Borzoi: todo lo que debes saber sobre esta raza

El borzoi es un perro elegante, de porte noble, delgado y atlético, con una expresión gentil y una figura majestuosa. Esta raza es verdaderamente única y cautivadora por su apariencia.

Los machos miden aproximadamente entre 70 y 82 cm a la cruz (desde el suelo hasta la parte más alta de los omoplatos), mientras que las hembras son un poco más pequeñas, con una altura de 68 a 78 cm. El peso ideal para un borzoi es de unos 34 a 48 kg.

De cabeza larga y estrecha, hocico largo y fino, y mandíbula fuerte. Cuello y extremidades largas y delgadas. Espalda flexible y lomo arqueado.

Sus ojos son grandes y expresivos, y tienen tonos que van desde el avellana hasta el marrón oscuro.

La cola es larga y delgada, con una curva suave. Suele estar cubierta de pelo largo y sedoso.

Las orejas del borzoi son pequeñas, finas y se pliegan hacia atrás cuando está en reposo. Son parte de su encanto y contribuyen a su aspecto distinguido.

La esperanza de vida promedio de un borzoi es de 10 a 12 años.

El pelaje del borzoi es largo, suave y sedoso, un gran protagonista en la elegancia que proyecta la raza.

Los colores pueden variar y existen múltiples combinaciones, pero los más comunes son blanco, rojo, gris, atigrado (mezcla de colores), negro y fuego.

La historia del borzoi comienza siglos atrás y está vinculada a la nobleza rusa y a la caza. Sus antecedentes se pueden remontar hasta los perros de caza utilizados por las tribus nómadas de Asia Central. Con el tiempo, estos perros fueron llevados a Rusia, donde se cruzaron con otras razas locales.

Entre los siglos S.XVII y XIX se convirtieron en una raza distintiva en Rusia y fueron considerados símbolos de estatus. Criados selectivamente por la aristocracia rusa y los zares para ser perros de caza de alta velocidad y agilidad, se llevaron incluso registros detallados de los linajes para mantener la pureza de la raza.

Eran especialmente apreciados en las cacerías por su habilidad para atrapar zorros, lobos y liebres, y su capacidad de rastrear y lograr las presas en terrenos difíciles y extensos como las estepas.

Los borzoi son perros inteligentes y equilibrados. Tienden a ser reservados y desconfiados con extraños, y cariñosos solo con su círculo social cercano.

No son generalmente tan efusivos o extrovertidos como otras razas y pueden parecer distantes o independientes.

Son perros algo testarudos y pueden resultar poco obedientes si no están educados con firmeza. Por su sensibilidad, hay que emplearse en ello con paciencia, perseverancia y sin agresividad.

A pesar de su naturaleza reservada, son perros leales y afectuosos con sus dueños, con los que pueden llegar a tener un fuerte vínculo.

Los perros de la raza borzoi son veloces, ágiles, resistentes y tienen un agudo instinto de caza. Son expertos en rastrear y perseguir presas en áreas abiertas. Poseen una visión periférica excelente y un olfato sensible que les ayuda a detectar animales a distancia.

Aunque antiguamente la función principal del borzoi era la caza, hoy en día, su elegancia, belleza y porte aristócrata los hacen destacar en exhibiciones caninas.

De adulto no es un perro juguetón, así que no será el mejor amigo de un niño. Con los más pequeños de la casa puede ser paciente y gentil, pero preferirá estar tranquilo y no ser molestado. Los niños deben aprender a tratarlo sin brusquedad. Por su tamaño y su energía, es recomendable estar pendiente cuando interactúen.

Debido a su instinto cazador, los borzoi pueden sentirse tentados a perseguir animales pequeños, como gatos u otras mascotas de menor tamaño. En este caso, también será necesaria la supervisión.

Si se socializan desde que son cachorros es más sencillo evitar estos “problemas” y lograr que se lleven bien con otros perros.

El borzoi tiene un pelaje largo y sedoso que requiere cuidados. Se recomienda cepillarlo varias veces a la semana para evitar que se formen nudos y eliminar el pelo suelto.

Durante la temporada de muda, es posible que sea necesario cepillarlo a diario porque pierde bastante pelo.

