles de ansiedad del dueño.
Conviene, para todo ello, querer al perro como se merece: no tardará en comprobar que, en la relación con su animal, dar es recibir.