Así son los gatos sin pelo
La gran mayoría de los gatos calvos tienen pelo. Su cuerpo está recubierto de un ligero manto de vello milimétrico difícil de apreciar a simple vista: solo al tacto podemos percibir esa textura, similar a la de la piel de melocotón. Además de la engañosa ausencia de pelaje, estos mininos se caracterizan por tener la piel arrugada, los ojos grandes y unas orejas con un tamaño considerable.
La World Cat Fedetarion (WCF), una asociación internacional de clubes de gatos encargada de establecer los estándares de las razas con pedigrí (hay 68 reconocidas), solo considera tres razas de gatos sin pelo: Canadian Sphynx, Don Sphynx y Peterbald. El resto de las razas, hasta cuatro en total, surgen de cruces entre distintas especies.
Cuidados de los gatos sin pelo
El físico de estos felinos, en apariencia frágil, puede hacernos errar a la hora de valorar su salud. En términos generales suelen tener una salud robusta y no requieren de unos cuidados muy distintos a los que precisa cualquier gato de otra raza.
Al carecer de pelaje, su único punto débil es la piel: son muy sensibles a la exposición solar, por lo que si en verano deambulan por el exterior conviene aplicarles un espray o crema protectora para cuidar su dermis.
Su temperatura corporal es unos 4 ºC más elevada que la de otras razas (se aprecia al tacto). Además, experimentan con mayor intensidad la variación térmica, sobre todo en invierno, temporada en la que hay que procurarle una manta o cobijo junto a la calefacción para evitar el frío.
En cuanto a las medidas de higiene, estas son las pautas:
- Piel. Al carecer de pelo, los gatos de esta raza acumulan una capa protectora de apariencia grasosa sobre la piel (tiene una tonalidad rosada). Para retirarla, basta con frotar el lomo con un paño húmedo una vez al mes, a lo sumo.
- Ojos. La ausencia de pestañas hace que los animales estén más expuestos a las infecciones oculares. Una gasa impregnada en suero fisiológico es suficiente para realizar este aseo.
- Orejas. Tienen cierta tendencia a acumular ácaros, grasa y cera. Para limpiarlas, basta con usar una gasa estéril.
- Uñas. Deben cortarse con asiduidad, al igual que se haría con un gato de otra raza.
Siete razas de gatos sin pelo
🐱 1. Canadian Sphynx o gato esfinge
La ausencia de pelo se debe a una mutación genética natural recesiva acaecida en los años 60 en una camada de gatos comunes nacidos en Canadá. Diez años más tarde, y gracias al esfuerzo de varios criadores, esta peculiar variante felina fue reconocida como raza y bautizada como Canadian Sphynx (esfinge en inglés, por lo que también se les conoce como gatos esfinge).
De tamaño mediano (puede pesar entre 3,5 y 7 kg), poseen un cuerpo musculoso muy definido. Llaman la atención por sus grandes orejas, sus ojos redondos (normalmente azulados o verdosos) y la ausencia de bigotes y pestañas. También presentan numerosos pliegues alrededor de la cabeza, el cuello y las extremidades.
El Canadian Sphynx tiene un carácter sociable y cariñoso: espera la llegada del dueño con alegría. Se comunica con bastante soltura con las personas para satisfacer sus necesidades: no será difícil averiguar si quiere mimos, necesita comer o desea jugar (si se le arroja un objeto lo trae de vuelta, tal y como haría un perro). También es inteligente y educado, por lo que resulta un compañero perfecto para niños y ancianos.
🐱 2. Don Sphynx
Esta raza proviene de Rusia, donde fue descubierta en la década de los 80 al observar como una gata y su camada perdían el pelo con el paso del tiempo. El causante de esta singularidad fue la mutación de un gen dominante.
El Don Sphynx es musculoso, con unas patas bien desarrolladas acabadas en unos dedos alargados. La cabeza tiene forma de cuña, con pómulos prominentes, nariz ancha y ojos almendrados. Las orejas son grandes, con terminación redondeada y ligeramente inclinadas hacia delante.
