El verano puede acentuar las molestias habituales de la perra embarazada. La hembra preñada respira con más dificultad debido a la presión que ejercen los cachorros sobre su abdomen, por lo que se debe evitar someterla a las altas temperaturas en verano. La perra debe beber suficiente agua, mientras que se debe velar por hidratar de forma correcta a los cachorros recién nacidos.
Una correcta hidratación, evitar la exposición al sol durante las horas de más calor, así como no estresar a la perra son las pautas principales que se deben seguir durante el embarazo de la hembra canina en verano.
La perra embarazada debe evitar las altas temperaturas
Los perros son mamíferos que transpiran peor que las personas. Su temperatura corporal habitual ronda los 39ºC, por lo que en verano no es difícil que sufran un golpe de calor si permanecen durante un tiempo prolongado bajo el sol.
Una perra embarazada tiene más riesgo de sufrir un golpe de calor
Las perras preñadas tienen dificultades añadidas para sentirse más frescas y cómodas con las altas temperaturas. La razón es que su metabolismo se ha acelerado para atender los requerimientos de los cachorros que crecen en su interior. Este cambio de la perra gestante se traduce en una mayor dificultad para refrigerarse por ella misma.
En caso de que la hembra sea de raza braquicéfala, es decir, que tenga el hocico chato como el Bulldog o Carlino, es frecuente que respire con dificultad, jadee y ronque más de lo habitual. Se debe tener especial cuidado con las hembras preñadas de estas razas durante el verano porque esa dificultad respiratoria reduce su capacidad de refrigeración. De igual manera, las precauciones deben ser mayores con hembras preñadas que tienen sobrepeso.
La hembra preñada debe beber suficiente agua
El agua, fresca y limpia, debe estar a disposición de la perra embarazada en verano. Tenga en cuenta que la perra gestante se puede mostrar torpe en el momento de moverse, en especial durante los últimos días del embarazo, por lo que debemos estar pendientes de acercarle el cuenco con agua al lugar donde esté tumbada.
Por otro lado, no hay que alarmarse porque la perra preñada tenga poco apetito en la última fase del embarazo, si coincide en verano. «La presión que los fetos ejercen en el estómago de la hembra le impide comer con normalidad, por lo que hay que dejarla que se alimente varias veces al día, cuando le apetezca, pero con poca cantidad de comida», explica el veterinario Juan Antonio Aguado.
En verano es importante que la perra preñada se mantenga bien hidratada
Aunque no tenga apetito, en verano, la hembra embarazada debe mantenerse bien hidratada, es decir, ha de beber suficiente agua. Permanecer a la sombra o usar el aire acondicionado (en especial, durante sus desplazamientos en coche) ayuda a que la perra a punto de parir mantenga la temperatura que necesita.
«Si se tiene jardín y la oportunidad de refrescar a la hembra con una manguera o ducha, se puede hacer, siempre que los baños no le generen estrés o nerviosismo», señala el veterinario Juan Antonio Aguado. En la bañera, hay que tener especial cuidado con los accidentes o las caídas, ya que la perra preñada no tendrá la misma agilidad que en condiciones normales.
Hidratar de forma correcta a los cachorros recién nacidos
El lugar donde se coloca el paritorio de la perra en verano debe tener una temperatura que ronde 28ºC. La principal causa de muerte de los cachorros recién nacidos en verano es la deshidratación, asegura Aguado, «por lo que es fundamental que comiencen a mamar lo antes posible para que tomen el calostro, que les permita estar fuertes y bien hidratados». «Por lo demás -añade el veterinario-, a los cachorros hay que dejarles junto a su madre, que les ofrecerá todos los cuidados que necesitan».
En una camada suele haber cachorros más grandes y fuertes que sus hermanos, que desplazan a los más pequeños y débiles hacia las mamas que tienen menos leche. «Las mamas inguinales, que están cerca de la ingle, están más llenas de leche que las más cercanas a los pectorales», explica Juan Antonio Aguado.
Se debe colocar a los cachorros más débiles en las mamas con más leche, ya que la hembra canina no lo hará y hay riesgo de que los cachorros con menos fuerza no se alimenten ni hidraten de manera correcta.
- Tener especial cuidado en el coche. No dejar a la perra embarazada en el coche aparcado, aunque sea poco tiempo.
- Asegurarse de que la hembra bebe suficiente agua limpia y fresca.
- Los baños para refrescar a la perra son recomendables, siempre que no se estrese ni se ponga nerviosa.
- Mucha sombra y aire acondicionado para mantener a la hembra fresca y cómoda, sobre todo, si es de raza braquicéfala (chata) o tiene sobrepeso.