Elegir entre dieta húmeda o dieta seca para mi perro

La edad, la calidad o el estado de salud de su perro influyen para optar por una dieta húmeda o seca
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
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Imagen: Sh4rp_i

Elegir qué va a comer su perro no es tan sencillo como acercarse a la sección de mascotas del supermercado y echar al carro cualquiera de los cientos de piensos o latas expuestos. No todos tienen la misma calidad, ni son aconsejables en algunos casos. Muchas personas mezclan el pienso del perro con comidas enlatadas porque creen que una dieta compuesta solo de alimento seco aburrirá a su mascota. Pero no siempre es así. Conocer los detalles de la dieta del perro ayuda a elegir lo más apropiado para nuestra mascota.

¿Dieta seca o dieta húmeda? Es la primera pregunta que surge cuando se trata de alimentar a un perro. Pero cada caso es distinto. Existen tres tipos de alimentos para perros en función de la cantidad de agua que llevan: la dieta húmeda (latas), dieta seca (pienso) y dieta semihúmeda, con una cantidad de humedad intermedia.

Dieta húmeda para el perro

Las latas, o dieta húmeda, suelen ser atractivas para los perros. Pero también conllevan algunos problemas. Cuando el perro lleva una vida sedentaria, hay que evitar que la alimentación de nuestro animal esté compuesta en exclusiva de latas, ya que es probable que desarrolle algún tipo de obesidad si no se controlan bien las cantidades. Este tipo de alimentos enlatado tiene una densidad calórica mayor.

Las latas suelen ser atractivas para los perros. Pero también conllevan algunos riesgos en perros sedentarios, como la obesidad

La calidad es otro elemento a tener en cuenta a la hora de elegir una lata. Los productos de bajo precio tienen el riesgo de que estar fabricados con ingredientes de mala calidad. «No será raro que en una lata de bajo precio os encontréis plumas de aves o trozos de hueso», afirma el veterinario José Enrique Zaldívar, autor del blog blogveterinario.com.

El pienso, o dieta seca

Frente a los riesgos de las latas, Zaldívar recomienda el pienso, o dieta seca. Este tipo de alimento tiene mayor equilibrio nutricional y ofrece ventajas para la higiene bucal: cuando el animal tritura y mastica el pienso está retrasando la aparición de placas en los dientes (aunque este proceso no es un reemplazo de un buen cuidado bucal profesional).

alimentos, secos y húmedos, para tornar más sabrosa la comida de nuestra mascota. Otra opción es añadir un pequeño aporte de comida semihúmeda en su ración de pienso.

Hamburguesas y carne picada

Los alimentos semihúmedos se venden en el mercado en forma de hamburguesas, carne picada o trozos de ternera. Contienen algo más de humedad que el pienso seco, pero mucha menos que el enlatado (el semihúmedo tiene entre un 15 y un 30%, frente al 80% de media de humedad en los de lata).

Y aunque la comida semihúmeda es más atractiva para el perro, es menos energética que el alimento seco. «Están fabricados con tejidos animales congelados o frescos, llevan cereales, grasas y azúcares. Son más blandos que el alimento seco y el perro los suele comer con más interés», señala Zaldívar.

En cualquier caso, si decide mezclar la comida seca de su mascota con cualquiera de estos alimentos, sean húmedos o semihúmedos, conviene controlar el tiempo que quedan expuestos en su comedero. El proceso de putrefacción es mucho más rápido en la comida enlatada que en el pienso.

El perro no se aburre de su pienso

Aun así, conviene tener en cuenta que si su perro está feliz con su pienso habitual, no es necesario cambiarlo, si es de buena calidad. La mayoría de los perros son sensibles a los cambios de pienso, que pueden incluso provocar algunos efectos indeseados, como malestares de estómago o diarreas.

Que el animal esté cerca de la cocina cuando hay alguien cocinando tampoco es una buena idea. No es extraño que restos de comida caigan al suelo y acaben en el estómago de nuestra mascota. «Una buena forma de evitar que nuestro perro nos pida otro alimento que no sea pienso», aconseja Zaldívar, «es sacarle de la cocina cuando se prepara la comida».

El veterinario también recomienda «trasladar al perro a otro espacio de la casa mientras se come en la mesa». Eso evitará que el animal pruebe otros sabores que más tarde pueda volver a exigir.

Latas para casos concretos

Pero no siempre el pienso es la mejor opción: es importante tener en cuenta el estado de salud de su mascota, y existen algunas excepciones que hacen más recomendable la elección del alimento enlatado. La doctora en Medicina Veterinaria Audrey Cook explica que ciertas comidas en lata ayudan a los perros con problemas en el tracto urinario. El alto contenido de humedad les ayuda a orinar.

El perro no se aburre de su pienso, y la mayoría de los animales son sensibles a los cambios de pienso

La gama de latas para casos especiales que existe en el mercado es muy amplia. Algunas marcas de comida para perros ofrecen una extensa lista de productos especializados para los casos en los que nuestro perro necesite un tipo de alimentación específica.

La oferta de alimentos enlatados incluye comida tanto por edades, como si posee alguna alergia, sensibilidad alimentaria o por alguna enfermedad, sea ésta crónica o temporal. Dada la amplísima oferta de los fabricantes, una consulta sobre ese asunto con su veterinario habitual será sin duda de gran ayuda antes de tomar una decisión.

Consejos
  • Revise el etiquetado del producto que vaya a adquirir. Su contenido en humedad y los ingredientes.

  • Elija un fabricante fiable. Pregunte a su veterinario.

  • Tenga en cuenta el estado de salud y la edad de su perro.

  • No permita que la comida húmeda o semihúmeda se pudra en el comedero de su mascota.

  • No acostumbre a su perro a otros sabores con comida casera o sobras.

  • Consulte a su veterinario habitual para asegurar una óptima elección.

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