¿Sabe por qué la epilepsia canina afecta a uno de cada cien perros de raza? ¿Y por qué los canes mestizos son menos proclives a padecer esta enfermedad? La epilepsia es la enfermedad neurológica más frecuente en perros, y también muy peligrosa. En este artículo se explica qué es la epilepsia canina, cómo cuidar de un perro enfermo en casa, cuál es su tratamiento, qué hacer en caso de un ataque y por qué casi la mitad de los casos de epilepsia tiene origen genético.
Epilepsia en perros: ¿qué es esta enfermedad?
La epilepsia es la enfermedad neurológica más frecuente en canes. «La epilepsia afecta al 1% de perros de raza y hasta a uno de cada cinco canes en los casos más graves«, asegura el investigador Hannes Lohi, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), que ha liderado un estudio sobre esta enfermedad financiado por la Comisión Europea.
La epilepsia en perros, como en las personas, engloba a un conjunto de síntomas neurológicos crónicos que incluyen graves convulsiones no provocadas. Estos espasmos implican una actividad cerebral anormal o excesiva en el animal, que puede afectar a una parte localizada del cerebro pero también extenderse a otras zonas. Los ataques de epilepsia en perros suceden de modo aleatorio e imprevisible. Los produce una enorme descarga de energía en el cerebro que desencadena en el can movimientos de pedaleo en las extremidades, salivación abundante, micción o defecación sin control y pérdida del conocimiento.
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¿La epilepsia del perro se cura?
La epilepsia canina se puede curar en algunos casos y, en otros, al menos reducir la frecuencia de los ataques.
Cuando la epilepsia no tiene causa determinada (como un tumor), la enfermedad es crónica y no tiene cura. No obstante, con un tratamiento adecuado, la repetición de los ataques epilépticos disminuye de manera considerable.
Pero las convulsiones no siempre se deben a la epilepsia, ya que pueden tener su origen en patologías y alteraciones metabólicas, entre ellas la hipoglucemia. De ahí la importancia de descubrir la causa de las convulsiones, pues existen tratamientos para reducir la frecuencia de los ataques.
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¿Cómo cuidar a un perro con epilepsia en casa?
Cada can es distinto, y esto también cuenta en el caso de la epilepsia. Hay algunos que tienen ataques de manera habitual y los hay que los sufren de forma esporádica. No obstante, con una medicación adecuada, los síntomas de la enfermedad se minimizan, aunque no desaparecen.
El tratamiento para el perro epiléptico es imprescindible, ya que reducirá su número y duración: un ataque epiléptico dura algo menos de un minuto, pero con la medicación se conseguirá que sea más corto.
Epilepsia en perros, ¿qué hacer en un ataque?
Los ataques de epilepsia en perros comienzan de forma imprevisible, consecuencia de una descarga de energía en el cerebro que causa las convulsiones. En estos casos hay algunas pautas importantes que hay que recordar.
La primera es conservar la calma y colocar al animal de manera que no se golpee ni pueda caerse. Conviene tumbarle sobre una superficie mullida, como una cama, colchoneta o cojines, para que esté cómodo y no se haga daño. Además, nunca hay que intentar sacar su lengua porque existe el peligro de que se la muerda. Una vez que finaliza el ataque epiléptico, hay que dejar que el can se recupere en un lugar tranquilo porque estará agotado.
¿La epilepsia en perros se hereda?
Aunque no todos los tipos de epilepsia en canes son iguales, los genes determinan en buena medida la aparición de la enfermedad. «El 40% de los casos de epilepsia en perros tiene origen genético«, asegura el investigador Hannes Lohi. Los científicos han estudiado cómo el material genético canino revela la propensión de un animal a padecer epilepsia y han descubierto una decena de genes responsables de esta enfermedad.
La epilepsia es un peligroso desorden cerebral que afecta a cerca del 1% de los canes con pedigrí, pero cuya incidencia se multiplica en el caso de razas con una reproducción muy controlada por el hombre, como es el caso del beagle o el border collie.
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