No necesita bañarse con frecuencia, a menos que se ensucie mucho o tenga un fuerte olor. Al bañarlo, es aconsejable utilizar un champú para perros suave y asegurarse de aclararlo completamente para evitar la irritación de la piel. Después del baño hay que secar bien el pelaje.

Las orejas del borzoi se deben revisar a menudo en busca de signos de suciedad, irritación o infecciones. Se pueden limpiar suavemente con un paño húmedo.

Sus ojos pueden ser propensos a la sequedad y a la formación de legañas, por lo que hay que limpiarlos bastante a menudo. Si se observa irritación o un enrojecimiento persistente, es necesario consultar al veterinario.

Los dientes deben cepillarse varias veces a la semana, con un cepillo de dientes y pasta dental para perros. También hay que cortar las uñas regularmente para evitar que se vuelvan demasiado largas y le causen problemas de movilidad.

Los borzoi son perros tranquilos, pero necesitan hacer ejercicio y estimular su mente para no inquietarse. Disfrutarán realizando multitud de actividades:

• Paseos largos o caminatas en la naturaleza a paso rápido, explorando su entorno y descubriendo nuevos olores.
• Correr libre en un espacio amplio, cercado y seguro en el que pueda alcanzar gran velocidad.
• Juegos de persecución como lanzar una pelota o un frisbee, o de rastreo, que consistan en esconderle juguetes o golosinas para que las busque usando su olfato.
• Actividades de agility que incluyan obstáculos y ejercicios de agilidad y obediencia.
• Organizar quedadas con dueños de otros perros en lugares o parques específicos para ellos, para que socialice e interactúe con otros animales de su especie.

El borzoi tiene un estómago delicado, y aunque su tamaño es grande, suele comer menos de lo esperado. Hay que evitar sobrealimentarlo.

La dieta debe adaptarse a la etapa de vida y nivel de actividad del perro. Los alimentos que la integren, ya sean alimentos comerciales para perros, o dietas caseras elaboradas bajo la supervisión de un veterinario o un nutricionista canino, deben ser de alta calidad y estar equilibrados nutricionalmente.

A los borzoi les sientan mejor las comidas más pequeñas y frecuentes, que una o dos comidas grandes al día. Es fundamental controlar la ingesta de alimento para evitar la torsión gástrica que suele padecer esta raza, y que puede resultar fatal. Debido al riesgo de hinchazón, no se recomienda que haga ejercicio intenso antes o después de comer.

Los borzoi suelen ser perros sanos, pero pueden desarrollar algunas enfermedades. Las más habituales: displasia de cadera y de codo, torsión gástrica, enfermedades articulares como la osteocondritis disecante, y problemas oculares como las cataratas y la atrofia progresiva de la retina.

Por su envergadura delgada y menos grasa, algunos borzoi pueden ser más sensibles a la anestesia que otras razas. Este inconveniente requiere una monitorización cuidadosa del perro durante cualquier procedimiento médico que necesite anestesia.

Aunque procede de Rusia, donde fue muy apreciado y valorado por la nobleza y la corte de los Zares como un símbolo aristocrático, el borzoi también llegó a Inglaterra. La Reina Victoria tuvo una pareja regalo del Zar Alejandro II. Hoy en día es una raza presente en Europa y en América.

Los borzoi están entre los perros más rápidos del mundo. Tienen la facultad de alcanzar velocidades de hasta 64 km/h, o más, en distancias cortas cuando persiguen una presa.

Tienen una capacidad de salto impresionante y pueden saltar vallas y obstáculos altos si se les permite. Esto es importante tenerlo en cuenta si se les deja sin vigilancia en áreas cercadas.

Aunque son activos al aire libre, los borzoi suelen mostrarse tranquilos y relajados en interiores. Esto los convierte en mascotas adecuadas para tener en un piso, siempre que se les proporcione suficiente ejercicio. No obstante, se adaptan mejor a hogares con espacio exterior donde pueden correr y jugar de manera segura.

Para evitar sorpresas, se recomienda llevarle con correa al salir a pasear. Si percibe un rastro es capaz de salir corriendo tras él y su olfato les permite hacerlo incluso a grandes distancias.

Su obstinación, en ocasiones, puede ser un problema si el dueño no es lo suficientemente recto y estricto al educarlo.

El borzoi tiene un carácter especial, independiente, así que es perfecto para dueños a los que no les importe que no sea un perro tan cercano o apegado.