Hay cuatro variedades de Don Sphynx: Brush (nacen con pelo y posteriormente lo pierden en la cabeza, cuello y lomo), Velour (nacen con un pelo lanoso que desaparece, si bien perdura en la cola, las patas y la cara), Flock (con vello ligero, tendente a desaparecer) y Rubber Bald (completamente calvos).
🐱 3. Peterbald
La raza es originaria de Rusia. Surgió en los años 90 del cruce de un gato oriental de pelo corto (Siamés) con un Don Sphynx.
El Peterbald es un gato de andares estilosos. Tiene un cuerpo delgado y atlético, unas largas patas y una delgada cola. Haciendo honor a su genética siamesa, la cara muestra un hocico alargado y triangular, unos pómulos planos y unas orejas estiradas y separadas.
Aunque el Peterbald está considerado un gato sin pelo, existen variedades que sí tienen algo de pelaje. Hay ejemplares sin vello, con pelusa delgada y fina (les cubre todo el cuerpo, son los Flock) y con un manto corto y encrespado (Brush, un apelativo que referencia su aspecto: brush es pincel en español).
🐱 4. Kohana o Rubber baby
Originaria de Hawái, esta raza es en realidad una mutación natural del Canadian Sphynx. Apareció por primera vez en 2002 y hay muy pocos ejemplares debido a las grandes dificultades para su reproducción.
La piel del Kohana no es tersa en el lomo, sino que es tiene un aspecto gomoso y arrugado (de ahí su sobrenombre, Rubber Baby, bebé gomoso en español).
El tamaño de este gato es también menor, pesa entre 3 y 6 kilos, y es más ancho y bajo que el Sphynx. Sus patas traseras son más largas que las delanteras, por lo que su caminar es algo estrafalario.
El carácter del Kohana es intrépido: si se aburre, puede buscar entretenimiento casero, rascando los sillones, por ejemplo.
🐱 5. Bambino
Originario de EE. UU, es un cruce de raza Canadian Sphynx y Munchkin. La Asociación Internacional de Gatos (TICA) ha catalogado a Bambino como raza experimental en 2006. Es difícil de encontrar; de hecho, es uno de los gatos más cotizados del mundo.
El Bambino es un gato de cuerpo pequeño, de 17 a 20 centímetros, y bajo peso, unos 4 kilos (su nombre es niño en italiano). Sus características físicas son herencia de las dos razas de procedencia: de la Munchkin obtiene unas patas cortas y unas orejas prominentes y puntiagudas, mientras que la Sphynx le aporta una piel blanca o rosada. Sus patas traseras, más desarrolladlas, convierten al Bambino en un excelente saltador, una cualidad que está muy relacionada con su carácter, muy juguetón.
🐱 6. Elfo
La raza es una mezcla del Canadian Sphynx y el American Curl. Procede de EE. UU, donde nació en 2007. Adoptarlo no es sencillo, puesto que no abundan y están muy demandados.
El gato Elfo han heredado del Sphynx la ausencia de pelo (en este caso total), mientras que del American Curl tiene la forma de sus orejas, curvas (son las que le dan nombre a esta raza ya que hacen referencia a los pabellones auditivos de los elfos). A pesar de que se le considera de tamaño mediano, hay ejemplares muy grandes que pueden llegar a pesar hasta 10 kilos.
El Elfo es un gato que necesita compañía en casi todo momento, puesto que tolera con dificultad la soledad.
🐱 7. Levkoy o Sphynx ucraniano
Fue creado por la felinóloga Elena Vsevolodovna Biryukova en 2004 del cruce de la raza Don Sphynx y Scottish Fold. El nombre del gato hace referencia la flor Levkoy, cuyos pétalos son parecidos a las orejas del minino.
Físicamente el Levkoy ucraniano es algo estrafalario, pero su porte es muy elegante. Su cabeza tiene forma de cuña, es plana y con pómulos muy marcados; de perfil recuerda a la testa de un perro de poco tamaño. Este gato tiene un cuerpo alargado, unas orejas grandes y plegadas hacia dentro (ambas características de la raza Scottish Fold) y una piel elástica y suave. Genéticamente, la raza Don Sphynx aporta a la Levkoy patas y cola alargadas.