Los gatos tienen garrapatas, aunque por suerte es posible detectarlas por medio de una sencilla revisión que puede hacer su dueño con sus propias manos sobre el cuerpo del animal. Pero, ¿son peligrosas para el felino? ¿Cómo se sabe que puede tener? ¿Se pueden prevenir? Además de responder a estas preguntas, en este artículo se explica cómo quitar una garrapata del gato en cinco pasos: detectarla, mantener la calma, cepillar el pelo felino, usar unas pinzas para extraerla y acudir al veterinario en caso de problemas.
¿Los gatos tienen garrapatas?
Como los perros, los gatos también pueden ser mordidos por las garrapatas, unos parásitos peligrosos que no solo se alimentan de la sangre del felino sino que le pueden transmitir enfermedades a través del mordisco en su piel. «Las garrapatas trepan por su cuerpo hasta encontrar el sitio donde morder y quedar enganchadas para alimentarse de su sangre», explica el veterinario y dermatólogo felino William Miller, de la Universidad de Cornell (EE.UU.). Pero el peligro para el gato no acaba aquí: si la garrapata está infectada por una enfermedad peligrosa para el felino, estos agentes patógenos entrarán en su círculo sanguíneo de forma directa, donde podrán reproducirse y crecer a sus anchas.
¿El gato ha perdido el apetito y las ganas de jugar? ¿Tiene unas décimas de fiebre? Estos síntomas pueden denotar que el felino sufre los efectos del calor del verano, pero hay que estar alerta ya que estas señales también pueden revelar que ha sido mordido por una garrapata (o varias garrapatas). Y estos parásitos pueden poner en serio peligro su salud.
Algunas de las enfermedades que las garrapatas pueden transmitir a los gatos es la enfermedad de Lyme, fallos en los riñones (un órgano muy delicado ya de por sí para los felinos) y hasta disfuncionalidades neurológicas. Aunque no son frecuentes, su peligrosidad obliga a no bajar la guardia y proteger a los gatos de las garrapatas.
¿Cómo eliminar una garrapata del gato?
- 1. Detectar la garrapata
Las garrapatas son grandes, por lo que se pueden detectar a simple vista. El primer paso para saber si el gato tiene garrapatas es recorrer su cuerpo con las manos: el parásito se notará como un bultito en la piel, es reconocible a simple tacto. Sus zonas preferidas son la cabeza, el cuello, las orejas y las patas del felino.
- 2. Mantener la tranquilidad
Si se ha encontrado una garrapata en el gato hay que mantener la calma. La gran mayoría no portan enfermedades y, quitadas a tiempo, no dejarán secuelas en el animal.
- 3. Cepillar el pelo del gato
Una vez detectadas, las garrapatas que aún no se han adherido a la piel del felino todavía no han mordido y están sueltas en el pelo, por lo que pueden eliminarse con un simple cepillado, que aquí se recuerda cómo hacer en cuatro pasos.
- 4. Quitar las garrapatas del gato con pinzas
Pero, ¿cómo eliminar la garrapata del cuerpo del gato cuando esta ya ha mordido? En este caso hay que armarse con unas tenazas pequeñas o pinzas, como las que se usan en depilación. «El primer paso es agarrar a la garrapata con las pinzas lo más abajo posible, lo más cerca de su cabeza y, por tanto, de la piel del felino», explica Miller. Una vez atrapada, se ejerce una fuerza hacia fuera continua hasta sacarla. Hay que asegurarse de que el parásito está entero y que no ha quedado nada dentro del cuerpo del animal. Aquí se enumeran los pasos para curar la herida dejada en la piel del gato.
- 5. Acudir al veterinario
Y si no se está seguro de saber cómo quitar una garrapata al felino, lo más conveniente es ir al veterinario. Esta visita es también importante en caso de sacar una garrapata pero no se está seguro de que el parásito haya salido completo, ya que la cabeza en el interior del cuerpo del gato puede infectarse.
¿Cómo evitar las garrapatas del gato?
El riesgo de las garrapatas crece para los felinos con acceso al exterior, patios o jardines. En consecuencia, los gatos de interior no es habitual que necesiten de medicamentos específicos (aunque sí hay que gatificar las casas o adaptarlas a las necesidades del felino). Pero sí hay que alejar las garrapatas de ellos, a pesar de que no viajen o no tengan acceso al exterior de la vivienda. Por eso, el reconocimiento con las manos nunca está de más.
Los gatos no son perros, y hay que recordarlo de nuevo al refererise a medicinas para protegerles de las garrapatas. La razón es que los métodos caninos contra las garrapatas pueden ser peligrosos, tóxicos y hasta envenenar a los felinos. Por eso, el veterinario será el mejor consejero antes de elegir un método contra las garrapatas del gato.
Los sistemas para prevenir las garrapatas incluyen las medicinas orales y jarabes, que se ofrecen una vez al mes, tiempo durante el cual el felino con acceso al exterior estará protegido del ataque de estos parásitos.
Otros recursos de lucha son los champús y collares antiparásitos. Pero, puesto que los gatos pasan una tercera parte de su día acicalándose, estos productos pueden ser un peligro si los tragan.
Los baños con jabones que ahuyentan las garrapatas son otro método para proteger a los felinos familiarizados con el agua. Es conveniente recordar los consejos para bañar a un gato.
Y los collares contra las garrapatas -específicos para felinos, no valen los de perro porque son peligrosos- son otra manera de combatir contra las garrapatas. Pero puede ocurrir que el animal muerda o lama sus componentes con el consecuente peligro. Por eso, hay que consultar al veterinario antes de eleccionar el método más adecuado para prevenir las garrapatas.
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